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Trump amenaza con cierre de frontera y acción militar

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El ejército mexicano está asistiendo a los centroamericanos que llegan a Tijuana. Foto: AFP

Política migratoria

Sube tensión por llegada constante de los migrantes centroamericanos.

En la frontera entre Estados Unidos y México la tensión crece cada hora por la constante llegada de migrantes centroamericanos que buscan cruzar, y la desesperación y el cansancio de los que ya están acampando desde ha-ce días. En este clima, el presidente Donald Trump, que cada tanto renueva su amenaza de cerrar la frontera y le reclama al Congreso los recursos para construir un muro, ayer volvió a la carga pero con un agregado: autorizó a los militares a que usen la fuerza para proteger a la patrulla fronteriza, aunque aparentemente sin emplear armas de fuego. "La autorización del presidente asegura que el Departamento de Defensa puede actuar para proteger a aquellos que nos protegen", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Hogan Gidley.

Hasta ahora, los cerca de 5.900 militares desplegados en la frontera con México solo podían usar la fuerza contra los inmigrantes en defensa propia, pero la autorización de Trump abre la puerta a que puedan emplearla "si fuera necesario" para "proteger" a agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).

El jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, envió este martes una carta al secretario de Defensa, James Mattis, en la que le comunicaba la autorización del presidente. No obstante, Mattis recalcó ayer jueves que los militares no llevarán "armas de fuego". "Ni siquiera están llevando pistolas, así que, relájense. No se preocupen por ello, ¿de acuerdo?", dijo Mattis a los periodistas en una rueda de prensa.

El despliegue en la frontera de los militares ha servido a Trump para marcar músculo ante la llegada de las caravanas, pero en realidad el papel de los soldados es limitado por ley, así que se han dedicado a reforzar la valla fronteriza que separa Estados Unidos y México y a ayudar a la CBP en el transporte de suministros.

Por ahora los cercos de alambre cumplen la función que Trump quiere con el muro. Foto: AFP
Por ahora los cercos de alambre cumplen la función que Trump quiere con el muro. Foto: AFP

Mattis argumentó que la orden de Trump no viola la ley de 1878 conocida como "Posse Comitatus", que prohíbe usar a los soldados para tareas de seguridad y orden público a nivel nacional.

"No hay ninguna violación de la ley, porque no vamos a arrestar a nadie", subrayó.

El jefe del Pentágono insinuó que lo único que podrían hacer los militares sería "evitar que alguien (un inmigrante) golpee a alguien (de la CBP) y después entregárselo a otros" para su arresto, pero sin emplear armas de fuego.

La cadena CBS obtuvo una copia de la orden firmada por el jefe de gabinete Kelly, que indica que los militares "podrán desempeñar las tareas de protección que el secretario de Defensa considere" oportunas, entre ellas, "el uso de la fuerza (incluida la letal si es necesario), el control de multitudes, la detención temporal y el registro" de personas.

Además de autorizar la intervención de los militares, Trump amenazó ayer con cerrar la frontera con México si la situación de los migrantes no se controla.

El ejército mexicano está asistiendo a los centroamericanos que llegan a Tijuana. Foto: AFP
VEA EL VIDEO. Foto: AFP

Además, dijo que podría haber una paralización de las actividades del gobierno el mes próximo si no hay fondos suficientes para la construcción del muro en la frontera con México. "¿Podría haber una paralización? Ciertamente, y está vinculada a la frontera, de la cual el muro es parte", dijo Trump a periodistas en Palm Beach, Florida.

El Congreso de Estados Unidos tiene como plazo límite el próximo mes para financiar partidas del gobierno federal y podría haber un enfrentamiento por el dinero para el muro fronterizo que ha propuesto Trump.

El presidente también renovó su amenaza de cerrar "toda la frontera" con México, incluyendo los intercambios comerciales, si la situación migratoria se sale de control. "Si se llega a un nivel en el que perdemos el control o personas pueden resultar heridas, cerraremos el ingreso al país por un período de tiempo", dijo. "Me refiero a toda la frontera. México no podrá vender sus automóviles a Estados Unidos".

Las exportaciones de vehículos de México a Estados Unidos en 2017 totalizaron 2,3 millones de unidades.

Casi 5.000 hacinados en un albergue
El ejército mexicano está asistiendo a los centroamericanos que llegan a Tijuana. Foto: Reuters

El ejército mexicano está asistiendo a los centroamericanos que llegan a Tijuana buscando pasar hacia Estados Unidos. Son tantos que el gobierno local improvisó un campamento junto a la valla que separa los dos países. Ayer jueves cientos de los que llegaron en la gran caravana a Tijuana se dirigieron en manifestación a un puente fronterizo con Estados Unidos para exigir se les permita pedir refugio, ante la vigilancia de helicópteros estadounidenses. La multitud, en la que predominaban los hombres pero también había mujeres con hijos pequeños, salió al mediodía del albergue instalado por la alcaldía para dirigirse al puente El Chaparral, localizado a poco menos de un kilómetro. Un agente del grupo Beta —formación de oficiales y voluntarios del gobierno mexicano que auxilia a los migrantes— dialogó con la vanguardia de la marcha en momentos en que la multitud empezaba a registrar cierta agitación.

Con un altavoz, el agente les explicó que para cruzar a Estados Unidos para pedir asilo deben anotarse en una lista, lo que los migrantes rechazaron. "Que nos dejen ya pasar, estamos desesperados, dejamos familia en Honduras. Necesitamos empezar a trabajar", dijo un migrante identificado como Wilson. Tras un maratónico viaje de más de un mes desde San Pedro Sula, suman 4.730 los migrantes hacinados en este albergue, pero en todo el estado de Baja California se han concentrado más de 6.000.

Día de acción de Gracia pautado por la polémica

Estados Unidos celebró ayer jueves el Día de Acción de Gracias —una festividad que conmemora la fecha en que colonos europeos y nativos americanos se sentaron juntos a la me-sa—, en un ambiente enrarecido por los constantes ataques a la inmigración por parte de la Casa Blanca.

Celebrado cada año en el cuarto jueves de noviembre, esta festividad, que se conmemora en familia y con el típico pavo, es una de las más tradicionales en el país y por este motivo millones de estadounidenses aprovechan estos cuatro días de puen- te, contando el fin de semana, para viajar a su lugar de origen.

Según datos de la Asociación de Automovilistas de Estados Unidos, más de 54 millones de ciudadanos viajarán 80 kilómetros o más, lo que supone un incremento considerable frente a los 51 millones que lo hicieron el año pasado. De cumplirse este pronóstico, será el año en que más personas se desplacen para celebrar el Día de Acción de Gracias después de 2006, cuando viajaron unos 58,6 millones de ciudadanos.

Por este motivo en las últimas horas se han producido grandes atascos tanto en las carreteras como en algunos de los principales aeropuertos del país. Solo en Nueva York, las autoridades estiman que 1,7 millones de usuarios volaran desde o hacía la ciudad estos días. La tradición marca que las familias celebren este día todos juntos, alrededor de una mesa presidida por un pavo, como plato principal, acompañado por la clásica salsa de arándanos y el puré de papas.

Duro cruce con jueces por decreto sobre asilo

Donald Trump denunció esta semana la existencia de "jueces pro Obama", dando inicio a una polémica con el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, el mismo ante quien prestó juramento el día que asumió el 21 de enero de 2016.

"Lo lamento, señor presidente John Roberts, pero existen efectivamente los jueces pro Obama", tuiteó Trump, y acusó a los magistrados de tomar decisiones "sorprendentes" contra su política antiinmigración.

Roberts es, sin embargo, de tendencia conservadora y fue designado por otro republicano, George W. Bush.

El nuevo enojo de Trump con los jueces viene por un fallo de un tribunal del estado de California que suspendió un decreto que disponía el rechazo automático de cualquier pedido de asilo de migrantes que hubieran ingresado ilegalmente a Estados Unidos.

"Es una vergüenza", reaccionó Trump. "Es un juez pro Obama y no volverá a pasar", advirtió, denunciando a un tribunal que, según dijo, tiende a fallar en favor de sus opositores políticos.

"No tenemos jueces pro Obama, o Trump, o Bush, o Clinton", le respondió Roberts en un comunicado dirigido a la agencia AP. "Tenemos un conjunto extraordinario de jueces dedicados que hacen todo lo que pueden para juzgar de manera equitativa a quienes comparecen ante ellos", explicó el presidente de la Corte Suprema. "Todos deberíamos mostrar nuestro reconocimiento por poder acceder a una justicia independiente", agregó.

El juez federal de San Francisco Jon Tigar dictaminó el lunes que el decreto firmado por Trump el 9 de noviembre violaba la ley según la cual el derecho a pedir asilo "se aplica a todo extranjero que arriba a Estados Unidos, independientemente de su estatuto". El 19 de diciembre, la corte debe pronunciarse sobre el fondo del asunto.

El decreto está destinado a desalentar a los miles de migrantes que están llegando de manera masiva en caravanas a la frontera con Estados Unidos, un movimiento calificado de "invasión" por el presidente. Ayer jueves renovó sus ataques a los jueces. "Los jueces no deberían legislar la seguridad... y la seguridad en la frontera, o en cualquier otro lugar", escribió Trump en Twitter. "No saben nada al respecto y están poniendo en riesgo la seguridad de nuestro país". (En base a AFP)

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