EL JUICIO A LULA: LA INTERNA DEL PT

Comienzan a manejarse candidatos alternativos o apoyo a otros partidos de izquierda en comicios de octubre.

Poco antes de que el juez Sergio Moro firmara la orden de detención de Lula, el expresidente reunió a la cúpula del Partido de los Trabajadores (PT). Dos temas dominaban la mesa: qué hacer ante lo que entonces era un inminente ingreso a prisión, y cómo quedaba el PT de cara a las elecciones del 7 de octubre, ahora casi seguro sin Lula como candidato.

A pesar del mazazo judicial, Lula se mostró "sereno" y con la "conciencia de los inocentes", dijo la presidenta del PT, la senadora Gleisi Hoffmann.

"Lula continúa siendo nuestro candidato, porque es inocente y porque es el candidato favorito para convertirse en el próximo presidente, sostuvo Hoffmann.

"No tenemos plan B. Continuamos reafirmando la candidatura del presidente Lula y no trabajamos con otra hipótesis", afirmó el diputado Paulo Pimenta, otro de los dirigentes del PT.

Lula: la prisión es un "absurdo" del juez MoroBy Irene Nuñez

MIRA TAMBIÉN

Lula: la prisión es un "absurdo" del juez Moro

Públicamente el PT dice que Lula sigue siendo su único candidato, pero en el ámbito político brasileño ya se manejan otras alternativas.

Pimenta señaló que si Lula es encarcelado "será el primer preso político" desde el fin de la dictadura militar (1964-1985).

En agosto, cuando se abra el período de inscribir los candidatos para octubre, el PT tiene intensión de presentar el nombre de Lula. Pero con una condena en segunda instancia y probablemente todavía en prisión, su candidatura va camino a la inhabilitación por parte del Superior Tribunal Electoral (STE), en cumplimiento de la llamada "ley de ficha limpia".

"Es muy grave lo que ha pasado", dijo Sendic sobre la situación judicial de Lula da SilvaBy Irene Nuñez

MIRA TAMBIÉN

"Es muy grave lo que ha pasado", dijo Sendic sobre la situación judicial de Lula da Silva

Sin Lula, al PT se le abren tres caminos: abstenerse ("una elección sin Lula es fraude", dicen sus dirigentes), presentar una candidatura alternativa (se barajan los nombres del exalcalde de San Pablo Fernando Haddad y del exgobernador de Bahía Jaques Wagner), o apoyar a otra fuerza de izquierda aliada.

"No hay manera de que Lula pueda reconstruir su carrera. Cavó su propia tumba política al liderar una compleja trama de corrupción", dijo el senador Alvaro Dias, candidato por el centrista partido Podemos. "Es el fin de un ciclo populista en Brasil".

"El PT tendrá que pasar rápidamente al Plan B, que es el exalcalde de San Pablo Fernando Haddad, o incluso al Plan C de apoyar a un izquierdista de otro partido, como el exgobernador de Ceará, Ciro Gomes", dijo Lucas de Aragao, analista político de la consultora Arko Advice.

Lula presidió Brasil en dos periodos entre 2003 y el 1º de enero de 2011, cuando dejó el poder con una aprobación de más de 80%. Entonces, su apoyo fue suficiente para que su delfín Dilma Rousseff fuera elegida dos veces.

Rousseff fue sometida a un juicio político y destituida en medio de un escándalo de corrupción y una crisis económica a mediados de 2016, cuando asumió su vice Michel Temer.

Hoy, el apoyo de Lula no sería suficiente para permitir que un candidato llegue a una segunda vuelta, dijo Aragao.

Los sondeos muestran que Gomes y la ambientalista Marina Silva serían los mayores beneficiados si Lula no entra a la carrera presidencial.

El candidato de extrema derecha Jair Bolsonaro, que está en segundo lugar de los sondeos, podría perder fuerza si Lula queda fuera de competencia, ya que su retórica antiizquierdista no tendría sentido.

El desorden en la izquierda mejoraría las perspectivas para un centrista como Geraldo Alckmin, gobernador de San Pablo, el estado más rico del país, y candidato del poderoso Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). El presidente Michel Temer tiene altas cifras de impopularidad en las encuestas, pero no ha descartado presentarse. Su hasta ahora ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, también asoma como un eventual candidato del oficialista Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), al que se afilió esta semana. EN BASE A EFE Y REUTERS