El presidente Vladimir V. Putin, quien estuvo reunido en Naciones Unidas con su par de Estados Unidos, Barack Obama, comentó que la única solución de largo plazo para Siria es a través del cambio político y del diálogo entre la oposición y el gobierno de Bashar Al Assad.
"Sé que el presidente Al Assad lo entiende y que está pronto para ese proceso", dijo Putin. Confía que "pueda lograr compromisos en nombre de su país y su pueblo".
Pero Estados Unidos sostiene desde hace tiempo que Al Assad debe dejar el gobierno para que pueda lograrse una paz estable. En los últimos días, Obama agregó un matiz al señalar que Al Assad puede ser parte de "una transición administrada" hacia un nuevo gobierno.
Putin tiene motivos internacionales e internos para interferir en Siria. En el frente internacional, quiere restablecer la influencia de Rusia como potencia global e intenta forzar el final del aislamiento diplomático y financiero que Occidente le impuso después que Rusia tomó la península de Crimea y apoyó a los separatistas del sureste de Ucrania. También quiere mantener el control sobre la base naval de Rusia en Tartus, Siria.
Reacción ante el aislamiento