ESTADOS UNIDOS

El presidente Donald Trump ordenó ayer miércoles a sus fuerzas armadas a atacar y destruir cualquier embarcación iraní que se acerque de manera peligrosa a barcos estadounidenses.

“Ordené a la Armada de Estados Unidos disparar y destruir todas y cada una de las embarcaciones iraníes que acosen nuestros barcos en el océano”, escribió Trump en Twitter.

El subsecretario de Defensa de Estados Unidos, David Norquist, calificó el mensaje de Trump como “una importante advertencia a los iraníes”.

“Lo que estaba enfatizando es que todos nuestros barcos conservan el derecho a la autodefensa”, dijo Norquist sobre la orden de Trump.

Lo que el presidente dice envía un importante mensaje a Irán”, señaló por su lado el general John Hyten, vicepresidente del Estado Mayor Conjunto.

“Sabemos cómo traducir eso en nuestras reglas de combate (...) Se basan en el derecho inherente a la autodefensa, se basan en la intención hostil y el acto hostil. Eso es todo lo que necesitamos para tomar la acción correcta”, señaló.

La orden de Trump se produce después de que hace una semana el Pentágono denunciara que once embarcaciones de la Guardia Revolucionaria iraní -designado como grupo terrorista por Washington- se aproximaron a buques de guerra estadounidenses en el Golfo Pérsico y calificó los movimientos de “peligrosos”.

En respuesta, la República Islámica insistió hace dos días en que la presencia de las tropas estadounidenses en el Golfo Pérsico es “ilegal” y les urgió a abandonar “lo antes posible” esta región.

Irán se había quejado de la versión “hollywoodense” que dada por Estados Unidos sobre lo ocurrido hace una semana y lo acusó de comportamiento “poco profesional” en el Golfo.

El régimen iraní acusa al gobierno de Trump de haber “impedido el paso” a comienzos de abril de un barco iraní, mostrando “un comportamiento peligroso e ignorando las advertencias” del navío.

La tensión escaló dramáticamente en el Golfo Pérsico el año pasado al registrarse en esa zona una serie de ataques y sabotajes entre mayo y septiembre contra buques militares y comerciales o instalaciones petroleras en Arabia Saudí.

La tirantez llegó a un pico con la muerte en enero del general iraní Qasem Soleimani, en un ataque en Bagdad llevado a cabo con un dron estadounidense. A esto se suma que Estados Unidos declaró hace un año a la Guardia Revolucionaria grupo terrorista y las fuerzas armadas de ambos países han protagonizado varios incidentes en el Golfo Pérsico.

En lugar de “intimidar a los demás”, Trump haría mejor en “salvar” a Estados Unidos de la “gran crisis” de la COVID-19, reaccionó el portavoz de las fuerzas armadas iraníes, el general de brigada Abdolfazl Shekarchi en una entrevista con la agencia semioficial iraní Isna.

“Si los estadounidenses son hábiles y competentes, retirarán sus tropas (de Oriente Medio)”, añadió el general iraní.

El aumento de la tensión entre Estados Unidos e Irán coincide con una nueva crisis petrolera por la caída del precio del barril. De todos modos, el precio del petróleo subió ayer, sobre todo el crudo de Texas, de referencia en Estados Unidos.

El precio del Texas se recuperó un 19,1% tras el desplome de las jornadas anteriores y cerró en 13,78 dólares, mientras que el Brent ascendió hasta los 20,39 dólares, un 6,92% más.