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Tailandia en estado de shock

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Policía tailandesa y Ejército buscan pistas en la escena del crimen. Foto: Reuters.
Experts investigate the Erawan shrine at the site of a deadly blast in central Bangkok, Thailand, August 18, 2015. A bomb blast at a popular shrine in Bangkok that killed 22 people including eight foreigners did not match the tactics used by separatist rebels in southern Thailand, the country's army chief said on Tuesday. REUTERS/Athit Perawongmetha THAILAND-BLAST/
ATHIT PERAWONGMETHA/REUTERS

Bangkok registró ayer un nuevo ataque con explosivos, que resultó fallido, mientras las autoridades buscan a un varón sospechoso de colocar el artefacto que ayer provocó, según el último recuento oficial, al menos 20 muertos y 123 heridos.

Este mediodía, otra bomba de fabricación casera, parecida a la detonada la víspera, explotó en un embarcadero de Bangkok, en este caso sin causar víctimas.

Un portavoz policial señaló que el artefacto fue arrojado desde el puente de Sathorn y cayó, tras golpear en un pilar, en un canal, levantando una enorme columna de agua tras su estallido.

El incidente se produjo menos de 24 horas después de la matanza del lunes por la explosión de una bomba en el centro urbano.

Las cámaras de seguridad captaron a un joven de pelo largo, gafas, camiseta amarilla y que cargaba una mochila que abandonó en el popular santuario religioso hindú y budista de Erawan.

El sospechoso se alejó a continuación del lugar con el paso calmado y mirando la pantalla de un móvil. Minutos más tarde, la bomba, compuesta por dinamita según las autoridades, detonó dejando un reguero de sangre y cuerpos desmembrados.

Las víctimas mortales son, según los últimos datos oficiales divulgados a media tarde, 6 tailandeses, 4 malasios, 3 chinos, 2 ciudadanos de Hong Kong, 1 indonesio y 1 singapurense, además hay tres cadáveres sin identificar. Ningún grupo ha reivindicado todavía la autoría del ataque.

Policía tailandesa y Ejército buscan pistas en la escena del crimen. Foto: Reuters.
Policía tailandesa y Ejército buscan pistas en la escena del crimen. Foto: Reuters.

Indicios.

Los equipos de limpieza se afanaban a primera hora del día en borrar las manchas de sangre que impregnaban el pavimento de la intersección de Ratchaprasong, una de las vías más concurridas de la ciudad, donde se registró la deflagración al final de la tarde, en plena hora punta.

Durante toda la noche, los equipos de investigación de la Policía y el Ejército registraron el lugar palmo a palmo para recabar todas las pruebas posibles y recoger restos de cuerpos humanos esparcidos.

Cristales rotos, metales retorcidos, cascotes de piedra y partes de un banco, donde supuestamente fue abandonada la bolsa con el explosivo, aún se podían observar en la escena.

"Fue como un terremoto. Todo se movía. Al salir a la calle nadie sabía lo que había sucedido. Nadie esperaba esto", señaló una empleada de un establecimiento de moda en un lujoso centro comercial anexo al lugar del incidente. Alrededor de las 12.00 hora local, la Policía tailandesa abrió de manera parcial el tráfico rodado en el área.

Decenas de rosas rojas, junto a carteles y postales de recuerdo, fueron depositadas de manera espontánea en uno de los pilares del metro elevado que sobrevuela el altar religioso de la representación tailandesa del dios hindú Brahma, al que cada día acuden miles de fieles en busca de buena fortuna.

"A pesar de la pérdidas de vidas extranjeras y locales por este incidente queremos mostrar que Tailandia y Bangkok siguen siendo un lugar seguro para los visitantes", dijo Thapanee K, trabajadora del sector turístico, tras colocar su ofrenda.

El primer ministro tailandés, el general golpista Prayuth Chan-ocha, garantizó que las autoridades "perseguirán" al responsable de la matanza e instó a la "unidad" del país antes de pedirle cautela frente a los rumores diseminados por las redes sociales.

Más de 10.000 efectivos de seguridad han sido desplegados en numerosos controles de seguridad y carretera, confirmó un portavoz de la junta militar que rige la nación desde el 22 de mayo de 2014. "Tailandia continúa siendo segura para los turistas (...) Si fueran necesarias mayores medidas de seguridad, como el despliegue de militares y policías en las calles serán consideradas", apuntó en rueda de prensa Norachit Sinhaseni, secretario permanente del ministerio de Asuntos Exteriores, tras reunirse con diplomáticos de 76 países con legaciones en el país. "Este era uno de los lugares más pacíficos de Bangkok. Un sitio de la Tailandia tradicional, afamado. No tengo miedo de estar aquí. He venido muchas veces y te aseguro que volveré a pesar del ataque", comentó Michel Garrivet, un turista francés.

Ayer el Reino Unido confirmó que una de las víctimas era de esa nacionalidad. El ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Philip Hammond confirmó esta información. "Puedo confirmar que una ciudadana británica residente en Hong Kong perdió la vida en el atentado de ayer. La embajada del Reino Unido en Tailandia está asistiendo a su familia en estos momentos tan difíciles", dijo Hammond.

El sospechoso en cámaras.

La Policía hizo circular imágenes que muestran a un hombre joven, vestido con una camiseta amarilla y con una mochila en la espalda, que estaba cerca del templo poco antes de la explosión. En otras imágenes posteriores, el hombre ya no lleva su mochila.

"Está claro, es el autor del ataque", señaló a la cadena local el portavoz de la Policía, Prawut Thavorn, quien agregó que buscan a la moto-taxi que lo condujo allí.

Ya 23 países instaron precaución a los viajeros.

Veintitrés países emitieron ayer advertencias para sus nacionales que viajen a Tailandia. La mayoría de los países —entre ellos Francia, Japón, Suiza o Estados Unidos— instaron a los viajeros a extremar la precaución durante su estancia en Tailandia, informa el diario "Bangkok Post". Solo Hong Kong pidió a sus nacionales evitar viajes a Tailandia que no sean esenciales. Las autoridades tailandesas buscan a un sospechoso de colocar el lunes una artefacto explosivo en un conocido recinto religioso de Bangkok que causó víctimas locales y extranjeras.

El ministro tailandés de Defensa, general Prawit Wongsuwan, dijo que los atentados cometidos en el centro de Bangkok trataban de causar el mayor número de víctimas y dañar la industria turística, clave en la economía local.

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