Capitalización

El ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, anunció ayer martes que la reforma previsional que será propuesta por el gobierno de Jair Bolsonaro contemplará la creación del régimen de capitalización.

En este régimen, cada trabajador hace un ahorro individual, que en el futuro va a financiar su propia jubilación. Guedes hizo el anuncio luego de una reunión con el jefe de la Casa Civil, Onyx Lorenzoni.

El gobierno proyecta enviar al Parlamento al menos dos reformas previsionales: una para revisar el sistema actual y otra para crear un nuevo régimen, orientado hacia las generaciones futuras, dijo Guedes.

El diseño de la reforma será discutido con Bolsonaro la próxima semana. La propuesta será enviada al Congreso en febrero, cuando los nuevos parlamentarios tomen posesión.

Guedes dijo que la reforma en discusión será para “salvar” a las futuras generaciones del sistema actual.

“Estamos discutiendo todo, haciendo las simulaciones. Este sistema, como está, está condenado. Estamos tratando de salvar a las generaciones futuras. Es un movimiento doble. En primer lugar tienes que salvar la que está ahí. Pero para las futuras generaciones queremos crear un nuevo régimen previsional y laboral”, dijo.

Guedes agregó que la regla de transición aún está en estudio, pero ella tendrá la misma profundidad de la reforma propuesta por el gobierno anterior de Michel Temer, que prevé una transición de 20 años.

Por su parte, el ministro de la Casa Civil afirmó que la propuesta en elaboración hará que Brasil sólo vuelva a hablar del sistema previsional de aquí a 20 años. “Nosotros queremos que la sociedad brasileña sólo vuelva a hablar de reforma previsional de aquí a 20 o 30 años. Es una mirada a largo plazo, fraterna y humana que vamos a traer en la propuesta”, dijo Onyx.

En otro orden, Guedes afirmó que el Gobierno de Bolsonaro acabará con las “distorsiones” en la banca pública que llevaron los intereses “a la luna” y “desvirtuaron” el mercado de crédito en el país. El ministro puso como ejemplo de las distorsiones al BNDES, una institución de fomento que en los últimos quince años “recibió unos aumentos de capital para hacer proyectos extraños, políticos, como fue ayudar a los más fuertes”.