ESPAÑA

Pedro Sánchez será protagonista de dos debates decisivos.

El próximo domingo, los ciudadanos de España elegirán un nuevo gobierno, en un panorama de fragmentación política, en el que las encuestas de intención de voto otorgan la victoria al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) que lidera el actual presidente Pedro Sánchez. Pero, los sondeos de opinión pública apuntan a que será una victoria sin mayoría para gobernar.

De la votación surgirán los 350 miembros de las Cámara de los Diputados y es necesario lograr 176 bancas para asegurarse la mayoría. Hasta ahora, en una elección con un alto nivel de indecisos, esa perspectiva parece imposible.

Por primera vez desde la restauración de la democracia en España en 1977, cinco partidos nacionales tienen opciones de repartirse la mayoría parlamentaria el próximo 28 de abril: PSOE, el Partido Popular (conservador), liderado por Pablo Casado, Ciudadanos, la fuerza política surgida en Caraluña, a la que Albert Rivera dio alcance nacional, Unidas Podemos (izquierda) encabezado por Pablo Iglesias y Vox (extrema derecha), guiado por Santiago Abascal, que por primera vez tiene firme posibilidad de entrar al Parlamento y de modificar el panorama político.

De esta manera, se plantea un escenario plural con opciones para todos los gustos políticos.

El promedio de encuestas difundido por El País de Madrid muestra al PSOE en primer lugar con 29,4% de los votos, seguido del PP con 20,6%, Ciudadanos con 15,1%, Unidas Podemos con 13,6% y Vox con 10,9%.

Una nueva encuesta de 40dB que difundió ayer sábado El País de Madrid presenta esta perspectiva: PSOE 28,8% (129 bancas), PP 17,8% (75 bancas), Ciudadanos 14,1% (49 bancas), Unidas Podemos 13,2% (33 bancas), Vox 12,1% (32 bancas) y otros partidos 11,3% (32 bancas). El sondeo muestra 26% de indecisos.

En una campaña dura y ante la posibilidad de resultados inciertos, Sánchez, y Casado, como líderes de los dos principales partidos españoles, han pedido el voto útil a izquierda y derecha para garantizarse un gobierno estable.

Sánchez reclamó, en un acto el viernes, "a los que están pensando en otras opciones políticas (...) aunar el voto en la única fuerza que puede frenar a las tres derechas (en referencia a PP, Ciudadanos y Vox), que es el PSOE".

También el candidato del PP pidió para el 28 de abril un voto "unido, moderado, sensato y centrista", con el que conseguir el mayor número de escaños posibles para desalojar del Ejecutivo a Sánchez.

Las encuestas auguran una gran caída del PP, que en la última legislatura fue el partido mayoritario con 137 diputados, por lo que su líder está volcado en la campaña para conseguir la remontada y ya ha recorrido muchos de los 15.000 kilómetros previstos. Es el más activo de todos los candidatos con días de hasta cinco intervenciones en otros tantos lugares.

En los últimos días, el tema central ha sido el de los debates entre candidatos y el viernes finalmente quedó fijado que habrá dos esta semana en dos días consecutivos —mañana lunes, uno en la televisión pública y el martes otro en una cadena privada—, en los que participarán los cabezas de lista de los cuatro partidos con representación parlamentaria: PSOE, PP, Ciudadanos y Unidos Podemos.

El calendario inicial tuvo que modificarse después de que la Junta Electoral Central prohibiera la participación en el debate organizado por la cadena privada Atresmedia de Vox por carecer de representación en el Parlamento español.

Sánchez había optado por una actuación plana, de "riesgo cero" en la campaña, algo que la polémica de los debates varió pues el PSOE tuvo que rectificar su pretensión inicial de incluir a Vox.

Rivera e Iglesias, han llevado una campaña más tranquila, apoyándose en otros candidatos de sus respectivos partidos.

Por su parte, el aspirante de Vox, Santiago Abascal, que se estrena como candidato, se ha mantenido alejado de los grandes medios de comunicación, aunque muy presente en las redes sociales.

Desde junio de 2018 gobierna el PSOE pese a tener solo 84 diputados como consecuencia de una moción de censura contra el gobierno del PP que presidía Mariano Rajoy, que prosperó gracias al apoyo de Podemos y los nacionalistas.

Un punto de expectativa es la elección está en Cataluña para saber si el secesionismo sigue con fortaleza y unido.