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Trump augura un acuerdo con Corea del Norte: "Tendremos una relación fantástica", dijo

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Cumbre histórica: Donald Trump y Kim Jong-un se dieron un fuerte apretón de manos frente a las cámaras, se miraban a los ojos y hablaban, los traductores. Foto: AFP

HISTÓRICA CUMBRE

Histórico apretón de manos entre el presidente de EE.UU. y Kim Jong-un.

Tendremos una relación fantástica, no tengo ninguna duda". Con estas palabras de Donald Trump a Kim Jong-un comenzó la histórica cumbre entre el presidente de Estados Unidos y el dictador de Corea del Norte anoche en un hotel de la isla de Sentosa, en Singapur. "Los viejos prejuicios y prácticas fueron obstáculos en nuestro camino hacia adelante pero los superamos todos y hoy estamos aquí", aseguró por su parte Kim, al admitir que "no había sido fácil" llegar a esta reunión.

Con la cumbre en Singapur, Trump afronta uno de los momentos más importantes de su presidencia en el escenario internacional, donde ha disgustado a numerosos mandatarios, incluidos algunos de sus aliados, como en la reciente cumbre del G7 en Canadá.

En una serie de tuits publicados anoche minutos antes de la cumbre con Kim, Trump dijo que "pronto sabremos todos si puede haber o no un acuerdo real, a diferencia de los del pasado", y en otro mensaje atacó a los "perdedores" que consideran la cumbre como una concesión arriesgada a Kim.

Selfies: Kim Jong-un recorrió Singapur junto al canciller local Vivian Balakrishnan. Foto: AFP
Selfies: Kim Jong-un recorrió Singapur junto al canciller local Vivian Balakrishnan. Foto: AFP

Después de los saludos para las fotos, Trump y Kim mantuvieron un encuentro a solas de 45 minutos, únicamente con sus traductores, antes de que sus respectivas delegaciones se les unieran para una sesión de trabajo y un almuerzo. Trump tenía previsto volver a Estados Unidos alrededor de las 19:00 horas local (8 de la mañana de hoy martes en Uruguay).

La gran pregunta que quedó en el aire es si la considerada "cumbre del siglo" será simplemente una foto y un propósito de buenas intenciones o si surgirá un calendario concreto para la desnuclearización del régimen de Corea del Norte.

El método y los plazos del desarme de Corea del Norte son sin duda el principal escollo de las negociaciones. El régimen de Kim mostró su disposición a abandonar sus armas nucleares durante la cumbre que las dos Coreas celebraron el pasado 27 de abril, pero no quiere que se le imponga un fórmula unilateral y prefiere un proceso de desarme progresivo.

Por su parte, Trump ha insistido en que su exigencia irrenunciable es alcanzar una desnuclearización "completa, verificable e irreversible", aunque en los últimos días ha abierto la puerta a un proceso de desnuclearización "por fases".

"El problema es que los objetivos de los dos países difieren. Estados Unidos da prioridad a la desnuclearización mientras que Corea del Norte se centra más en garantizar su seguridad", explicó el profesor de la Universidad de Seúl, Sung Chull.

De cualquier modo, la desnuclearización completa de Corea del Norte, en el caso de que se llegue a un acuerdo, sería compleja y difícil de verificar, una labor que podría durar más de una década, ya que no se conocen sus capacidades nucleares exactas o dónde se ubican estas armas.

En cuanto a las garantías para la supervivencia del régimen, el secretario de Estado Mike Pompeo aseguró que Corea del Norte tendrá "una certeza suficiente" de que "la desnuclearización no acaba mal para ellos". "Estamos preparados para ofrecer garantías de seguridad que son diferentes, únicas, respecto a lo que Estados Unidos ha hecho en el pasado", adelantó el jefe la diplomacia, sin dar más detalles.

Velita: Donald Trump cumplirá 72 el jueves; ayer tuvo en Singapur un festejo adelantado. Foto: EFE
Velita: Donald Trump cumplirá 72 el jueves; ayer tuvo en Singapur un festejo adelantado. Foto: EFE

Por su parte, el secretario de Defensa, James Mattis, dijo que la posible retirada de las tropas de Estados Unidos desplegadas en la península de Corea ya no supone "una línea roja". Hasta la fecha, Estados Unidos había rechazado la posibilidad de retirar el contingente de 28.500 soldados destinados en Corea del Sur, aunque en las últimas semanas Trump había contemplado la idea de disminuir los efectivos debido al elevado coste de la misión.

Paciencia.

La cumbre, que ofreció una visibilidad internacional única a Kim, ya se interpreta como una concesión mayor de parte de Estados Unidos. "Hace 25 años que Corea del Norte intenta lograr un encuentro con un presidente estadounidense en ejercicio", explicó Boris Toucas, investigador invitado del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, con sede en Washington.

El presidente surcoreano, Moon Jae-in expresó su confianza en el encuentro, aunque pidió paciencia.

"Aunque el diálogo comience bien, se necesitará probablemente un largo plazo, que puede tomar un año, dos, o incluso más para resolver todos los temas que hay sobre la mesa", entre ellos la desnuclearización, subrayó.

Las dudas que deja la cumbre

En 1994 y en 2005 se concluyeron acuerdos entre Estados Unidos y Corea del Norte, pero ninguno llegó a ser aplicado. Y desde 2006 Corea del Norte multiplicó sus pruebas nucleares y lanzamientos de misiles balísticos, hasta cruzar un peligroso punto de inflexión el año pasado. En esta nueva dinámica, todos los protagonistas son nuevos. Pero los temas son los mismos que en el pasado: una desnuclearización progresiva a cambio de ayuda económica, garantías de seguridad para el aislado régimen norcoreano y un tratado de paz que ponga un final formal a la Guerra de Corea de 1950-1953. "Trump ofreció simplemente estos encuentros a los norcoreanos sin obtener ningún avance", dijo el experto Jeffrey Lewis en la revista Foreign Policy. "Parece evidente desde el inicio que Corea del Norte no tiene intención de abandonar su arsenal nuclear", indicó.

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