LA SITUACIÓN EN MEDIO ORIENTE

Israel afirma que lo planteó, pero Estados Unidos lo niega.

El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu desató una polémica con Estados Unidos al anunciar que está discutiendo desde "hace un tiempo" con el gobierno de Donald Trump un proyecto para anexar colonias judías en Cisjordania. La Casa Blanca negó este plan.

"Sobre el tema de la aplicación de la soberanía israelí (en las colonias), puedo decirles que desde hace un tiempo hablo con los estadounidenses", dijo Netanyahu a diputados de su partido, el Likud.

Pero poco después de conocerse las palabras de Netanyahu, un vocero de la Casa Blanca negó estas discusiones. "Informes de que Estados Unidos ha discutido con Israel un plan de anexión son falsos. Estados Unidos e Israel nunca han discutido semejante propuesta", declaró Josh Raffel.

El primer ministro israelí no especificó qué tanto han avanzado las discusiones para anexar terrenos que los palestinos quieren para un futuro Estado.

Netanyahu hizo referencia a la ley israelí de asentamientos, un paso equivalente a la anexión. Esos asentamientos están bajo jurisdicción israelí desde la guerra de 1967.

Esta declaración atribuida a Netanyahu es la primera expresión de apoyo de su parte a un proyecto defendido por varios miembros de su partido y de su mayoría en el Parlamento.

Tal anexión complicaría aún más la búsqueda de una salida al conflicto israelo-palestino y la solución con dos Estados, es decir la creación de un Estado palestino que es la referencia de la ONU y de gran parte de la comunidad internacional.

La comunidad internacional considera asimismo ilegal la anexión de Jerusalén Este, ocupada por Israel desde 1967. El presidente estadounidense Donald Trump reconoció en diciembre a Jerusalén como la capital de Israel.

Netanyahu dijo estar guiado por "dos principios": por un lado, "comunicar a los norteamericanos" que el "vínculo con ellos es un activo estratégico para Israel, pero también para los asentamientos" y por otro, que el proyecto de anexión debía ser "una iniciativa del gobierno, y no privada", porque se trata de "una medida histórica", informó el periódico Haaretz. Según el primer ministro, Israel debe "llegar a acuerdos con la comunidad internacional" y evitar hacer políticas que puedan "avergonzar a Estados Unidos".

Analistas señalan que los comentarios del primer ministro podrían haber sido para aplacar a las fuerzas de extrema derecha del partido y no porque haya un plan específico.

Como era de esperar, los palestinos reaccionaron. Nabil Abu Rdainah, portavoz del primer ministro Mahmoud Abas, dijo que una anexión "destruiría todos los esfuerzos de paz y al proceso de paz".

Las declaraciones de Netanyahu trascienden solo horas después de que se publicara una entrevista del diario Israel Hayom con Trump, en la que declara que duda de que palestinos e israelíes quieran la paz y advierte que "Israel debe tener cuidado con los asentamientos".

El presidente ruso, Vladímir Putin, habló ayer lunes por teléfono con el estadounidense, Donald Trump, sobre el conflicto palestino-israelí antes de recibir en el Kremlin al líder de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás.

"Acabo de hablar por teléfono con el presidente de Estados Unidos, el señor Trump. Evidentemente hablamos del arreglo palestino-israelí", señaló Putin al inicio de la reunión con Abás en el Kremlin. "La situación (en Oriente Medio) está muy lejos de lo que a todos nos gustaría ver", admitió Putin, quien recordó que recientemente recibió en Moscú al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Putin no ha ahorrado críticas contra la decisión de Trump de trasladar la embajada estadounidense a Jerusalén.

Por su parte, Abás aseguró a Putin en el Kremlin que los palestinos, "a partir de este momento, se niegan a cooperar con los estadounidenses en calidad de mediadores" en las negociaciones.