INÉDITA COALICIÓN DE GOBIERNO

El austriaco Sebastian Kurz, que se apresta a volver al poder en su país, será a los 33 años el jefe de gobierno más joven en ejercicio en el mundo. Ese honor lo tenía hasta ahora la finlandesa Sanna Marin, de 34, que se convirtió en primera ministra en diciembre pasado.

Kurz, con un discurso firme contra la inmigración, liderará una inédita coalición de gobierno formada por conservadores y ecologistas, anunciada el miércoles por la noche tras las elecciones de septiembre, convocadas tras un escándalo de corrupción que rompió la anterior coalición de los conservadores con la extrema derecha.

El Partido Popular Austriaco (OEVP), al que pertenece Kurz, y los Verdes “lograron unir lo mejor de ambos” tras largas negociaciones para “proteger el clima y las fronteras”, dijo el reelecto canciller austríaco.

El programa de coalición, que pondrá su acento en el medio ambiente, prevé que las emisiones de carbono sean neutrales en Austria para 2040, haciendo del país un “precursor” en Europa, que se puso como meta 2050 para cumplir ese objetivo.

También otorga una importancia destacada a la seguridad y a medidas contra la inmigración ilegal, principales ejes de la campaña del OEVP. “La lucha contra la inmigración ilegal sigue ocupando el centro de mi política”, reiteró Kurz.

“Acuerdo histórico sellado”, titulaba este jueves el diario Kurier. Por su parte el periódico de izquierda Standard calificó la coalición de “experimento atrevido” y de “aventura política”.

Kurz anunció que su partido controlará diez ministerios, incluyendo los de Interior, Relaciones Exteriores, Defensa y Finanzas. Los Verdes, por su parte, estarán al frente del ministerio de Medio Ambiente, que será ampliado, y los de Justicia, Asuntos Sociales y Deportes, y el de Cultura. El jefe de los Verdes, Werner Kogler (58 años) será vicecanciller.

Los observadores afirman que Alemania y otros países pueden seguir el ejemplo austríaco, mientras los partidos buscan responder a los sentimientos cada vez más populistas de los votantes, así como las preocupaciones sobre el cambio climático.

En las encuestas de septiembre en Austria, el medio ambiente reemplazó a la inmigración como principal preocupación de los votantes, dando a los Verdes su mejor resultado de la historia (13,9%).

Por su parte, el OEVP obtuvo el 37,5%, ya que los votantes decepcionados del Partido de la Libertad (FPOE) de extrema derecha, contaminado por un escándalo de corrupción, se volcaron al partido de Kurz.

Aunque aproximadamente una cuarta parte de las tierras agrícolas de Austria son utilizadas para la producción ecológica, y las energías renovables representan un tercio de su consumo -casi el doble de la media de la UE-, la nación alpina, de 8,8 millones de habitantes, se encuentra entre los que aumentaron sus emisiones de gas de efecto invernadero entre 1990 y 2017.

Corresponderá a los casi 280 delegados de los Verdes dar el visto bueno final al acuerdo en un congreso del partido mañana sábado. Varias cláusulas pueden ser difíciles de aceptar para los Verdes, como la introducción de la detención preventiva y la ampliación de la prohibición del velo en las escuelas para las niñas desde los 10 años actualmente a los 14.

Kurz creó un ministerio de Integración, dirigido por un experto jurídico, que ya trabajó en la prohibición de cubrir el rostro con burka o niqab.

El columnista Eric Frey del diario Standard escribió que Kurz y Kogler necesitarán contar con una “habilidad como pocos políticos antes que ellos” si surgen problemas como un aumento en el número de solicitantes de asilo, un empeoramiento del cambio climático o una recesión económica.

“No fue fácil”, coincidieron Kurz y Kogler. “No fue un camino sencillo, pues los dos partidos tienen posturas muy diferentes”, admitió Kurz en la presentación del programa ante la prensa, aunque aseguró que ambos partidos lograron incluir en el documento de 300 páginas las principales promesas electorales.

Es la primera vez que el minoritario partido ecologista sube al poder a nivel nacional en Austria (sí gobierna ya en varias regiones), un objetivo logrado en parte gracias al viento a favor que le trajo el movimiento juvenil contra el cambio climático “Viernes por el Futuro” (Fridays for Future) liderado por la sueca Greta Thunberg.

Sin embargo, los Verdes austríacos, con el 14% de los votos y 26 escaños tras haber quedado fuera del Parlamento dos años antes, han tenido que dar marcha atrás en muchas de sus posturas progresistas y liberales ante la mayoría clara de 71 escaños (37% de votos) que tiene el OEVP.

Rechazo al actual acuerdo entre la UE y el Mercosur

El futuro Gobierno austríaco confirmó su “rechazo al acuerdo de libre comercio de la Unión Europea con el Mercosur en su forma actual”, tal y como ya se había posicionado la mayoría del Parlamento.

Además, Austria buscará aliados en Europa para imponer “tasas aduaneras ecológicas, las únicas que tienen sentido”, subrayó el líder de los Verdes, Werner Kogler.

El Parlamento austriaco votó en septiembre contra el pacto de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, destacando la resistencia al acuerdo en algunos países del bloque.

Francia dijo en agosto que no respaldaría el acuerdo luego de que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, rechazara las críticas sobre los incendios en la Amazonas, pero Gran Bretaña y Alemania dijeron que la decisión de París no fue una respuesta adecuada.

Argentina, bajo el gobierno de Mauricio Macri, esperaba que el gobierno que surgiera de las legislativas del 29 de septiembre en Austria planteara al nuevo Parlamento que deje sin valor la medida que lo obliga a vetar ante el Consejo Europeo la aprobación del tratado. El anuncio de esta semana confirma que Austria seguirá oponiéndose al acuerdo UE-Mercosur.