Publicidad

El presunto yihadista capturado por un refugiado se suicidó en prisión

Compartir esta noticia
Jaber Albakr, acusado de terrorismo, se suicidó el miércoles en prisión. Foto: Policía de Alemania.
HANDOUT

Jaber Albakr tenía 22 años. En su domicilio se encontraron explosivos y detonadores.La psicóloga de la cárcel de Leipzig había determinado que no había "un elevado riesgo de suicido".

El suicidio en prisión del presunto terrorista islamista, detenido el lunes en Alemania por sospechas de que planeaba un atentado, ha sido recibido con estupefacción por la sociedad y la clase política, que reclaman explicaciones en un caso plagado de errores.

Lo ocurrido el miércoles por la tarde, dijo hoy el ministro del Interior, Thomas de Maizière, en declaraciones a la televisión pública alemana ZDF, "exige ahora realmente un esclarecimiento rápido y completo por parte de las autoridades judiciales locales".

La muerte de Jaber Albakr, refugiado sirio de 22 años en cuyo domicilio se hallaron explosivos y detonadores, y cuya búsqueda tuvo en jaque al país durante el fin de semana, dificulta la investigación sobre posibles cómplices, cerebros y redes implicados en los planes de atentar en Alemania, agregó.

"No debió haber pasado, pero lamentablemente ocurrió", manifestó en una rueda de prensa en Dresde, la capital del estado federado de Sajonia, el titular regional del Justicia, Sebastian Gemkow, quien explicó que el joven se ahorcó con una camiseta colgándose de los barrotes de su celda.

Según explicó, la psicóloga de la prisión de Leipzig en la que estaba encarcelado había determinado que no había "un elevado riesgo de suicido".

Antes de su ingreso, la jueza de instrucción había alertado de ese riesgo y, según manifestó el director de la prisión, Rolf Jacob, esa advertencia fue tomada en serio, por lo que se establecieron controles regulares del sospechoso primero cada 15 minutos y después cada 30.

Al entrar en la cárcel, el detenido comunicó que no aceptaría ni comida ni bebida, pero se mostró "tranquilo" en todo momento, dijo.

Durante su internamiento, rompió una lámpara y manipuló un enchufe, pero el incidente no fue considerado por los funcionarios como indicio de intento de suicidio, sino únicamente como "acto de vandalismo", agregó.

El último control regular fue realizado a las siete y media de la tarde del miércoles y un cuarto de hora después el presunto terrorista fue hallado muerto en su celda por una funcionaria.

"Evidentemente, ha habido una serie de apreciaciones erróneas en lo que respecta tanto a la relevancia como al estado del preso", reconoció el viceprimer ministro sajón, Martin Dulig.

"Es un incidente aterrador que debe ser investigado", manifestó el vicecanciller y líder socialdemócrata, Sigmar Gabriel, mientras que, desde la oposición, Los Verdes reclamaron una reunión extraordinaria de la Comisión de Interior del Parlamento.

El suicidio de Albakr es el resultado de una sucesión de errores en el caso, después de que el sospechoso lograra huir el sábado del cerco policial en torno a su domicilio en la localidad de Chemnitz.

La policía había decidido detenerle tras manejar información de que podía cometer un atentado esta misma semana en uno de los aeropuertos de Berlín.

Según informaron medios locales, el cerco policial a su vivienda en Chemnitz fue tan poco discreto que hasta los vecinos se percataron de que alguien estaba siendo vigilado.

La persecución del sospechoso cuando abandonó su apartamento en la mañana del sábado fracasó, incluso después de que la policía hiciera un disparo de advertencia.

La policía argumentó que no podía dispararle sin poner en peligro a otros viandantes y señaló además que las unidades especiales portan ropa de protección que por su peso -35 kilogramos- les resta agilidad.

El sospechoso viajó entonces de forma inadvertida, aparentemente en tren, desde Chemnitz a Leipzig, a pesar de que había centenares de agentes dedicados a su búsqueda.

El hombre pudo ser finalmente arrestado en la madrugada del lunes gracias a la colaboración de otros tres refugiados sirios que lo habían acogido en su casa de Leipzig sin conocer en un primer momento de quién se trataba, según han relatado ellos mismos.

"Fracasar una vez es un fallo. Fracasar varias veces, es un desastre. Y si ocurre una y otra vez, hay que reflexionar si no estamos ante un fracaso institucional", advirtió la líder parlamentaria de Los Verdes, Katrin Göring-Eckardt.

El ministro de Interior alemán explicó ayer que no está claro cuándo se radicalizó el joven, que entró en Alemania en febrero del año pasado y fue reconocido como refugiado en junio.

En otoño del año pasado viajó dos veces a Turquía y pasó algún tiempo en la localidad siria de Idlib, según informaciones difundidas por la cadena de televisión pública regional MDR.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Jaber Albakr, acusado de terrorismo, se suicidó el miércoles en prisión. Foto: Policía de Alemania.

ALEMANIAEFE

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Alemaniaterrorismo

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad