La mandataria de Brasil suspendida, Dilma Rousseff, afirmó ayer que su correligionario y antecesor Luiz Inácio Lula da Silva será candidato en los comicios presidenciales de 2018 pues preserva popularidad.

"Yo puede decirle que él (Lula) va a presentarse en las próximas elecciones" dentro de dos años, declaró Rousseff en una entrevista que concedió en la residencia oficial de Alvorada, en Brasilia, a la revista francesa L Express.

Rousseff fue separada del cargo el 12 de mayo cuando fue sucedida por su hasta entonces vicepresidente Michel Temer.

Ese día comenzó el juicio político en el que se la acusa de haber ocultado gastos del Estado para beneficiarse electoralmente, un proceso al que ella define como un "golpe".

"La principal razón del golpe de Estado es prevenir que Lula se presente (como candidato a la ) presidencia en 2018", observó Rousseff del Partido de los Trabajadores (PT).

En su opinión Lula, líder histórico del PT y dos veces presidente de la República, intentará un tercer mandato en los comicios de octubre de 2018.

"Hoy en día a pesar de todos los intentos de destruir su imagen Lula continúa siendo una de las personas más amadas" del país, añadió Rousseff.

La crisis política también genera violencia en las calles. Ayer, el comité nacional del Partido de los Trabajadores (PT) en San Pablo fue atacado por un hombre que destruyó parcialmente su frente vidriado.

No se reportó hasta el momento si el atacante contaba con el apoyo de cómplices en los alrededores del comité ubicado en el centro de San Pablo, en las cercanías de la catedral y la Plaza da Se.

Móviles de la Policía Militarizada llegaron a la sede del PT poco después del atentado.

Meses atrás hubo otro ataque similar en la sede del Instituto Lula, la organización no gubernamental del líder petista, también ubicado en el centro de la ciudad de San Pablo. 

ELECCIONES EN 2018