El agresor, armado con un machete, gritó “¡Dios es grande!” y fue abatido

Un hombre armado con un machete hirió al grito de "Allahu akbar" (Dios es grande) a dos policías en la ciudad de Charleroi, situada en el sur de Bélgica, en un contexto de amenaza terrorista en Europa.

El agresor, que fue alcanzado por disparos, murió, de acuerdo con lo que informó en Twitter la policía de esta ciudad ubicada a unos 60 kilómetros al sur de Bruselas.

El primer ministro, Charles Michel afirmó que en la investigación del caso se "apunta a la pista terrorista".

"Los primeros indicios apuntan muy claramente a la pista terrorista, sobre la base de los primeros testimonios recabados", señaló en declaraciones a la cadena de televisión privada RTL. "Evidentemente quiero ser prudente en este momento para no entorpecer la investigación, pero esto parece de nuevo un ataque con una connotación terrorista", recalcó Michel.

El primer ministro, que retornó a Bruselas y se reunirá hoy domingo con los funcionarios de los servicios de seguridad, indicó que el Órgano de Coordinación para el Análisis de la Amenaza (OCAM) irá actualizando sus evaluaciones de la situación conforme avanza la investigación.

Michel indicó que las autoridades intentan identificar al agresor.

Ambas agentes heridas están "fuera de peligro", indicó la policía de esta localidad de Valonia. Según la agencia de prensa belga, una de ellas "tiene heridas profundas al nivel del rostro" y está hospitalizada, mientras que la segunda presenta heridas leves.

El ataque se produjo a finales de la tarde frente a la comisaría. La policía indicó que ésta estará "inaccesible durante la investigación".

Esta agresión se produce en momentos en que el nivel de alerta terrorista en Bélgica, cuya capital fue víctima de ataques coordinados en el aeropuerto y en una estación de metro el pasado 22 de marzo, está en nivel 3 sobre 4. Ese nivel implica "un riesgo grave, posible y verosímil" de atentado terrorista y conlleva medidas de seguridad en todo el país, según ha indicado el ministro del Interior, Jan Jambon.

El ataque de marzo, en el que murieron 32 personas, fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

El ministro Jambon, que denunció este "acto vil en Charleroi" en su cuenta Twitter, dijo que se está evaluando el nivel de amenaza terrorista.

"Todavía no sabemos si se trata de la acción de un lobo solitario", dijo Jambon a la televisora RTL.

Los lobos solitarios —jóvenes que se vinculan al yihadismo y llevan a cabo atentados— constituyen uno de los mayores peligros para la seguridad que enfrenta Occidente.

Desde los atentados de París del 13 de noviembre de 2015, —murieron 129 personas y 352 sufrieron heridas—, que fueron preparados en Bélgica y en los que participaron yihadistas belgas, la policía belga ha realizado decenas de allanamientos.

El 30 de julio, dos individuos fueron detenidos en Valonia, en la región de Mons (oeste) y de Lieja (este), sospechosos de estar vinculados con proyectos de atentados, según la fiscalía de Bélgica.

La justicia belga indicó que estos arrestos no estaban relacionados con los atentados del 22 de marzo.

El 25 de junio, la policía detuvo a dos hombres durante operativos antiterroristas realizados en Verviers (este) y Tournai, cerca de la frontera con Francia. Ambos fueron acusados de "participación en actividades de un grupo terrorista". Medios belgas, indican que uno de los sospechosos quería hacerse estallar en Bélgica durante una retransmisión pública de un partido de la Eurocopa de fútbol de 2016.

Según el ministro Jambon, 457 hombres y mujeres belgas se han ido o han intentado ir a combatir a Siria o Irak. Entre estas personas, 266 siguen en Siria o Irak y 90 están desaparecidas, y quizás estén muertas, de acuerdo con la información del OCAM.

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