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Trump bajo asedio por los pagos a actriz porno

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Dificultad: el presidente Donald Trump afirma que no ha violado la ley de financiación electoral. Foto: AFP

Estados Unidos

Su exabogado también confirma compra de silencio de modelo; el presidente rechaza toda ilegalidad.

El pago a dos mujeres por callar sobre sus supuestas relaciones sexuales con Donald Trump ha estallado finalmente en la presidencia de Estados Unidos y puesto al mandatario más cerca de tener que rendir cuentas ante la justicia. Michael Cohen, quien fue su abogado personal durante años, reconoció el martes haber dado dinero a una exactriz de cine porno y a una exmodelo de Playboy en los meses antes de las elecciones de 2016 a cambio de su silencio, y con el fin de favorecer la imagen del entonces candidato, siguiendo órdenes de Trump. Así, implicó bajo juramento al mandatario en un delito de financiación ilegal.

La actriz conocida como Stormy Daniels (Stephanie Clifford) y la exmodelo Karen McDougal han asegurado que tuvieron relaciones sexuales con Trump entre 2006 y 2007, cuando en magnate ya estaba casado con Melania, y han recibido 130.000 y 150.000 dólares respectivamente por callar. Cohen ha reconocido ahora que se encargó él mismo de gestionar esos pagos antes de las elecciones presidenciales, lo que constituye una violación de las leyes de financiación de campaña en la que señala a su cliente como instigador.

En una entrevista en Fox News, el único medio nacional en el que se siente cómodo, el presidente sostuvo que conoció dichas transacciones después de que se produjeran y que el dinero en cuestión "no procedía de la campaña", sino de él, con lo que no debería suponer un conflicto legal. Sí lo supone, para empezar, con sus versiones anteriores del asunto: en abril, al poco de estallar el caso, aseguró no saber nada del pago a Daniels.

Amenaza.

Pero los riesgos para Trump no terminan aquí, ni en la obvia tormenta política. El representante legal de Cohen, Lanny Davis, advirtió ayer de que la confesión supone "un nuevo comienzo" para su cliente y la oportunidad de "contar el resto de la historia". Lo que hay en ese amenazante "resto de la historia", es decir, cuántos trapos sucios conoce quien fuera el hombre para todo de Trump, y hasta dónde está dispuesto a tirar de la manta, está por ver.

De momento, Davis lanzó insinuaciones explosivas respecto a la investigación de la trama rusa, el proceso a cargo del fiscal especial Robert Mueller sobre la injerencia de Moscú en la elección presidencial de 2016 y la posible connivencia del equipo de Trump. En entrevistas televisivas, dijo que Cohen dispone de "información relacionada con el conocimiento de una conspiración para corromper la democracia estadounidense por parte de los rusos y el fallo a la hora de informar al FBI al respecto". Más explícitamente, señaló que su cliente tiene "información que sería de interés del fiscal especial sobre si Donald Trump conocía de antemano el pirateo de correos electrónicos (de la campaña demócrata)".

Cohen se ha declarado culpable de dos delitos relacionados con estos pagos, además de cinco de fraude fiscal y uno financiero, a cambio de obtener una rebaja de condena, que aun así será dura: los cargos combinados pueden sumar hasta 65 años de prisión. Su confesión tuvo lugar la misma tarde en la que el exjefe de campaña del mandatario, Paul Manafort, era declarado culpable de ocho de los 18 delitos por fraude que le imputaba Mueller y que también podrían dejarle entre rejas el resto de su vida. Ninguno de los casos tiene que ver con la injerencia rusa, pero señalan como delincuentes responsables de delitos graves a dos personas muy próximas al mandatario.

Trump acusó a Cohen de "inventar historias" para lograr un "acuerdo" con la justicia. En su cuenta de Twitter, aseguró sentirse "muy mal" por Manafort, ya que, dijo, "al contrario que Michael Cohen, él rechazó inventarse historias para llegar a un acuerdo". "Todos mis respetos para este hombre valiente", recalcó.

Acto seguido, sin embargo, resaltó que las confesiones realizadas por su exabogado, no suponían ningún delito. "Michael Cohen se ha declarado culpable de dos cargos de violación en la financiación de campaña que no son un delito", escribió, y equiparó el caso a una infracción del expresidente demócrata Barack Obama correspondiente a 2008: "¡El presidente Obama tuvo una gran violación de financiación de campaña y se acordó de forma sencilla!".

La campaña de Obama fue multada en 2013 con 375.000 dólares tras una auditoría de la Comisión Electoral Federal en la que se reveló que no comunicaron en el plazo adecuado un millar de contribuciones de última hora que sumaban dos millones de dólares. La penalización tuvo lugar de mutuo acuerdo por las partes.

Lealtad de Michael Cohen se desvanece

La lealtad de Michael Cohen, quien durante una década fue abogado de Donald Trump, se desvaneció cuando implicó al presidente de Estados Unidos en dos delitos graves. Fue un giro radical para el impetuoso neoyorquino que se identificó en la última década de su carrera con Trump.

Cohen, de 51 años, obtuvo su título universitario en la Facultad de Derecho de la Universidad de Western Michigan y en 1994 se casó con Laura Shusterman, hija de un inmigrante ruso. Fue abogado especializado en lesiones personales que acumuló una pequeña fortuna con la sombría industria de los permisos de taxis en Manhattan. Luego compró propiedades en un edificio de Trump y escaló hasta terminar en una oficina junto a la del multimillonario en su rascacielos.

Como abogado personal y vicepresidente de la Trump Organization, manejó numerosos negocios comerciales dentro y fuera de Estados Unidos, y tuvo también que solucionar algunos de los problemas más difíciles de Trump.

"Soy el tipo que detiene las filtraciones. Soy el tipo que protege al presidente y su familia. Soy el tipo que recibiría una bala por el presidente", dijo a la revista Vanity Fair en septiembre de 2017. FUENTE: AFP

"Trump no está preocupado"

"No creo que el presidente se encuentre para nada preocupado", afirmó la vocera de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, al referirse a la actitud del presidente Donald Trump ante la confesión de su exabogado Michael Cohen ante la Justicia admitiendo una violación de la ley de campañas electorales. "Sabemos que no hizo nada mal y que no hubo colusión con los rusos", sostuvo. La declaración de Sanders está en la misma línea de lo que manifestó Trump.

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