El resultado fue de un margen muy estrecho para la ex Secretaria.

El milagro no llegó. Pero Bernie Sanders en los caucus de Iowa estuvo muy cerca, obligando a Hillary Clinton a un final no apto para cardíacos, a una victoria que se decidió en al menos seis distritos con una moneda, en el clásico estilo de "cara o seca". Hace bien en cantar victoria el senador por Vermont, el ex hippie que se define a si mismo como "socialista" y que predica una "revolución de la política".

Pero según algunos observadores, sería un error leer en el resultado de Iowa una falsa partida para Hillary. La ex secretaria de Estado, que lidera los sondeos a nivel nacional, limitó los daños.

Que luego fue el objetivo de la vigilia, cuando ya se sabía que el peligro Sanders era real. Para la ex secretaria de estado Clinton, que en Des Moines sintió como corría el sudor frío por su frente, lo importante es no haber perdido. Haber evitado en Iowa el fantasma del 2008, la amarga derrota con el entonces outsider Barack Obama, es más que suficiente para mirar hacia adelante con optimismo. 

elecciones primarias en ee.uu.