EN EL MEDITERRÁNEO

El capitán de la oenegé española Open Arms, anclado ayer viernes a pocos centenares de metros del puerto italiano de Lampedusa, describió la situación en el barco humanitario como “explosiva” por el estado de salud de los 134 migrantes que quedan a bordo.

La embarcación lleva desde el 1 de agosto en el Mediterráneo esperando un puerto y desde el 14 de agosto está en aguas italianas, pero sin poder acercarse a tierra, pues el ministro del Interior, Matteo Salvini, se niega a permitirlo.

A bordo hay 28 menores, de entre 16 y 17 años, procedentes de Eritrea, Sudán, Nigeria, Chad, Egipto, Gambia y Mali.

“Todo el mundo está psicológicamente roto. No podemos aguantar más esta situación. Cada segundo que pasa la bomba corre un segundo para atrás. O alguien corta el cable rojo y desactiva esta bomba ya o el Open Arms va a explotar”, declaró el capitán del barco, Marc Reig, a TVE. “Es inhumano. Estamos cerca de tierra y la gente podría ir nadando. Se quieren tirar al agua. Es insostenible. No pueden más”, insistió Reig.

En Twitter, Open Arms explicó que tenían amenazas de suicidio a bordo.

“No cederé”, advirtió ayer viernes Salvini, que prohíbe el desembargo de los migrantes.

Comentando la situación de salud de 13 migrantes evacuados de urgencia del barco la noche del jueves, Salvini aseguró que todos estaban bien excepto una persona que sufría una pequeña otitis.

Para Salvini, el buque humanitario “ha hecho piruetas en el Mediterráneo durante días con el único fin de recoger al máximo número posible de personas para llevarlos siempre y únicamente a Italia”.

“Durante todo este tiempo, habría ido y vuelto tres veces de un puerto español”, ironizó.

“Esta oenegé, en definitiva, solo lucha batallas políticas”, agregó.

El jueves, seis países de la UE se mostraron dispuestos a acoger a una parte de los migrantes del Open Arms. “Estamos muy agradecidos por la cooperación de Francia, Alemania, Luxemburgo, Portugal, Rumanía y España”, declaró la portavoz de la Comisión Europea Vanesa Mock. “La situación en la que personas están abandonadas en el mar durante días y semanas resulta insostenible”, advirtió.

Este es el enésimo caso de una embarcación humanitaria a la deriva en el Mediterráneo a la espera de que el gobierno italiano y su ministro del Interior autoricen el desembarco.

En un cambio de discurso, el primer ministro Giuseppe Conte criticó la “obsesión” de Salvini por la cuestión migratoria y por mantener “cerrados los puertos”.

“Está claro que sin mi resolución la Unión Europea nunca hubiera movido un dedo y hubiera dejado Italia y a los italianos a su suerte, como hizo durante años”, se defendió Salvini en un mensaje en Facebook.

Tras romper la coalición de gobierno la semana pasada, Salvini había presentado una moción de censura contra Conte, pero sus planes de forzar una convocatoria inmediata de elecciones anticipadas se han visto frustrados.

Una alianza imprevista entre el Movimiento 5 Estrellas (M5S), ex aliado de Salvini, y el Partido Demócrata permitió posponer, sin una fecha establecida, la votación de la moción.

No obstante, el primer ministro Conte deberá afrontar el próximo martes 20 el voto de una moción de confianza en el Senado.