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Un régimen cada vez más aislado en la región

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Protestas en Venezuela. Foto: Reuters
Demonstrators clash with riot police during the so-called "mother of all marches" against Venezuela's President Nicolas Maduro in Caracas, Venezuela April 19, 2017. REUTERS/Christian Veron VENEZUELA-POLITICS/PROTESTS
CHRISTIAN VERON/REUTERS

EE.UU. dice que Maduro viola su propia Constitución; Venezuela choca en la OEA con otros países.

En el mismo momento que ayer en las calles de Caracas la oposición se manifestaba en medio de los gases lacrimógenos lanzados por la policía, en Washington se libraba una batalla diplomática por la crisis en Venezuela.

En tanto, el secretario de Estado, Rex Tillerson, aseguró que la Casa Blanca sigue "de cerca" y con "preocupación" la situación en Venezuela. "Estamos preocupados porque el gobierno de Nicolás Maduro está violando su propia Constitución y no está permitiendo que las voces de la oposición sean escuchadas", dijo Tillerson a periodistas.

El Departamento de Estado había lanzado el martes una advertencia a los funcionarios del régimen chavista para que se permitan las manifestaciones opositoras o de lo contrario atenerse a las consecuencias dentro y fuera de Venezuela. "Aquellos responsables por la represión criminal de las actividades pacíficas y democráticas, por socavar las instituciones y prácticas democráticas, y por la flagrante violación de derechos humanos deberán rendir cuentas individualmente", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, en un comunicado.

En este clima, Venezuela reiteró ayer su acusación a Estados Unidos y al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, de "estimular la violencia" y promover un golpe de Estado contra el gobierno chavista. Lo hizo a través de su embajador en la OEA, Samuel Moncada. "Este lugar (la OEA) se está usando como sala de comando para estimular la violencia en Venezuela, y el secretario general y los países son parte de ese complot", afirmó.

Moncada sostuvo en el Consejo de la OEA que "buena parte de la violencia ocurrida en Venezuela es producto" de la resolución adoptada por consenso en el organismo el 3 de abril, que afirma que en Venezuela hay una "grave alteración inconstitucional del orden democrático". Uruguay suscribió esa resolución de la OEA.

"Hay perfecta coordinación entre lo que dice un grupo de países aquí y lo que pasa en Venezuela, y el secretario general es el operador, no el que manda, porque el que manda es el imperio, es Estados Unidos", agregó Moncada.

Almagro no estaba presente en la sesión, porque ayer participó en una conferencia en Miami.

El representante interino de Estados Unidos en la OEA, Kevin Sullivan, rechazó la acusación "infundada" del gobierno de Maduro. "Nada estaría más lejos de la realidad, no es algo que hemos hecho ni que haríamos", afirmó Sullivan. Y en su respuesta a Moncada, lamentó que el embajador del régimen chavista "continúe atacando a los miembros" del Consejo de la OEA, cuando lo único que se ve "son países que intentan tender una mano a Venezuela y a su institucionalidad".

Moncada, como es habitual en sus intervenciones en el Consejo, acabó enfrentándose a varios embajadores, sobre todo a los de Estados Unidos y México, después de que estas dos naciones, junto a Canadá, Chile, Perú y Colombia, rechazaran la ampliación de la Milicia Bolivariana a 500.000 civiles armados anunciada el lunes por Maduro.

Algunos de los principales impulsores de la declaración del 3 de abril, como Argentina, México, Colombia, Estados Unidos, Perú y Canadá, tomaron ayer la palabra para defender de nuevo que ese texto tiene completa validez.

El embajador mexicano, Luis Alfonso de Alba, le ofreció al venezolano que someta la resolución adoptada el 3 de abril a reconsideración, pero Moncada lo rechazó al considerar que haciendo eso estarían reconociendo que el texto es válido, algo que niegan.

"Es el armador de este juego, es un talento al servicio del mal, tiene mucha experiencia en las artes oscuras de esta organización", dijo Moncada sobre De Alba, unas palabras que reflejan el tono que ha tomado el choque de Venezuela con la mayoría de los países de la OEA que le exigen "el retorno al orden democrático".

Colombia pide que ONU se involucre.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció ayer miércoles que su canciller María Ángela Holguín pedirá al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, poner la atención del organismo en "la preocupante militarización" de Venezuela. Santos ya había expresado el martes su "seria preocupación" por "la militarización de la sociedad" venezolana y había hecho un llamado "a la cordura".

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Protestas en Venezuela. Foto: Reuters

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