RUSIA
El presidente ruso, Vladimir Putin, expresó su pésame a las familias de las víctimas y ordenó una revisión de las reglas del permiso de porte de armas.
Nueve personas, entre ellas siete alumnos murieron este martes en un tiroteo en una escuela de Kazán, una ciudad del centro de Rusia, donde las fuerzas de seguridad detuvieron a un joven de 19 años.
Imágenes difundidas por testigos en las redes sociales muestran a niños o adolescentes saltando desde las ventanas del edificio de tres pisos para huir del tiroteo. En otras se pueden ver a personas ensangrentadas echadas afuera del edificio, recibiendo primeros auxilios.
El asesino mató a nueve persona, dijo Rustam Minnijánov, presidente de Tartaristán, la república musulmana rusa de la cual Kazán es la capital. “Perdimos siete niños, estudiantes. Cuatro niños y tres niñas. Además, perdimos a un maestro. Y perdimos a otra mujer. En total, perdimos nueve personas”, dijo Rustam Minnijánov.
Otras 20 personas, 18 niños y dos adultos, fueron hospitalizadas. Seis menores se encuentran en estado grave y en cuidados intensivos.
El presidente ruso, Vladimir Putin, expresó su pésame a las familias de las víctimas y ordenó una revisión de las reglas del permiso de porte de armas.
"Odio a todos".
Un video difundido en las redes sociales y en la televisión rusa mostraba al presunto tirador, un joven sin camisa y ensangrentado tendido en una celda, afirmando haber premeditado su acto porque “odia a todos” y diciendo que era “Dios”.
El autor de la matanza, identificado como Ilnaz Galiáyev, de 19 años, se entregó a la policía sin oponer resistencia.
“Tomé conciencia de que soy dios. Nadie me lo dijo, yo mismo tomé conciencia”, dice Galiáyev en un vídeo publicado en las redes sociales en el que se le ve con el torso desnudo atado a un banco en una celda mientras es interrogado por la policía. El detenido aseguró con un vocabulario vulgar que dentro de él se “despertó un monstruo” y comenzó a “odiar a todos”.
En apenas ochos minutos, con una escopeta de repetición de fabricación turca, legalmente registrada, Galiáyev perpetró la masacre y se cebó especialmente con la clase 8a, donde abrió fuego mientras asistían a una lección.
Tras perpetrar la matanza, Galiáyev salió de la escuela con los brazos en alto para entregarse a la policía de Kazán.
En abril pasado el autor del ataque había sido expulsado por mal rendimiento académico del instituto de formación profesional adjunto a la universidad TSIBI de Kazán.
“Era un estudiante tranquilo, no era conflictivo... Era respetuoso con sus compañeros y con los profesores”, dijo a la agencia oficial TASS una fuente del instituto.
Un excompañero de Galiáyev aseguró al digital Gazeta.ru que este es una persona muy encerrada en sí misma y “prácticamente no hablaba con nadie”. “Siempre andaba de mal genio y parecía cansado, sobre todo el último tiempo, cuando aún venía al instituto”, agregó.
Kazán, una ciudad de más de 1,2 millones de habitantes, se encuentra a unos 700 kilómetros al este de Moscú.
El ataque en la escuela de Kazán es el más cruento en un centro educativo ruso desde octubre de 2018, cuando un estudiante de 18 años mató a 20 personas e hirió a más de 40 en un instituto de formación profesional en la península de Crimea, tras lo cual se suicidó.
Sin embargo, los incidentes violentos que involucran a estudiantes han ido en aumento en los últimos años.
En su momento, el presidente Putin culpó de la matanza a la “globalización”, estimando que el fenómeno de los tiroteos escolares se originó en Estados Unidos.