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Protestas por la muerte de Floyd: a Trump lo protegieron en un búnker subterráneo

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Las protestas por la muerte de Floyd llegaron hasta las puertas de la residencia presidencial en Washington. Foto: AFP

ESTADOS UNIDOS

Trump estuvo en el búnker cerca de una hora antes de regresar al sector de la Casa Blanca que le sirve de residencia. Afuera, manifestantes tiraban piedras y mantenían escaramuzas con los agentes.

El viernes la tensión en torno a la Casa Blanca por la muerte de George Floyd fue tal, que el Servicio Secreto, encargado de la seguridad del presidente de Estados Unidos, llevó a Donald Trump y a su familia a un búnker subterráneo para protegerlo.

El New York Times indicó que el presidente fue llevado al búnker en la noche del viernes mientras los manifestantes forcejeaban con los agentes del Servicio Secreto para retirar las barreras metálicas instaladas frente a la verja que rodea la residencia presidencial. Según el NYT, Trump fue llevado al búnker junto a su esposa Melania y el hijo de ambos, Barron, de 14 años.

CNN informó que Trump estuvo en el búnker cerca de una hora antes de regresar al sector de la Casa Blanca que le sirve de residencia, mientras en el exterior los manifestantes tiraban piedras y mantenían escaramuzas con los agentes.

El presidente criticó a la alcaldesa de Washington DC, la demócrata Muriel Bowser, en un tuit el domingo, acusándola de no permitir que la policía ayude a los agentes del Servicio Secreto. Trump alabó en su cuenta de Twitter el “gran trabajo” del Servicio Secreto frente a revoltosos “totalmente profesionales”. “Estaba adentro, observaba cada movimiento y no podría haberme sentido más seguro”, agregó.

“Mientras él se esconde detrás de su cerca con miedo/solo, yo estoy con las personas que ejercen pacíficamente su Primera Enmienda (el derecho a la libertad de expresión) justo después del asesinato de #GeorgeFloyd y cientos de años de racismo institucional”, le respondió la alcaldesa.

¿Cómo es ese búnker diseñado para uso de emergencia como ataques terroristas, al que fue llevado Trump?

Gran parte del búnker, que se encuentra en el ala oeste debajo de Pennsylvania Avenue, se construyó entre 1948 y 1952, cuando la Casa Blanca sufrió una reconstrucción bajo la Administración Truman. Para poder refugiar al presidente en caso de un atentado, se había realizado una instalación secreta y subterránea que se conoce como el Centro de Operaciones de Emergencia Presidencial o en sus siglas en inglés PEOC.

Se lo pudo ver de manera pública gracias a unas fotos tomadas el fatídico 11 de septiembre de 2001, día del ataque contra las Torres Gemelas y el Pentágono, que fueron publicadas recién en 2015. En las imágenes se ve al vicepresidente Dick Cheney y a todo el gabinete alrededor de una gran mesa en una sala con pantallas empotradas en sus paredes.

Terrence Floyd, hermano de George Floyd, en una vigilia en el lugar donde fue asesinado. Foto: AFP
Terrence Floyd, hermano de George Floyd, en una vigilia en el lugar donde fue asesinado. Foto: AFP

Durante y después de los ataques del 11/S, la primera dama Laura Bush y luego el presidente George Bush, se refugiaron en el búnker.

Ese lugar es descripto en la autobiografía de Laura Bush, Spoken from the heart:

“Fui empujada hacia adentro y abajo, tras un par de grandes puertas de acero que se cerraron detrás de mí con un fuerte silbido, como un sello hermético. Estaba en uno de los pasillos subterráneos sin terminar, debajo de la Casa Blanca, en dirección al PEOC, el Centro de Operaciones de Emergencia Presidencial, construido para el presidente Franklin Roosevelt durante la Segunda Guerra Mundial. Caminamos por viejos pisos de baldosas con tuberías colgando del techo y todo tipo de equipos tecnológicos”.

Tras los ataques de 2001, el búnker se fue expandiendo. Un experiodista del Washington Post, Ronald Kessler, escribió en su libro La Casa Blanca de Trump: cambiando las reglas del juego de 2018, que ahora existe una instalación de cinco pisos bajo la Casa Blanca. “Puede albergar al personal de todo el ala oeste indefinidamente en caso de un ataque de armas de destrucción masiva”, detalla.

Según Kessler, la extensión del refugio se mantuvo en secreto y comenzó en 2010 con la presidencia de Barack Obama. La excusa fue que había que cambiar el cableado eléctrico y el sistema del aire acondicionado. Pero Kessler accedió al presupuesto de la obra y era de 376 millones de dólares, suma que le pareció excesiva para los trabajos que supuestamente deberían realizarse.

El periodista cuenta que Trump, apenas asumió, recorrió la instalación subterránea interesado en saber cuál era el grado de seguridad. En 1985, Trump compró Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida. Debajo de sus cimientos hay un búnker que en algún momento definió como “seguro y sólido”.

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