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Serra fue operado ante riesgo de sufrir parálisis

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Protagonistas: Temer y Serra en el centro de la escena política. Foto: EFE
(FILES) This file photo taken on December 16, 2016 shows Brazilian President Michel Temer (L) and his Foreign Minister Jose Serra confering at the Planalto Palace in Brasilia. Brazilian Foreign Minister Jose Serra resigned on February 22, 2017 due to health problems. / AFP / EVARISTO SA FILES-BRAZIL-SERRA-RESIGNATION
EVARISTO SA/AFP

Vuelve al Senado en apoyo a Temer; proponen a Aloysio Nunes.

La renuncia de José Serra al cargo de ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, por motivos de salud, le ha generado un nuevo dolor de cabeza al presidente Michel Temer. Serra, de 74 años, presentó su carta de dimisión la noche del miércoles y dijo hacerlo con tristeza y por problemas de salud que le "impiden mantener el ritmo de viajes internacionales" que son inherentes a la función de canciller.

La rapidez con que Serra precipitó su salida del ministerio intriga hasta a sus amigos más cercanos. El presidente nacional del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el senador Aécio Neves, tuvo conocimiento de la renuncia apenas media hora antes de que el excanciller le entregara la carta de dimisión al presidente Temer.

Todos conocían los dolores incapacitantes y los problemas derivados de la recuperación de la intervención quirúrgica de la columna, que según decía Serra le generaban problemas hasta para movimientos sencillos, debido a que no conseguía mantenerse de pie ni sentado.

La última semana, tuvo una dificultad adicional, debido a que fue sometido a una operación en los ojos el pasado domingo, que le dejó con fuertes hematomas en los párpados.

Sorprendido por la celeridad de los hechos, Neves todavía no se pronunció y dirigentes del PSDB dijeron a O Globo que todavía intentan entender lo que ocurrió. Serra ya volvió a asumir su banca en el Senado y, al contrario de lo que se preveía, no solicitará licencia para cumplir los cuatro meses del programa de recuperación con fisioterapia que le fue recomendado por los médicos que le hicieron la operación.

Neves cuida las articulaciones para el reemplazo de Serra en Itamaraty. Anoche, el PSDB dio su apoyo al senador Aloysio Nunes, de 71 años, abogado con extensa trayectoria académica en la Universidad de São Paulo, y larga actuación política y en el ámbito parlamentario, para suceder a Serra.

También se menciona al senador Tasso Jereissatty y su suplente José Aníbal, y en la cúpula del ministerio se apunta al embajador en Estados Unidos, Sérgio Amaral.

Serra le había comunicado a su suplente, José Aníbal, que conversarían en los próximos días para definir su retorno al Senado. Pero, ayer, presentó una nota a la mesa del Senado para informar que volvía a asumir su banca.

Imposible.

La única persona que conoce los detalles de la decisión de Serra es el diputado Jutahy Magalhães (PSDB) su más cercano aliado y confidente. En la noche del martes, el diputado bahiano cenaba en la casa del presidente de la Cámara, Rodrigo Maia, cuando en horas de la madrugada del miércoles, recibió una llamada de Serra para que se trasladara hasta su casa. Allí, Serra le dijo que había decidido alejarse del ministerio y le mostró un informe posoperatorio que le recomendaba no hacer viajes largos y movimientos bruscos. La cirugía para corregirle los problemas en dos vértebras era ineludible, debido a que corría el riesgo de sufrir parálisis, además de los dolores intensos que le dificultaban el desplazamiento hasta su despacho. El riesgo de parálisis quedó anulado con la operación, pero continúa con los dolores.

"¿Con ese diagnóstico viajó a Alemania?", le preguntó, asustado, Jutahy.

"Viajé para ver cómo reaccionaba. Pero retorné en pésimo estado. Estoy decidido. Voy a ayudar a Michel (el presidente Temer) desde el Senado", respondió Serra, antes de precisar que no podía cumplir con los cuatro viajes internacionales que tenía previstos para los próximos meses, incluyendo uno con destino a Vietnam.

Durante su gestión, que comenzó en mayo de 2016 cuando Temer asumió, Serra, en plena sintonía con el presidente, rompió los lazos tejidos por Dilma Rousseff con los países del "eje bolivariano", en especial con Venezuela. También le imprimió a la diplomacia un acento más económico y volcado a la búsqueda de nuevos mercados.

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Protagonistas: Temer y Serra en el centro de la escena política. Foto: EFE

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