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El raro síndrome inflamatorio en jóvenes que tuvieron COVID: ¿Por qué aumenta?

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Niños y adultos con tapabocas por el COVID-19. Foto: Reuters.

ARGENTINA

Los infectólogos piden a los padres estar “atentos” a síntomas como fiebre, conjuntivitis, erupciones, inflamaciones en la boca, manos o pies, hipotensión y otros cuadros.

En Argentina, en casi un año y medio de pandemia, se detectaron más de 200 casos de síndrome inflamatorio multisistémico asociado a COVID-19 (SIM-C) en los chicos y los adolescentes. Eso es casi 10 veces más que lo informado por primera vez en septiembre del año pasado sobre esta complicación rara, pero de alto riesgo que demanda un diagnóstico y un tratamiento oportunos.

“Es importante que los padres estén atentos a si los chicos que tuvieron COVID o estuvieron en contacto con un familiar con la enfermedad empiezan con fiebre que persiste, erupción en la piel, conjuntivitis sin secreción, vómitos o presión baja”, dijo Cecilia Torroija, secretaria de la Comisión de Pediatría de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), durante su presentación en el XXI Congreso de la entidad.

La especialista hizo una puesta al día de esta complicación postCovid que puede aparecer en los menores de 18 entre las dos y cuatro semanas de haber superado la etapa aguda de la infección. En ese repaso destacó que la consulta rápida para lograr un diagnóstico diferencial –es un cuadro que comparte señales de alerta clínicas con otros síndromes inflamatorios e infecciosos generalizados– e iniciar el tratamiento más conveniente. “Suele afectar chicos más de 5 años, en el 92% de los casos aparecen síntomas gastrointestinales”, indicó Torroija.

Si bien el COVID-19 suele ser leve o sin síntomas en la mayoría de los menores, sin comorbilidades, se detectaron hasta hace dos meses 208 casos de SIM-C: 138 se notificaron durante el año pasado y 70, en los que va de este año y hasta principio de agosto, que es la última fecha con datos nacionales.

Otros cuadros

Los síntomas de sospecha de esta complicación postCovid incluyen fiebre durante más de tres días más otros dos de una lista que añade erupción, conjuntivitis o inflamación en la boca, las manos o los pies, hipotensión/shock, alteración de la función cardíaca/coronaria, signos de coagulopatía en pruebas clínicas o problemas gastrointestinales, como diarrea, vómitos y dolor abdominal, además de inflamación sistémica (a través de valores de laboratorio). Todo esto sin otra causa evidente de inflamación.

Los pacientes llegan a las guardias semanas después de haber tenido COVID-19 o haber tenido contacto con una persona enferma. A mediados de junio del año pasado, fue la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) la que dio la voz de alerta. Recién varios meses después, en septiembre, se conocieron los primeros 22 casos de SIM-C, como publicó La Nación.

Torroija también alertó sobre el exceso en el uso de antibióticos en los pacientes con COVID-19 en general, como se repitió en gran parte de las presentaciones previstas para esta primera jornada del congreso. Pero también en los chicos con SIM-C. “Algo que está generando bastante preocupación es la alta indicación de antibióticos en los pacientes durante la pandemia y eso preocupa por el efecto que pueda tener en el tiempo en la resistencia a esos medicamentos”, comentó. 

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