El gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, favorito para suceder a Cristina Fernández en la Presidencia argentina según las encuestas, será el representante único del kirchnerismo en la carrera electoral tras la renuncia del ministro de Interior, Florencio Randazzo, a ser candidato.

A tres días del cierre oficial de las listas de postulantes que competirán dentro de cada fuerza política en las elecciones primarias de agosto, el jefe de Gabinete argentino, Aníbal Fernández, anunció ayer a la prensa que Randazzo "ha desistido de participar como precandidato a presidente de la nación".

Así lo confirmó también el propio titular de Interior, en una carta enviada a Cristina Fernández, fechada este miércoles y difundida el jueves, en la que ratifica que continuará con su labor al frente de la cartera ministerial hasta el final del mandato de Fernández y su intención de no ser candidato electoral a otro puesto.

"Tal como me pediste, te acompañaré hasta el final de la gestión, para seguir transformando, porque mi compromiso con vos es inquebrantable. Te respeto como militante, te admiro como presidenta y te quiero como persona", manifestó Randazzo en su mensaje.

Con la renuncia de Randazzo, las pretensiones kirch-neristas de mantener el poder cuando Fernández abandone la Presidencia —en diciembre próximo, al concluir los dos mandatos consecutivos que le permite la Constitución— quedaron íntegramente en manos de Daniel Scioli.

Pese a que Scioli es, según las encuestas de intención de voto, el aspirante presidencial mejor situado de cara a las elecciones presidenciales de octubre, la mandataria no se había manifestado públicamente a favor de ninguno de los precandidatos oficialistas.

Randazzo aparecía como más cercano a la presidenta hasta que el pasado martes Scioli dio un golpe de efecto al anunciar que quería a Carlos Zannini, hombre clave del kirchnerismo, como su segundo en la fórmula electoral.

Zannini, actualmente a cargo de la Secretaría Legal y Técnica del Ejecutivo y estrecho colaborador de Fernández, aceptó la propuesta con el beneplácito de la mandataria argentina. Tras el sorprendente anuncio, Randazzo acudió a la residencia presidencial de Olivos y mantuvo una reunión con Cristina Fernández, cuyo contenido no ha trascendido.

"Soy hombre de palabra. Creo fervorosamente en el valor de la misma. No borro con el codo lo que escribo con la mano. Por eso, no puedo aceptar ser candidato a gobernador", expresó en su carta Randazzo, quien en el pasado había declarado públicamente que si no era aspirante a presidente, no lo sería a nada. Tres candidatos disputarán la interna oficialista en la gobernación: Aníbal Fernández, Julián Domínguez, y Fernando Espinoza.

El candidato oficialista renunció y no aceptó ir a la gobernación