Son acusados de violar la ética política y la Constitución.
El Partido de los Trabajadores (PT), de la presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, recuperó ayer la ofensiva y exigió la destitución de 10 ministros del Gobierno interino de Michel Temer, que con 20 días en el poder enfrenta su primera gran crisis política.
Casi aletargado desde el pasado 12 de mayo, cuando Rousseff fue separada del cargo para responder a un juicio político y sustituida por el entonces vicepresidente Temer, el ahora opositor PT recuperó bríos tras la caída del ministro de Transparencia, Fabiano Silveira, quien renunció el lunes de noche en medio de un escándalo.
Silveira dimitió después de que se filtraron unas grabaciones en las que critica las investigaciones sobre corrupción en Petrobras e incluso aconseja en su defensa a algunos sospechosos, y se convirtió en la segunda baja del flamante Gobierno interino de Temer.
El PT y el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que lidera Temer, son las formaciones más afectadas por ese asunto y las críticas del entorno del presidente interino a esa investigación levantaron una ola de indignación que arrastró a Silveira y Jucá.
El partido de Rousseff se valió de ese clima y ayer presentó ante la Comisión de Ética de la Presidencia de la República una demanda en la que exige la destitución de 10 ministros de Temer, a los que acusa de violar la ética política y la propia Constitución.
Según el PT, hasta su nombramiento, 8 de los 24 ministros de Temer ocupaban sendos escaños en la Cámara baja y otros 3 en el Senado, y todos votaron a favor de instaurar el proceso que separó a Rousseff del poder, lo cual sugiere que "negociaron sus cargos antes de votar".
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