Trump condenó a los republicanos que le han dado la espalda en una serie de comentarios en Twitter, profundizando su pelea con el partido a semanas de las elecciones de noviembre.

Donald Trump criticó el martes con dureza al presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y a otros republicanos "desleales" y prometió hacer campaña de la forma que más le guste ahora que los líderes del partido lo abandonaron mientras trata de llegar a la presidencia de Estados Unidos.

Trump condenó a los republicanos que le han dado la espalda en una serie de comentarios en Twitter, profundizando su pelea con el partido a semanas de las elecciones de noviembre.

"Es tan agradable ahora que me saqué las cadenas y puedo pelear por Estados Unidos como quiera", sostuvo Trump en Twitter, agregando que confrontaría a la candidata demócrata Hillary Clinton en sus propios términos.

Trump habló de republicanos "desleales" y sostuvo que "no saben cómo ganar. Yo les enseñaré". Varios líderes del partido criticaron al empresario en medio de una creciente controversia y de que la mayoría de los sondeos nacionales de opinión muestran que aumenta la ventaja de Clinton.

Su campaña, marcada por meses de controversias por sus políticas y su estilo desfachatado, entró en una profunda crisis tras la difusión de un video de 2005 que muestra a la ex estrella de "reality show" hablando crudamente sobre manosear a mujeres y hacer avances sexuales no deseados.

Ryan dijo el lunes a legisladores republicanos que pondría toda su energía en preservar las mayorías del partido en el Congreso para no darle a Clinton un "cheque en blanco". No retiró su apoyo a Trump, pero su decisión enojó al candidato.

Una encuesta de NBC News/Wall Street Journal llevada adelante tras el debate del domingo y publicada el martes mostró que Clinton tiene una ventaja de 9 puntos porcentuales sobre Trump ya que el 46 por ciento de los consultados sostuvo que votarían por la ex secretaria de Estado, frente a un 37 por ciento que dijo estar del lado del empresario.

Muchos republicanos temen que la caótica campaña de Trump pueda afectar sus posibilidades de mantener las mayorías en la Cámara de Representantes y el Senado en la elección de noviembre y dañe al partido a largo plazo.

REUTERS

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