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Quién es Regina Duarte, la actriz que se sumó al gobierno de Jair Bolsonaro

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Regina Duarte junto al presidente Jair Bolsonaro. Foto: AFP

NUEVA INCORPORACIÓN

Protagonista de telenovelas como Malu Mulher y Roque Santeiro aceptó la Secretaría de Cultura. Se define como "conservadora" y promete "pacificar" al mundo artístico de Brasil.

De la pantalla a la policía. Regina Duarte, famosa por protagonizar exitosas telenovelas en TV Globo, está acaparando esta semana los principales espacios en los medios brasileños como la nueva secretaria de Cultura del gobierno de Jair Bolsonaro.

La actriz se define como “conservadora”, pero promete trabajar para “pacificar” al mundo artístico, sacudido por los ataques de los sectores más radicales del gobierno.

De 72 años y cincuenta de carrera en TV Globo, sustituye al dramaturgo Roberto Alvim, que preconizaba una “cruzada cultural” contra las influencias de izquierda. Alvim fue destituido de forma fulminante el pasado 20 de enero tras emular al ministro de Propaganda nazi Joseph Goebbels en un vídeo institucional.

Regina Blois Duarte nació el 5 de febrero de 1947 en Franca, interior del estado de San Pablo, en una familia de cuatro hermanos, un padre militar “de valores éticos rígidos” y de una madre “religiosa”, ama de casa.

De una voz dulce y ojos marrones, debutó a los 14 años en teatro, incursionó luego en la publicidad y de allí saltó a la pantalla chica, de donde prácticamente nunca se apartó. Su primer éxito llegó con la telenovela La Diosa vencida, de la extinta cadena Excelsior y con la que alzó su primer galardón, el de Mejor Actriz Revelación.

Hasta el día de hoy es conocida popularmente como “la noviecita de Brasil”, apodo que ganó en la década de 1970 tras interpretar una serie de casamientos y romances que encantaron al país, entre ellos Velo de Novia (1969) y Mi Dulce Novia (1971).

Unos años después aceptó el papel que daría un vuelco a su carrera: Malú Mujer (1979), una socióloga divorciada que luchaba por su independencia afectiva y financiera mientras criaba una hija adolescente en el Brasil patriarcal de los años ochenta. Siguiendo un guión que abordaba temas silenciados en la televisión de esa época (aborto, orgasmo femenino, separación, violencia doméstica, entre otros), Duarte cuenta que muchos hombres que la encontraban en la calle la acusaban de querer “subvertir a la familia brasileña”.

Pese a las posturas de su personaje -y a que algunas de las vivencias de la ficción se espejaban en su vida real- Duarte afirma que “nunca” se consideró feminista. “Nunca me declaré feminista, incluso interpretando a Malú. Me parecía que no era por ahí, que había caminos intermediarios”, dijo en 2019 en el programa Conversa com Bial.

“Aunque haya tenido actitudes de vanguardia, siempre fui y sigo siendo conservadora”, añadió, al ser cuestionada sobre su apoyo a Bolsonaro.

El presidente Jair Bolsonaro con la actriz Regina Duarte. Foto: Twitter de Regina Duarte.
El presidente Jair Bolsonaro con la actriz Regina Duarte. Foto: Twitter de Regina Duarte.

Su papel de mayor éxito fue la extravagante viuda Porcina de la novela Roque Santeiro (1985), una mujer de vocabulario vulgar y ropas de colores estridentes que le permitió revelar sus habilidades para la comedia.

Las telenovelas Vale todo y La reina de la chatarra son otros de sus recordados éxitos.

Regina Duarte tiene tres hijos, seis nietos y se casó cinco veces.

Es actualmente una de las pocas figuras artísticas con proyección nacional que apoya a Bolsonaro.

En 1975, en plena dictadura (1964-1985), con 28 años, viajó con una comitiva de actores a la capital Brasilia para entregar una carta al entonces presidente Ernesto Geisel, en la que protestaban contra la censura impuesta por los militares a la producción cultural.

Con la llegada de la democracia, a partir de 1985, respaldó públicamente la elección de los presidentes Fernando Collor (1990-1992) y Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), adversarios históricos de Luiz Inácio Lula da Silva.

En 2002 hizo campaña por José Serra, afirmando en una pieza publicitaria que tenía “miedo” de una eventual victoria de Lula, quien finalmente resultó electo y gobernó Brasil hasta 2010.

Volvió a las calles en 2016 para apoyar el impeachment a Dilma Rousseff, y en 2018 reveló que votaría por Bolsonaro.

"Pacificar la relación de la clase con el Gobierno"

Sobre los exabruptos homofóbicos y racistas del presidente, afirma que son “de la boca para afuera”. “Cuando lo conocí personalmente, me encontré con un tipo dulce, un hombre de los años 1950, como mi padre, que hace chistes homofóbicos, pero solo de la boca para afuera”, afirmó en una entrevista con el diario O Estado de S. Paulo.

Sus colegas se mostraron divididos al conocer que la actriz podría asumir el cargo de secretaria de Cultura.

Duarte ha expresado su deseo de que su gestión pueda “pacificar” la relación entre los artistas y el Gobierno, dañada desde que Bolsonaro asumió la el 1 de enero de 2019.

“Quiero que sea una gestión para pacificar la relación de la clase con el Gobierno. Apoyo a este Gobierno desde siempre y defiendo la clase artística desde los 14 años”, sostuvo Duarte.

Su tarea no será fácil y su designación ya ha dividido a la clase artística brasileña, muy crítica con el Gobierno de Bolsonaro.

La actriz y directora Bárbara Paz, describen a Regina Duarte como una persona “equilibrada” y con una “gran trayectoria profesional”, por lo que confían en que la intérprete promocionará un “diálogo” con la clase artística.

La empresaria y productora cultural Paula Lavigne, esposa de Caetano Veloso, ponderó que ante “la situación de desmonte total” de la cultura, Duarte “puede ayudar”.

“Ella es de derechas, pero no es nazi. Reducción de los daños”, recalcó Lavigne en alusión al anterior encargado de la Cultura.

El cantautor Gilberto Gil, exministro de la cartera durante la gestión Lula, expresó su deseo de que la actriz pueda ver la cultura de la misma forma que las personas ven “su bella figura”.

“Espero que Regina vea la cultura de Brasil con los mismos ojos que yo y tantas otras personas vemos su bella figura”, expresó Gil. (AFP, EFE)

Primero en asesinatos de Trans

Brasil continúa ostentando el primer puesto en el ranking mundial de países donde más matan transexuales y travestidos, con 124 asesinatos en 2019, según un estudio divulgado en el marco del Día Nacional de la Visibilidad Trans que se cumplió el miércoles.

Aunque el número de asesinatos contra personas de estos géneros disminuyó en Brasil en relación con los de 2018 -cuando se registraron 163 muertes violentas de transexuales y travestidos- dobló en comparación con los ocurridos el año pasado en México (65), país que le sigue en segundo lugar del ranking. Significa que casi cada 48 horas es asesinada una persona transexual o un travesti en Brasil.

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