La campaña en Brasil
El Tribunal tiene hasta el 17 de septiembre para inhabilitar al expresidente.

El Partido de los Trabajadores (PT) inscribió ayer miércoles en Brasilia la candidatura de Luiz Inácio Lula da Silva para las elecciones del 7 de octubre, poniendo a prueba la solidez institucional de Brasil.
Miles de partidarios marcharon hacia el máximo tribunal electoral cantando "Lula libre" y "Lula presidente" al acompañar a los líderes del PT a inscribir la candidatura a solo horas de que venciera el plazo. "¡Lula está registrado y es candidato a presidente de Brasil!", exclamó la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, frente al Tribunal Superior Electoral (TSE) en Brasilia. "Es candidato en nombre del pueblo y porque el pueblo lo quiere", agregó.
El exalcalde de San Pablo y compañero de fórmula de Lula, Fernando Haddad, visto por muchos como su potencial reemplazo, leyó una carta en la que el exmandatario, de 72 años, reiteró su inocencia y prometió sacar a Brasil de la crisis económica. "Cada uno de ustedes tendrá que ser Lula haciendo campaña por Brasil, recordando al pueblo brasileño que con los gobiernos del PT el pueblo trabajador tuvo más empleo, mejores salarios y mejores condiciones de vida", escribió Lula, que desde abril purga en Curitiba una pena de 12 años y un mes de cárcel por corrupción y lavado de dinero.
La expresidenta Dilma Rous-seff, destituida en 2016 por el Congreso, denunció a los "golpistas" que al derrocarla pusieron fin a un ciclo de 13 años de gobiernos de izquierda. "Ellos creían que no íbamos a resistir, pero permanecimos de pie, hemos enfrentado a esos golpistas. Lula es candidato y representa a la democracia en nuestro país", declaró.
Al final del día, once de los trece candidatos ya se habían registrado, entre ellos el ultraderechista Jair Bolsonaro (PSL); el exgobernador de San Pablo Geraldo Alckmin (PSDB); la ecologista Marina Silva (Rede) y el exministro de Hacienda Henrique Meirelles (MDB), candidato del impopular presidente Michel Temer.
Lula es el favorito en los sondeos, con casi un tercio de las intenciones de voto, casi el doble que cualquiera de los otros candidatos. Pero su postulación será con toda probabilidad invalidada, según juristas, dado que la Ley de Ficha Limpia, promulgada bajo su gobierno, excluye de la carrera electoral a quienes hayan sido condenados en segunda instancia, co-mo en su caso.
Comité en la celda.
El Ministerio Público pidió prohibir las visitas de Gleisi Hoffmann a Lula, a fin de impedir que este transforme su celda en un "comité de campaña".
"Las visitas no tienen por objetivo la defensa judicial del condenado, sino permitir a Luiz Inácio Lula da Silva la conducción y la intervención en el proceso electoral para el cual está materialmente inelegible, transformando el lugar donde cumple la pena en su comité de campaña", alegó el Ministerio.
El Tribunal Supremo Electoral tiene como máximo hasta el 17 de septiembre para decidir el futuro de Lula. El PT insiste en que Lula puede presentarse a las elecciones, y recordó que, en las municipales de 2016, 145 candidatos a alcalde hicieron campaña con sus registros invalidados.
Si la candidatura de Lula es invalidada, el PT tendría poco tiempo para hacer campaña por Haddad, de 55 años, con la incógnita de si logrará transferirle los votos del carismático exmandatario. Haddad tendría como candidata a vicepresidente a la comunista Manuela DÁvila.
De acuerdo a las últimas encuestas, si pudiera ser candidato Lula tendría un 30% de intención de voto y vencería a cualquiera en segunda vuelta.
Sin Lula, lidera los sondeos el ultraderechista Bolsonaro (17%), seguido por la ecologista Silva (13%), el laborista Ciro Gomes (8%) y Alckmin (6%).
Alckmin declaró por financiación de campaña
El candidato presidencial Geraldo Alckmin declaró ayer miércoles ante las autoridades por supuesta financiación ilegal durante las campañas electorales para la gobernación de San Pablo, en 2010 y 2014. Alckmin, abanderado del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) para las elecciones presidenciales del 7 de octubre, declaró ante el Ministerio Público después de haber sido acusado por exejecutivos de la constructora Odebrecht de haber recibido dinero en "caja B". De acuerdo con los delatores de Odebrecht, Alckmin recibió 10,3 millones de reales (unos 2,6 millones de dólares). El valor entregado por Odebrecht no fue declarado de forma oficial ante las autoridades y llevó a la apertura de una investigación, que ahora está en manos de la justicia electoral de San Pablo, estado del que fue gobernador en cuatro ocasiones.
Alckmin asumió la gobernación paulista por primera vez en 2001 tras la muerte de Mario Covas, su mentor.
Moro aplaza interrogatorio por la campaña
El juez Sergio Moro aplazó un interrogatorio a Luiz Inácio Lula da Silva, preso desde el pasado abril, y fijó una nueva fecha para después de las elecciones para evitar su "explotación electoral". Moro, responsable por la operación Lava Jato en primera instancia, había fijado una audiencia presencial con Lula el 11 de septiembre en la ciudad de Curitiba, para que el exmandatario responda por otro caso de corrupción. No obstante, el magistrado decidió atrasarla para "evitar la explotación electoral de los interrogatorios, sea cual sea la perspectiva" debido a que uno de los acusados en el proceso, en referencia a Lula, "se presenta como candidato a Presidente de la República". Además de la condena de doce años por recibir un apartamento de la constructora OAS, Lula está imputado en otros cinco procesos, entre ellos uno que apunta los favores supuestamente recibidos por empresas a cambio de regalías y por el que Moro pretende interrogarle ahora el 14 de noviembre. En este caso en particular, Lula responde de nuevo por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero.