El actual presidente brasileño considera que el posible encarcelamiento del exmandatario puede desatar un estado de "inestabilidad" en el país y tener repercusiones internacionales.

El presidente de Brasil, Michel Temer, admitió por primera vez que una eventual prisión del ex mandatario Lula da Silva puede desatar un estallido y afectar la delicada transición política iniciada en agosto.

"Si Lula fuera preso eso causaría un problema en nuestro país e, inclusive, internacionalmente, pues habría movimientos sociales cuestionando la decisión del Poder Judicial", declaró Temer.

Luego el mandatario, que asumió el 31 de agosto pasado, reconoció que si Lula da Silva fuera encarcelado "esto puede causar inestabilidad", en el flamante gobierno.

Luiz Inácio Lula da Silva, fundador y líder del Partido de los Trabajadores (PT), fue procesado a fines de setiembre por la causa "Lava Jato" (Lavado Rápido) por supuesta corrupción y lavado de dinero en el marco del escándalo en la petrolera Petrobras.

Ese proceso está a cargo del famoso juez de primera instancia Sergio Moro, conocido por su posición inquebrantable frente a la corrupción. Moro ha condenado a importantes dirigentes del PT así como a connotados empresarios como Marcelo Odebrecht, titular de la mayor constructora del país.

Esta semana, Lula da Silva reiteró sus ataques al magistrado y el grupo de fiscales que trabajan en la causa "Lava Jato", iniciada en 2014. Según el dirigente del PT, ese juez sería parte de un presunto plan político urdido por los autores, dijo, del "golpe que derribó" a la mandataria Dilma Rousseff.

El exvicepresidente Temer asumió la Jefatura de Estado el 31 de agosto tras la destitución, en un juicio político sustanciado en el Senado, de Rousseff, ahijada política de Lula y afiliada al PT.

Temer concedió una entrevista de casi dos horas a la TV Cultura en la noche del lunes y sus declaraciones son uno de los temas principales de la agenda política de este martes.

"Si usted me pregunta 'si Lula fuera preso, ¿esto causa problemas al gobierno?' yo le digo que sí, causa. No para el gobierno, sino para el país", afirmó.

Por su parte, el ahora procesado Lula afirmó que continuará adelante con la denuncia presentada ante el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, donde acusó a la Justicia brasileña de persecución política además de la supuesta violación del derecho de defensa y las garantías de un proceso justo.

En otro momento del reportaje televisivo, Temer fue indagado sobre su eventual vínculo con la telaraña de corrupción tejida en torno a Petrobras, que dio lugar al escándalo del "Petrolao".

Temer aseguró no estar "preocupado" con las versiones que lo relacionan con ese caso de corrupción ni con el contenido de la "delación premiada" que realizó el Odebrecht.

El empresario está preso desde 2014 y fue condenado a casi 20 años de prisión por ser el responsable del pago de sobornos para obtener contratos con Petrobras y aportar dinero a campañas electorales.

Marcelo Odebrecht firmó un acuerdo de "delación premiada" por el cual su pena será atenuada a cambio de revelar los nombres de cerca de 200 políticos que recibieron dinero ilegalmente.

En Brasilia se estima que antes de fin de año el juez Moro autorizará la publicación de esa "delación premiada" que puede hacer temblar los cimientos políticos de Brasil, y hasta salpicaría al propio Temer.

Pero el proceso "Lava Jato" no es el único que podría afectar al presidente. El Tribunal Superior Electoral (TSE) abrió otra causa, relacionada con el presunto aporte de dinero a la campaña presidencial de 2014.

En esas elecciones de octubre de 2014 resultó vencedora la fórmula Dilma Rousseff (PT)-Michel Temer (PMDB), que habría sido financiada con dinero sucio aportado por la constructora Andrade Gutierrez, cuyos directivos también están condenados.

Al ser consultado sobre ese proceso, Temer respondió: "dejemos trabajar a la Justicia, no estoy preocupado por el TSE".

ANSA

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