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Un segundo denunciante enreda más a Donald Trump

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Donald Trump. Foto: AFP

LA TRAMA UCRANIANA

Sería otro agente con información de la trama ucraniana dispuesto a testificar ente el Congreso.

En medio del proceso de juicio político iniciado por los demócratas contra Donald Trump, la confirmación este fin de semana de un segundo denunciante dispuesto a testificar en el caso de la “trama ucraniana”, complicó aún más la situación del presidente de Estados Unidos.

“Puedo confirmar esta información de un segundo #denunciante representado por nuestro equipo legal”, dijo el abogado Mark Zaid en Twitter, oficializando un adelanto del diario The New York Times. “Tiene información de primera mano”, explicó, en referencia a la investigación que los demócratas abrieron sobre Trump acusándolo de presionar al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, para que investigara al ex vicepresidente Joe Biden y a su hijo, Hunter Biden, por supuestos hechos de corrupción.

Zaid dijo recientemente a la revista Washingtonian que esperaba que la identidad del denunciante original, a quien Trump acusó de ser un traidor, nunca se hiciera pública.

El segundo denunciante ya fue interrogado por el inspector general de la Comunidad de Inteligencia, Michael Atkinson.

El presidente rechazó las acusaciones en dos tuits ayer domingo, aunque no hizo mención del segundo denunciante. Trump repitió la afirmación de que Hunter Biden había recibido “100.000 dólares al mes de una empresa con sede en Ucrania, a pesar de no tener experiencia en energía...y por separado recibió 1.500 millones de dólares de China a pesar de no tener experiencia y por ninguna razón aparente”.

Trump pidió a China el viernes investigar al hijo de Biden.

Otros informes aseguran que Hunter Biden recibió hasta 50.000 al mes como miembro de la junta de una compañía de gas ucraniana, Burisma.

Trump dijo en Twitter que “como presidente” tenía “la obligación de poner fin a la CORRUPCIÓN, incluso si eso significa solicitar la ayuda de un país o países extranjeros. Se hace todo el tiempo”. Trump también dijo que Biden, quien lidera la intención de voto entre los demócratas para ser candidato presidencial en 2020, debería “tirar la toalla”.

La presión sobre el presidente aumenta luego que la oposición demócrata, que domina la Cámara de Representantes, ordenara el viernes a la Casa Blanca entregar documentos sobre el caso ucraniano.

Las investigaciones se iniciaron luego de que un primer denunciante -que según algunos informes sería un analista de la CIA- presentara una queja formal al inspector general de la comunidad de inteligencia sobre la presunta presión de Trump a Zelenski. Una transcripción de la llamada telefónica divulgada por la Casa Blanca, así como una serie de mensajes de texto entre diplomáticos estadounidenses, parecen respaldar la queja original.

El segundo informante no ha redactado una queja, como sí hizo el primero, y se ha limitado a conversar con el inspector general de la inteligencia, una figura independiente que se dedica a velar por el buen funcionamiento de la CIA y otras agencias, como la DIA, dedicada al espionaje militar.

La queja del primer agente hizo que los demócratas anunciaran el 24 de septiembre el inicio de una investigación para determinar si el presidente abusó de su poder al presionar a Ucrania para que interfiriera en las elecciones de 2020 investigando a los Biden y, por tanto, debe ser sometido a un juicio político.

El segundo informante confirmado ayer podría no ser el último. En Twitter, el abogado Andrew Bakaj, del mismo estudio jurídico Zaird, indicó que su despacho está presentando a “múltiples informantes”.

Tanto Zaid como Bakaj trabajan para el grupo legal “Rosa de los vientos” que se especializa en la defensa de los llamados “whistleblowers” o informantes, es decir, quienes tienen conocimiento de ilícitos en su lugar de trabajo y deciden denunciarlas.

Desde que estalló el escándalo, Trump ha intentado cuestionar la credibilidad del primer denunciante, supuestamente un agente de la CIA. El mandatario ha afirmado que ese individuo confió en “información de segunda mano”, ya que su queja fue elaborada a partir del testimonio de media docena de funcionarios del Gobierno.

Hasta ahora, los republicanos en el Congreso han sido muy cautos porque temen que hacer frente a Trump les pueda traer problemas con la base del partido, siempre fiel al presidente. No obstante, este fin de semana, los senadores republicanos Mitt Romney, Ben Sasse y Susan Collins dieron un paso adelante para expresar preocupación por la actitud del mandatario.

Los demócratas necesitan el respaldo de los republicanos en el Senado para destituir al presidente, algo que nunca antes ha ocurrido en Estados Unidos.

Solos tres presidentes han afrontado hasta ahora procesos de destitución: Andrew Johnson (1865-1869) y Bill Clinton (1993-2001), quienes fueron absueltos; y Richard Nixon (1964-1974), quien dimitió antes del juicio político.

“Verdadera duda sobre estabilidad de EE.UU.”

El exdirector de la CIA John Brennan puso en duda ayer domingo la “estabilidad” de Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump, acusando al mandatario de corromper las instituciones.

Brennan, que dirigió la CIA en el gobierno de Barack Obama, advirtió en una entrevista con la cadena NBC que “los principios democráticos sobre los que se fundó este país están siendo erosionados”.

Consultado sobre de qué manera podría la CIA evaluar la estabilidad de Estados Unidos, Brennan afirmó: “Lo veríamos como un gobierno muy corrupto que está bajo el control, ahora mismo, de este poderoso individuo que ha sido capaz de corromper las instituciones y las leyes de ese país”. “Pienso que no es una democracia si un autócrata la tiene en sus manos”, añadió.

Acusó a los legisladores republicanos de ser “maleables” por Trump y consideró que “dada la polarización en el país, hay una enorme inestabilidad política aquí que consume al gobierno en este momento”. “Así que sí, pienso que existe una verdadera duda sobre la estabilidad”, dijo.

Trump revocó el año pasado las autorizaciones de seguridad de Brennan, a quien calificó de ser el “peor director de la CIA de la historia”.

Los denunciantes, qué dice la ley
Congreso de Estados Unidos. Foto: AFP

La ley en Estados Unidos protege a los agentes de los servicios de inteligencia que denuncian un acto presuntamente ilegal dentro de las agencias gubernamentales.

Ley enmarcada. Una ley promulgada en 1998 y modificada en 2010 creó la Inspección General de Servicios de Inteligencia (ICIG).

Este organismo es independiente de los servicios de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), que supervisa las agencias gubernamentales.

Cualquier informe debe enviarse a la ICIG, que tiene para revisarlo un plazo de 14 días y, si se considera creíble, transferirlo a la DNI. Este último a su vez debe transmitirlo a los dos comités parlamentarios de inteligencia, el del Senado y el de la Cámara de Representantes, dentro de los siete días siguientes. El denunciante es protegido y su anonimato es preservado.

Caso Ucraniano. El 12 de agosto, un miembro de los servicios de inteligencia -un agente de la CIA según el The New York Times-, envió un informe centrado en una conversación telefónica del 25 de julio entre el presidente Donald Trump y su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski.

Sigue el procedimiento al pie de la letra, informando al ICIG de un “problema urgente”: según él, el presidente usó su función “para solicitar la interferencia de un país extranjero en las elecciones de 2020 en Estados Unidos”.

Su denuncia llega a la oficina del presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el demócrata Adam Schiff, quien decide hacerla pública el 26 de septiembre.

Dos días antes, la presidenta de la Cámara, la también demócrata Nancy Pelosi, había lanzado un procedimiento de destitución contra Trump.

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