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Lo que sigue al pacto con Irán

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El presidente estadounidense, Barack Obama, debe ahora "vender" el acuerdo nuclear con Irán al Congreso de EE.UU., donde los republicanos se oponen y en el que los demócratas tienen la llave para no frustrar la estrategia diplomática de la Casa Blanca.

Las maratonianas jornadas de negociación en Lausana (Suiza) para alcanzar un entendimiento con Teherán que guíe los próximos tres meses de discusiones técnicas podrían quedar en papel mojado si el Congreso consigue un consenso a prueba de veto presidencial para rechazar los términos del acuerdo.

Los republicanos se han mostrado desde el primer momento en contra de los términos del acuerdo marco anunciado el jueves y quieren aprobar una ley que permita al Legislativo tener voz sobre si se pone en práctica el histórico acuerdo nuclear.

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La portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Marie Harf, reiteró ayer que el presidente Obama vetará esa legislación si llega a su escritorio, aunque el gobierno está abierto a debatir un papel "supervisor" para el Congreso.

La llave.

El mayor problema para la Casa Blanca será si suficientes demócratas deciden sumarse a los republicanos y apoyar la ley que permita al Congreso rechazar el acuerdo con Irán con bastantes votos (dos tercios) como para negar al presidente el poder de veto.

El acuerdo preliminar alcanzando en Lausana obliga a Irán a reducir el número de centrifugadoras para enriquecer uranio en dos tercios, rebajar el nivel de enriquecimiento de uranio e inspecciones de las tres principales instalaciones atómicas iraníes a cambio del levantamiento progresivo de sanciones. Las potencias internacionales implicadas en las negociaciones (EE.UU., Rusia, China, Reino Unido, Francia, Alemania y la Unión Europea) deberán pulir los detalles técnicos del acuerdo final antes del 30 de junio.

El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, aseguró ayer en un artículo de opinión en el diario Boston Globe que "no hay aspecto del acuerdo que esté basado en promesas o confianza".

"Cada elemento está sujeto a pruebas. Solo si Irán responde a sus obligaciones, verificado por la OIEA (Organismo Internacional de la Energía Atómica) y nuestros ojos y oídos, recibirá alivio de las sanciones", explicó.

El presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, el republicano Bob Corker, quiere que la nueva legislación para revisar el acuerdo con Irán sea debatida en su comisión el 14 de abril para acelerar un proceso en el que la Casa Blanca también deberá demostrar su capacidad negociadora.

Ben Cardin, senador y principal figura demócrata en el Comité de Relaciones Exteriores de la cámara alta, se ha convertido en un político clave para determinar si el Congreso se interpondrá en la diplomacia de la Casa Blanca con Irán.

Cardin, quien ha ocupado ese puesto tras la renuncia temporal del senador Robert Menéndez sobre el que ahora pende una acusación de corrupción, ha asegurado que el Congreso tiene derecho a revisar el acuerdo con Irán, pero ha matizado que su intención no es debilitar al presidente.

Obama tiene previsto hablar con el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, y con el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell para iniciar la intensa persuasión del Congreso.

Pero pese al poder de convencimiento de la Casa Blanca y el nivel de concreción alcanzado en Suiza, importantes demócratas siguen sin ver con buenos ojos el acuerdo con Irán.

El influyente senador demócrata Tim Kaine ha asegurado que la legislación para revisar el acuerdo con Irán "instaura un proceso constructivo", que otorga al Legislativo el poder supervisor que se le supone.

El congresista demócrata y miembro del comité de Relaciones Exteriores de la cámara baja, Ted Deutch, dijo en un comunicado que es "escéptico" por la "larga historia de despiste y engaños" en las que ha concurrido Irán en el pasado.

No obstante, los demócratas están muy divididos entre los que consideran el acuerdo con Irán un paso histórico para alejar al régimen de los ayatolá de sus pretensiones de obtener armas nucleares y los que no confían en que se esté presionando lo suficiente a Teherán.

El secretario Kerry ha tratado de aventar la idea de que el pacto ha dejado victorioso a Irán y lo ha defendido enérgicamente. "Este es el mayor y el más invasivo acuerdo de control e inspección de armas jamás alcanzado", expresó Kerry en una entrevista con la cadena de televisión ABC News.

"Aquellas personas que lo critican (al acuerdo), es porque no tienen ninguna alternativa", indicó, en velada referencia a Israel. "Por supuesto que se puede caer todo", continuó. "Lo que hicimos fue abrir una ventana de posibilidades", indicó Kerry, que podría perfilarse ahora como un gran estadista.

Exigencia de Netanyahu hacia Irán.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reclamó que cualquier acuerdo eventual sobre el programa nuclear iraní incluya el reconocimiento al derecho a existir de Israel por parte de Irán.

"Israel exige que cualquier pacto final con Irán deberá incluir un reconocimiento claro e inequívoco al derecho a existir de Israel", apuntó Netanyahu, quien el jueves llamó a Barack Obama para rechazar el acuerdo con Teherán.

Alternativa: una bomba antibunker.

El Pentágono puso a prueba una bomba rompe-búnkeres de alta seguridad, una de las armas convencionales más poderosas, capaz de destruir incluso la más protegida instalación nuclear iraní, en caso de que el acuerdo de Lausana se derrumbe, informó The Wall Street Journal.

Ese armamento está pensado para entrar en acción, fundamentalmente en caso de ser necesario atacar a Irán porque incumple los acuerdos.

Jamenei: el enigmático silencio del líder supremo.

Analistas, políticos y ciudadanos iraníes valoraron el pacto nuclear alcanzado con Occidente como un triunfo tanto del país como del gobierno de Hassan Rohani, que abre enormes posibilidades para el país, a falta de saber la opinión del líder supremo Ali Jamenei, que todavía no se pronunció.

El silencio de la máxima figura política y religiosa iraní, juez y parte de toda decisión ejecutiva, es un hecho de difícil, por no decir de imposible interpretación, y ha sido la única salvedad en lo tocante a un anuncio que puede marcar el futuro a corto y medio plazo de la República Islámica. Se especula que un acuerdo de estas características no pudo haberse alcanzado sin el visto bueno del líder supremo. Aún así, hasta que se conozca la opinión de Jamenei no se podrá saber realmente qué calado tendrá el acuerdo y si supondrá realmente un cambio en las políticas iraníes. EFE

LOS PASOS QUE SIGUEN AL PACTO.

1 - La traducción del texto.

En los próximos tres meses, el texto del acuerdo tendrá que traducirse en un documento único final que sea aprobado por todas las partes. Los numerosos detalles e interpretaciones pueden ser motivo de nuevas y arduas discusiones.

2 - Los detalles técnicos.

Los directores políticos de ambas partes comenzarán en dos semanas con los primeros contactos para ir aclarando punto por punto. Estas negociaciones técnicas se producirán con toda seguridad en medio de una tormenta de críticas.

3 - Superar la oposición.

El principal escollo político del acuerdo con Irán es la oposición del Partido Republicano de EE.UU. Obama deberá ingeniarse para convencer a sus adversarios. También debe sumarse la aprobación de los países árabes, así como de Israel.

4 - Fecha final: 30 de junio.

El pacto entrará en efecto recién si un acuerdo final es alcanzado para el 30 de junio. El plazo no es muy largo, teniendo en cuenta las circunstancias anteriores. Una postergación sería un golpe para el entendimiento definitivo.

VEA EL VIDEO EFE Y ANSA 

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