EXPRESIDENTE
Pese a que su situación jurídica no le permite regresar puesto que -dice- lo encarcelarían y no saldría “vivo de la cárcel”, consideró que no lo aleja políticamente de su país
El expresidente ecuatoriano Rafael Correa dijo que quiere volver a su país. “Con toda humildad pero objetivamente, el que tiene el capital político soy yo. Y una cosa es una elección con Correa en Ecuador y, otra, sin Correa en Ecuador”, dijo a EFE tras conocerse que Bélgica le dio asilo.
Pese a que esa situación jurídica no le permite regresar puesto que -dice- si pone “un pie en Ecuador” le encarcelarían y no saldría “vivo de la cárcel”, sí consideró que “de ninguna manera” lo aleja políticamente de su país.
“Es por el contrario un fuerte mensaje de que los corruptos siempre fueron ellos. Se ha perdido todo límite de escrúpulos en América Latina y, en particular, en Ecuador”, comentó, en referencia al actual Gobierno de Guillermo Lasso.
Correa denunció una “judicialización de la política” para “perseguir a los líderes progresistas”, y tildó de “pura coincidencia” que Bélgica le otorgara el estatus de refugiado, cuando la Corte Nacional de Justicia ecuatoriana emitió una nueva petición de extradición.
“Yo vine sin una infracción de tránsito a Bélgica con un 70% de apoyo popular, la gente vino a despedirme a las calles. Pero cuando nos traiciona mi sucesor (en referencia al expresidente Lenin Moreno) y yo empiezo a oponerme a él, empiezan a lloverme juicios… tengo 48 o 49”, explicó a EFE.
La solicitud de asilo en Bélgica se puso en marcha en 2018 tras iniciarse ese año en Ecuador un proceso legal que le relacionaba con el secuestro de un opositor en 2012, el llamado “caso Balda”.
Correa dijo tener “muy claro” que, “para que acabe esta persecución brutal y la destrucción” de su patria, necesita “ganar las elecciones, y si por eso tengo que regresar, ahí estaré”.