La empresa tecnológica de US$ 70.000 millones ingresa en tiempo de incertidumbre.

Travis Kalanick, presidente ejecutivo y cofundador de Uber Technologies Inc., una de las compañías de tecnología más influyentes de su generación, dimitió el martes bajo la creciente presión de los inversores después de una serie de contratiempos.

La salida del número uno marca un periodo tumultuoso para la compañía de servicios de viajes más grande del mundo, que alteró la industria de los taxis y desafió las regulaciones de transporte a nivel mundial.

La dimisión de Kalanick provocó estupor en Silicon Valley, que veía su posición como segura, no solo porque posee gran cantidad de las acciones, sino también porque construyó esta empresa que tiene un valor de casi US$ 70.000 millones en apenas ocho años.

El jueves, hubo nuevas señales de desasosiego interno, debido a que más de 1.000 empleados expresaron su apoyo al retorno de Kalanick. Asimismo, empleados de la empresa salieron en las redes sociales a expresar su asombro ante la partida del ejecutivo. "Trabajó día y noche para crear esta empresa y lo que ha alcanzado hasta hoy", indicó la petición, que fue promovida por un gerente de producción, Michael York.

"Nadie es perfecto, pero creo fundamentalmente que él puede evoluciona para ser el líder que Uber necesita y que su presencia es decisiva para el éxito de la empresa", escribió York en un mensaje de correo electrónico a los empleados, bajo el título Apoyando a Travis. "Quiero que el directorio escuche de parte de los empleados de Uber que tomó la decisión equivocada al presionar a Travis a irse y que él debe ser reintegrado en un papel operativo".

Los clicks de apoyo a la petición de más de 1.000 empleados representan una pequeña fracción de los más de 15.000 funcionarios que tiene la empresa.

"Amo Uber más que nada en el mundo y en este momento difícil en mi vida personal he aceptado la solicitud de los inversores de hacerme a un lado para que Uber pueda volver a construir en lugar de distraerse con otra pelea", dijo Kalanick en un correo electrónico a los empleados, que fue proporcionado a Reuters.

La salida de Kalanick agranda un agujero en la dirección de Uber, que no tiene jefe operativo, director financiero ni departamento jurídico en este momento. Por ahora, 14 personas que estaban directamente a cargo de Kalanick están dirigiendo la compañía.

El CEO enfrentaba un escrutinio cada vez mayor en las últimas semanas luego de una investigación sobre una cultura de sexismo y las prácticas de trabajo en una empresa que ayudó a formar en 2009 y que ahora es el emprendimiento más valorado del mundo.

Después de conocerse un video en febrero que mostró a Kalanick reprendiendo a un conductor de Uber que se quejaba de la caída de los salarios, el CEO se disculpó públicamente y prometió buscar "ayuda en el liderazgo".

No se sabe públicamente qué porcentaje de Uber posee Kalanick, pero había manejado un control casi total sobre la compañía, lo que fue posible por una estructura dual de acciones que le da a él y a sus aliados clave diez votos por acción.

La firma de capital de riesgo Benchmark, cuyo socio Bill Gurley es uno de los mayores accionistas de Uber y que tiene un asiento en su directorio, además de los inversores First Round Capital, Lowercase Capital, Menlo Ventures y Fidelity Investments, presionaron a Kalanick para que renunciara.

El directorio de Uber calificó la renuncia de Kalanick como "una decisión audaz" que "da a la compañía espacio para dedicarse completamente a este nuevo capítulo en la historia de Uber". Kalanick permanecerá en el directorio pese a su renuncia como CEO.

La salida se produce después de una larga investigación liderada por el ex fiscal general de Estados Unidos Eric Holder, que concluyó que la autoridad de Kalanick debía ser reducida y que la capacidad de supervisión y la independencia del directorio tenía que aumentar.

Uber contrató a la firma de asesoría de Holder Covington and Burling para examinar sus prácticas laborales después de que Susan Fowler, una exempleada, acusó públicamente a la compañía de acoso sexual.

Después hubo varios escándalos, entre ellos una investigación por el uso de Uber de tecnología para evadir a los reguladores en algunas ciudades y una demanda por el supuesto robo de secretos comerciales presentada por la división de vehículos de conducción autónoma de Alphabet, Waymo.

UNA FIRMA MUNDIAL