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Reino Unido le dice adiós a la UE; Johnson logra fijar el 31 de enero para la salida

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Boris Johnson expone ante el Parlamento en la sesión en la que obtuvo el respaldo para salir de la Unión Europea a fines de enero. Foto: AFP

DURO GOLPE A LA INTEGRACIÓN EUROPEA

El Reino Unido pondrá así fin a 47 años de complicada relación con la UE y esta, por primera vez en su historia, perderá un país miembro.

Nada puede ya parar el Brexit. El acuerdo negociado por el primer ministro Boris Johnson obtuvo el viernes una primera victoria decisiva en el Parlamento, gracias a la nueva mayoría conservadora que le garantiza una aprobación en enero, tras años de crisis y bloqueo.

En una sesión extraordinaria ocho días después de las legislativas, la nueva Cámara de los Comunes aprobó la primera etapa del proyecto de ley que debe traducir el Tratado de Retirada a la legislación británica.

“Estamos un paso más cerca de conseguir que se realice el Brexit”, tuiteó Johnson tras la votación.

Por 358 votos contra 234 el texto registró la victoria garantizada por la aplastante mayoría que el líder conservador logró en los comicios.

“Ha llegado el momento de actuar juntos como una nación revitalizada, un Reino Unido lleno de una confianza renovada en nuestro destino nacional y decidido por fin a aprovechar las oportunidades que ahora se nos presentan”, dijo Johnson al presentar el texto.

El debate proseguirá tras el receso de fin de año, pero el calendario fijado por el gobierno prevé que la ley sea adoptada el 9 de enero, con tiempo suficiente para garantizar que el país sale de la Unión Europea el 31 de ese mes sin más retrasos.

El Reino Unido pondrá así fin a 47 años de complicada relación con la UE y esta, por primera vez en su historia, perderá un país miembro y ganará un poderoso competidor comercial y financiero a sus puertas.

La oposición, que votó en contra, se indignó porque el gobierno retiró del proyecto de ley concesiones hechas previamente, cuando se encontraba en minoría, como la supervisión parlamentaria de la próxima etapa de negociación con Bruselas.

Manifestación contra el Brexit en Londres. Foto: AFP
El resultado del referéndum fue estrecho y muchos ciudadanos del Reino Unido se movilizan para permanecer en la UE. Foto: AFP

“Este acuerdo será utilizado como un ariete para llevarnos por el camino de una mayor desregulación y hacia un acuerdo tóxico con Donald Trump”, denunció el líder laborista Jeremy Corbyn en referencia a una próxima negociación comercial con Estados Unidos.

El acuerdo con la UE establece los derechos de los ciudadanos europeos en el Reino Unido y los británicos en la UE, el dinero que le queda a Londres por pagar y cómo mantener abierta la frontera terrestre en la isla de Irlanda.

También un periodo de transición, hasta el 31 de diciembre de 2020, para que Londres y Bruselas negocien su futura relación.

Los responsables europeos advierten que once meses es muy poco para alcanzar un acuerdo de libre comercio.

Pero, determinado a evitar un nuevo aplazamiento, Johnson inscribió en la ley una cláusula que prohíbe al Reino Unido toda extensión, lo que reavivó los temores de que el país acabe abocado a abandonar efectivamente la UE el 1 de enero de 2021 de forma brutal.

Decidido por 52% de los votos en un referéndum en 2016, el Brexit, inicialmente previsto para marzo de 2019, fue aplazado tres veces.

Desde que, en noviembre de 2018, la anterior primera ministra Theresa May firmó los términos del divorcio negociado durante dos años con la UE, el acuerdo sufrió tres estrepitosos rechazos en un Parlamento fragmentado entre pro y antieuropeos.

Theresa May emocionada tras dimitar. Foto: EFE
Theresa May emocionada tras dimitar. Foto: EFE (archivo)

May regresó varias veces a Bruselas en busca de “garantías” para tranquilizar a los diputados. Pero fracasó, acabó dimitiendo y fue reemplazada en julio por un Johnson que rápidamente perdió su frágil mayoría debido a una rebelión interna y al abandono de su aliado clave, el pequeño partido norirlandés DUP.

Hubo meses y meses de caos y debates cada vez más ásperos, una suspensión gubernamental de las labores parlamentarias que la justicia acabó anulando por “ilegal”, una renegociación in extremis del acuerdo y finalmente las legislativas anticipadas que acabaron con el bloqueo.

Las bases del acuerdo
Brexit. Foto: Pixabay

Estos son los principales puntos del Tratado de Retirada, de 535 páginas, acordado en octubre entre el primer ministro británico Boris Johnson y los líderes de los otros 27 países miembros del bloque:

1.Periodo de transición. El texto prevé un período transitorio hasta el 31 de diciembre de 2020, durante el cual los británicos seguirán aplicando y beneficiándose de las normas europeas. Pagarán su contribución financiera, pero sin participar en las instituciones ni en la toma de decisiones. La transición busca evitar una ruptura abrupta, especialmente para las empresas, y dar tiempo para negociar la futura relación entre Londres y la UE, lo que se anuncia muy difícil en el tiempo disponible. Este período puede prorrogarse una vez, y de mutuo acuerdo, hasta el final de 2022 como máximo. Pero Johnson se niega a hacerlo y añadió en el proyecto de ley presentado a los diputados el viernes una disposición que prohíbe toda extensión de esta transición.

2. Derechos de los ciudadanos. Los 3,2 millones de europeos que viven en el Reino Unido y los 1,2 millones de británicos residentes en el continente podrán seguir estudiando, trabajando, recibiendo subsidios y reuniendo a sus familias como hasta ahora.

3. La factura británica. El Reino Unido cumplirá los compromisos financieros adoptados en el marco del actual presupuesto europeo (2014-2020), que también abarca el período de transición. A cambio, se beneficiará de los Fondos Estructurales Europeos y de la Política Agrícola Común.

4. Aduanas en Irlanda del Norte. La provincia británica de Irlanda del Norte permanecerá en el territorio aduanero del Reino Unido, pero respetará las regulaciones del mercado único europeo para poder mantener abierta la frontera terrestre con la vecina República de Irlanda, país miembro de la UE.

Esto implicará realizar controles reglamentarios entre la isla de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Esta disposición provocó la ira de los unionistas norirlandeses del DUP que la consideran como un ataque a la integridad del Reino Unido.

Cuando entren en Irlanda del Norte productos procedentes de terceros países, por ejemplo Estados Unidos, destinados a permanecer en la provincia, se aplicarán los aranceles británicos.

Por el contrario, si la mercancía llegada de terceros países está destinada a entrar en la UE a través de Irlanda del Norte, las autoridades británicas aplicarán los aranceles del bloque de naciones.

La frontera irlandesa y normas sobre el IVA

Para evitar una frontera física entre las dos Irlandas y proteger la integridad del mercado único europeo, las normas de la UE en materia de IVA sobre las mercancías seguirán aplicándose en Irlanda del Norte, según surge del acuerdo de salida.

Los servicios de Aduanas del Reino Unido serán los responsables de aplicarlas y derivar su montante.

En una “declaración política” que acompaña al Tratado de Retirada, la UE y el Reino Unido establecen su intención de alcanzar una relación comercial posbrexit “sin aranceles aduaneros ni cuotas”.

A cambio, Bruselas exige “garantías” sobre el respeto de condiciones de competencia justas. El objetivo es evitar que el Reino Unido se convierta en un competidor “desleal” a las puertas de la UE que no cumpla con las normas sociales, fiscales y ambientales del bloque.

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