El presidente brasileño, Michel Temer, dijo ayer que piensa en comenzar a grabar "institucionalmente" todas sus conversaciones con ministros, después de que un supuesto audio obtenido por el extitular de Cultura dejara en duda su "integridad".

"Creo que grabar en forma clandestina es indigno, pero que un ministro grabe de esa manera una conversación con el Presidente de la República es gravísimo", declaró Temer.

El presidente se refirió así a un asunto que el pasado viernes llevó a dimitir al ahora extitular de la Secretaría de Gobierno Geddel Vieira Lima, acusado de tráfico de influencias por el también exministro de Cultura Marcelo Calero.

Según este último denunció a la Policía Federal, Vieira Lima lo "presionó" para que liberase la construcción de un edificio en el que había comprado un apartamento sobre planos y que había sido vetada por un instituto que depende del Ministerio de Cultura.

Calero dijo que llevó el asunto al propio Temer, pero que sintió del mandatario las mismas "presiones" que atribuyó a Vieira Lima y que fue eso lo que lo llevó a presentar su renuncia hace diez días.

Calero entregó unas grabaciones de algunas de las conversaciones que mantuvo sobre el asunto con Vieira Lima y también con el propio Temer.

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