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Trump agrega leña al fuego de incertidumbres en Cuba

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Cambio de la guardia de honor frente a la imagen de Fidel Castro. Foto: Reuters
A photograph of Cuba's late President Fidel Castro stands in tribute to him inside the Jose Marti Memorial in Revolution Square in Havana, Cuba, November 28, 2016. REUTERS/Edgard Garrido CUBA-CASTRO/
EDGARD GARRIDO/REUTERS

Amenazó con “poner fin” al acercamiento y demandó libertades en la isla.

Donald Trump recurrió una vez más a la red Twitter para lanzar uno de sus anuncios que enseguida levantan polémica. El presidente electo de Estados Unidos amenazó con cancelar el proceso de acercamiento a Cuba, a menos que la isla acepte negociar un "mejor acuerdo" tanto para cubanos como para estadounidenses. Trump lanzó su anuncio 48 horas después del fallecimiento de Fidel Castro y el mismo día en que comenzaron en La Habana los homenajes. En su mensaje en Twitter, Trump dijo estar dispuesto a "poner fin" al proceso iniciado por Washington y La Habana en 2014, que el año pasado condujo a la reapertura de las respectivas embajadas después de medio siglo de ruptura. "Si Cuba no está dispuesta a hacer un mejor acuerdo para los cubanos, los cubano-estadounidenses y los estadounidenses en general, pondré punto final al acuerdo", expresó.

En contrapartida, la Casa Blanca defendió el acercamiento con La Habana y cuestionó la idea de que haya hecho excesivas concesiones a Cuba o que no haya conseguido reciprocidad. Para Josh Earnest, vocero de la Casa Blanca, "los críticos de la actual política sugieren que de alguna forma Estados Unidos ha hecho un paquete de concesiones al gobierno cubano. Eso no es correcto. No hay concesiones", aseguró.

Por su parte, el portavoz del equipo de transición, Jason Miller, buscó matizar el anuncio de Trump, pero afirmó que la nueva administración no apoyará un entendimiento en el que los estadounidenses sean "tomados por tontos".

Miller enumeró las prioridades de la administración Trump con respecto a Cuba: presionar por la liberación de presos políticos, el retorno a Estados Unidos de delincuentes que huyeron a la isla, y el restablecimiento de libertad "política y religiosa".

Reince Priebus, que será el jefe de gabinete de Trump, dijo el domingo que el presidente electo esperará a ver "algunos movimientos" del gobierno cubano en cuanto a las libertades en la isla para decidir cómo será su relación.

En la jornada del sábado, en medio de la conmoción provocada por la noticia del fallecimiento de Fidel Castro, Trump había emitido una nota oficial en la que afirmó que su gobierno "hará todo lo que pueda" para garantizar la "prosperidad y libertad" de los cubanos.

Por el momento, sin embargo, no está claro de qué forma el nuevo gobierno podrá dar marcha atrás en el proceso de aproximación entre Washington y La Habana, ya que no se trata de un acuerdo único firmado por las partes sino de un diálogo para restablecer relaciones rotas hace medio siglo.

Parte de ese diálogo es el compromiso estadounidense de iniciar en algún momento el desmonte del embargo económico y comercial a Cuba, iniciado en 1962.

Pero con las dos cámaras del Congreso dominadas por el Partido Republicano y con Trump en la Casa Blanca, este horizonte se ve lejano.

En los últimos dos años el presidente Barack Obama había flexibilizado por decreto normas administrativas relativas al embargo, y esas medidas podrían ser revisadas.

En opinión de Mavis Anderson, experta del centro de análisis Latin America Working Group, de Washington, Trump solamente podría actuar sobre los decretos firmados por Obama, pero aún así enfrentará dura resistencia. "Empresas aéreas han comenzado a volar a Cuba, después de invertir millones. ¿Trump les dirá que ya no pueden hacerlo?", preguntó Anderson. "Francamente, no logro ver de qué forma Trump puede revertir ese proceso. El continente reaccionó positivamente cuando Cuba y Estados Unidos retomaron contacto, y no se puede arrojar eso a un costado", agregó.

Otra es la visión de un académico cubanos de Miami.

La preservación del acuerdo entre Estados Unidos y Cuba va a depender de que el gobierno de la isla "abra un proceso político y esté dispuesto a hacer cambios reales", una posibilidad muy remota, opinó Jaime Suchlicki, director del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos, de la Universidad de Miami. Suchlicki indicó que el anuncio de Trump de que podría ponerle fin a este acuerdo, supone "pasarle la pelota a Cuba para ver si Raúl Castro está dispuesto a hacer concesiones", algo que contempla como muy improbable. Siendo lo normal que Castro "no haga nada" para generar mejoras democráticas en la isla, Trump emprenderá "pronto" acciones para "acabar con casi todo lo que hizo Obama", estimó.

Llamadas entre Trump y Obama.

El vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, confirmó ayer la conversación telefónica entre el presidente saliente Barack Obama y el electo, Donald Trump, después de la muerte de Fidel Castro. Earnest explicó que "Trump llamó a Obama y el presidente le devolvió el llamado" y que no era la primera vez que los dos se comunicaban, tras el encuentro en la Casa Blanca luego del triunfo republicano en las elecciones del 8 de noviembre. "Sucedió más de una vez", precisó el portavoz a los periodistas, sin revelar contenidos de las conversaciones, ni tampoco contestar a las preguntas sobre la posibilidad de que las relaciones con Cuba hayan sido parte de lo hablado. Earnest subrayó querer "proteger la posibilidad para el presidente electo de hacer consultas con el presidente" Obama.

MARITA LORENZ.

La mujer que lo amo y no pudo matarlo.

Algunos lo recuerdan como el más grande amor de Fidel Castro. Se trata de una mujer que parece salida de un film de espionaje: Marita Lorenz, ciudadana estadounidense originaria de Alemania que cuando tenía 19 años fue seducida por Castro.

Corría 1959 cuando Marita conoció a Castro mientras estaba en un crucero sobre el transatlántico MS Berlín: su padre era capitán de la nave y ella viajaba a menudo con él. El día en que vio a Fidel, la MS Berlín estaba en el puerto de La Habana, Castro apenas había tomado el poder y se había divorciado de su primera esposa, Mirta Díaz Balart.

En una de las cabinas de la nave ocurrió el primer beso y cuando ella retornó tres días después a Nueva York, donde vivía, el líder cubano la llenó de llamas telefónicas pidiéndole que volviera, prometiéndole que mandaría un avión por ella.

Marita vivió algunas meses en la isla junto a él, en una suite del Habana Hilton, aunque Fidel le aclaró enseguida: "Yo estoy casado con Cuba".

Esto no le impidió dejarla embarazada, pero cuando estaba en el séptimo mes fue drogada, obligada a parir y el pequeño le fue sustraído.

Un año después la joven fue reclutada por la CIA para asesinar a Fidel con veneno, pero él logró seducirla una última vez, desbaratando el plan y obligándole a confesar todo. "Cuando lo encontré estaba superada por las emociones", dijo Marita hace unos años. Pudo ver al niño que tuvo con Castro solo dos veces, la última en 1981. Un año antes, en 1980, Castro se había casado con Dalia Soto del Valle, su compañera desde 1961 y con la cual tuvo cinco hijos.

Tras el fin de su historia con Fidel, la mujer volvió a ser conocida por un romance con el dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez y por su testimonio ante el Congreso sobre el asesinato de John F. Kennedy.

Hoy Lorenz tiene 77 años, vive en Queens, y su hermana dijo al New York Post que "está devastada" por la muerte de Fidel. "Estuvo enamorada de él toda la vida", explicó. ANSA.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Cambio de la guardia de honor frente a la imagen de Fidel Castro. Foto: Reuters

LA MUERTE DE FIDEL CASTROAFP, EFE, ANSA

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