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Temer lucha y sigue en riesgo

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El presidente Michel Temer participó ayer con el ministro de Defensa, Raúl Jungman y las jerarquías militares en un acto por los 152 años de una base naval en Brasilia. Foto: AFP.
EVARISTO SA

Plantea al Supremo Tribunal cerrar caso de supuesta corrupción, denuncia la falta de pruebas y que solo buscan comprometerlo.

Michel Temer siempre fue un corredor de fondo en los envenenados pasillos del poder brasileño, desde donde emergió hace un año para desbancar a su compañera Dilma Rousseff. Y aunque su mandato está siendo convulso, el veterano estratega sabe cómo sobrevivir en el abismo.

Lo lleva haciendo desde que hace tres décadas desembarcó en Brasilia.

La última demostración llegó el viernes, cuando los jueces del Tribunal Superior Electoral (TSE) salvaron su mandato por una mayoría 4 a 3, en contra del parecer del relator, que afirmó que el sistema de sobornos descubierto en la campaña de reelección de Rousseff y Temer en 2014 alcanzaría para "anular" esos comicios.

Después de conocer el fallo del TSE, Temer afirmó que "prevaleció la Justicia de forma plena y absoluta", y subrayó que la resolución es una señal de que las instituciones "continúan garantizando el buen funcionamiento de la democracia brasileña". Agregó que "el Tribunal se manifestó de manera independiente. Cada uno de nosotros acatará la decisión con sobriedad, humildad y respeto".

No es la primera vez que consigue salvar su mandato desde que el 17 de mayo la revelación de una comprometedora grabación —en la que parecía dar su aval para la compra del silencio del poderoso expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, —ahora preso— empujó a su gobierno a la cornisa.

"No renunciaré. Repito, no renunciaré", proclamó después de que el Supremo Tribunal Federal (STF) decidiera investigarle.

Y no se ha ido. Pero en aquella velada, registrada en el grabador de uno de los dueños del gigante cárnico JBS, Joesley Batista, para muchos empezó el fin de un mandato que nunca se despojó de las convulsiones de su nacimiento, en pleno frenesí del juicio político a Rousseff.

Miles de brasileños se manifestaron para pedir su salida, al tiempo que una veintena de pedidos de juicio político se sumaban en el Congreso y el PSDB se planteaba abandonar su gobierno.

Pero, una vez más, ganó tiempo.

Más allá del tiempo que ha ganado, igual tiene abierto el frente en el STF, que le investiga por los supuestos delitos de corrupción, obstrucción a la Justicia y asociación ilícita.

Rechazo.

El viernes, en un documento de 14 páginas dirigido al ministro del STF, Luiz Edson Fachin, relator de la trama de sobornos conocida como Lava-Jato, los abogados del presidente Temer expusieron críticas a las 82 preguntas que las autoridades de la Policía Federal le enviaron al mandatario sobre la grabación que hizo Batista y plantearon 48 motivos para que Temer no respondiera. Asimismo, pidieron se archive la investigación que se lleva a cabo al presidente.

La defensa señala que el empresario que ha sido investigado por la Justicia y ha confesado, puso en escena una farsa que deriva en "una investigación invasiva, arrogante y desprovista del mínimo respeto y de civilidad". Sostiene que "el cuestionario es una afrenta a su dignidad personal y al cargo que ocupa, además de atentar contra vairas normas legales, así como contra los derechos individuales, establecidos por el texto constitucional".

La Policía Federal envió el cuestionario al presidente con autorización de Fachin. Las preguntas fueron remitidas inicialmente con plazo de 24 horas para que Temer las respondiera, pero se amplió hasta el viernes pasado. Las 82 preguntas se refieren principalmente a la conversación entre el presidente y Joesley Batista, que fue grabada por éste. Entre otras preguntas, la Policía pide a Temer aclarar qué quiso decir con la frase "tiene que mantener eso", después de que Joesley le dijo que estaba bien con Eduardo Cunha.

Los abogados indicaron que las autoridades están más preocupadas por comprometer al presidente que llegar a la verdad de los hechos y los investigadores muestran falta de imparcialidad.

Alega que Fachin no esperó la pericia para saber si el audio de la conversación entre Temer y Joesley fue editado o alterado y optó por plantear el cuestionario que tiene preguntas inoportunas que hacen a la vida personal del presidente.

Los abogados estiman que "el cuestionario demuestra la falta de elementos incriminatorios contra el presidente".

Pragmático.

La carrera política de Temer, de 75 años, dio su gran vuelco hace poco más de un año cuando, tras más de cinco como vicepresidente de la izquierdista Rousseff, tomó las riendas de Brasil tras la suspensión, y luego la destitución definitiva, de su excompañera de fórmula.

Discreto organizador entre bastidores, supo abandonar a tiempo el barco de la mandataria, de quien ya se había desmarcado meses antes reprochándole que le tratara como un "vicepresidente decorativo". Él quería más.

Rousseff le acusa de haber orquestado un "golpe parlamentario" junto a Cunha, apodado el "Frank Underwood de la política brasileña", en referencia al maquiavélico protagonista de la serie "House of Cards".

Aunque solo Temer sigue ahora en pie. Escudado en su aire glacial y gestos contenidos, el presidente ha gobernado impermeable a las críticas de quienes cuestionan su legitimidad o la dureza de sus ajustes, confiado en su capacidad de gerente para rescatar a Brasil de la crisis.

Pragmático y con el apoyo de los mercados, siempre ha pensado que el éxito de sus polémicas reformas le permitirá pasar a la posteridad como el presidente que sacó a Brasil de la peor recesión de su historia, dejando en segundo plano sus ínfimos índices de popularidad.

"Este gobierno consiguió hacer muchas cosas en sólo un año", reivindicó en la víspera del juicio en el TSE.

Pero la mejora de las cifras, incluyendo el primer crecimiento del PIB tras ocho trimestres de contracción, no ha sido suficiente para conectar con la población a este político que apenas había salido de la sala de máquinas del poder.

Temer creció en una finca del interior paulista como el menor de ocho hermanos de una familia de inmigrantes libaneses católicos, llegados a Brasil 15 años antes. En la capital económica del país se convirtió en un prestigioso abogado constitucionalista e inició la carrera que lo llevó a ser tres veces presidente de la Cámara de Diputados durante sus seis mandatos como legislador del PMDB, partido que presidió durante 15 años.

Su salto a la primera línea atrajo igualmente los focos hacia su tercera esposa, Marcela, madre de su quinto hijo y 43 años menor. Esta exconcursante de certámenes de belleza, con "Michel Temer" tatuado en la nuca, fue ensalzada en un polémico perfil de la revista "Veja" como la primera dama perfecta: "Bella, recatada y de su hogar". El artículo no tardó en hacerse viral.

Amante de las letras, cuando aún era vicepresidente reunió los poemas que escribía en servilletas en el libro "Anónima intimidad" (2013). Pero como se desprende de los versos de "Asintonía", por entonces no se avistaba la tormenta.

"No hay tragedia / A la vista. / Ni recuerdos / De tragedias pasadas. / Ni dolores en el presente. / Lamentablemente / Todo va bien / Por eso / Andan mal / Mis escritos".

Eran otros tiempos.

Limitación para rebajar las tasas.

La elevada incertidumbre sobre los pronósticos para la implementación de reformas estructurales en Brasil pesaría sobre la economía y podría limitar el margen de maniobra para la reducción de las tasas de interés, dijo el presidente del Banco Central, Ilan Goldfajn.

Según la transcripción de un discurso de Goldfajn durante un evento en Brasilia, el titular del banco central brasileño sostuvo que el impacto inflacionario de los ajustes en junio sobre varios precios regulados no fue relevante para la política monetaria. Fuente: REUTERS

La Corte y el presidente se enfrentan.

El Supremo Tribunal Federal de Brasil arremetió ayer tras un informe de que el presidente Michel Temer ordenó a los servicios de inteligencia del país investigar al juez que supervisa su caso de corrupción con el fin de ensuciarlo.

La revista Veja del viernes cita a un ayudante anónimo de Temer que dice que la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin), había sido encargada de encontrar material comprometedor sobre el juez del Supremo Tribunal Federal (STF) Edson Fachin.

El STF emitió un comunicado inusualmente fuerte para denunciar cualquier presión sobre sus jueces. "Es inadmisible cometer un crimen muy grave contra el Supremo Tribunal, contra la democracia y contra la libertad", dijo la declaración firmada por su presidenta, Carmen Lucia. Describiendo la presión contra los jueces como la práctica "propia de una dictadura", Lucia añadió que el tribunal "rechaza vehementemente el acecho espurio, inconstitucional e inmoral contra cualquier ciudadano y más aún contra uno de sus miembros, más todavía si tiene por objeto limitar a la Justicia". Advirtió que puede haber "consecuencias legales, políticas e institucionales" si la operación informada fuera "probada en cualquier momento".

El palacio presidencial respondió rápidamente, diciendo que Temer nunca le pidió a Abin "investigar la vida del ministro del STF Edson Fachin, como se informó". "El gobierno no usa el aparato público contra los ciudadanos brasileños, mucho menos en cualquier tipo de acción que no respete las estrictas reglas de la ley", agregó.

La declaración también insistió en el apoyo del gobierno de Temer a la investigación del Lava-Jato. Fuente: AFP

El eterno femenino de una imaginativa pintora
El presidente Michel Temer participó ayer con el ministro de Defensa, Raúl Jungman y las jerarquías militares en un acto por los 152 años de una base naval en Brasilia. Foto: AFP.

UN FALLO A FAVOR DE TEMER

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