Asesinan a 49 personas en un boliche gay de Orlando; grupo terrorista lo reivindica.
Desde el 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos no vivía un ataque tan sangriento hasta ayer. Un hombre ingresó en la madrugada a un club gay de Orlando, asesinó a 49 personas e hirió a otras 53. El ataque fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico.
El tirador, que murió en un intercambio de disparos con la Policía, fue Omar Mateen, un ciudadano estadounidense de origen afgano de 29 años.
Las autoridades informaron de 50 muertos y 53 heridos en lo que constituye el tiroteo más mortífero de la historia de Estados Unidos. La Policía de Orlando confirmó este lunes que la cantidad de fallecidos incluye al atacante.
Official victim count: 49 shooting victims plus suspect. Total 50. pic.twitter.com/wkh6A83fNV
— Orlando Police (@OrlandoPolice) 13 de junio de 2016
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Al principio, las autoridades estimaban que el único motivo por el cual Mateen perpetró la masacre fue por su personalidad homofóbica.
Pero horas después del atentado, el grupo terrorista Estado Islámico (EI) asumió la autoría de la matanza. "El ataque armado perpetrado contra un club nocturno de homosexuales en la ciudad de Orlando en el estado estadounidense de Florida (...) fue perpetrado por un combatiente del Estado Islámico", señaló Amaq, agencia con fuentes yihadistas. Fuentes oficiales estadounidenses aún no lo pudieron confirmar.
"Salgan y corran".
El incidente comenzó cerca de las 2 de la mañana en el local en la discoteca Pulse del centro de Orlando, donde, según testigos, un hombre abrió fuego con un arma automática.
"Hacia las 2.00, alguien comenzó a disparar. La gente se tiró al suelo", contó uno de los clientes del club, Ricardo Negron, a Sky News.
El testigo dijo haber escuchado "continuos disparos" durante casi un minuto, aunque le pareció mucho más.
La discoteca Pulse de Orlando, que se presenta en su sitio web como "el bar gay más hot de Orlando", colgó en su página de Facebook un último mensaje lapidario: "¡Salgan y corran!".
"Tiroteo en Pulse Nightclub en S Orange. Múltiples víctimas. Manténgase fuera del área", escribió la Policía de Orlando en Twitter.
El testigo Christopher Hanson dijo que escuchó "fuertes ruidos de disparos. No vi al atacante, solamente vi cuerpos cayendo, cuando estaba ordenando una bebida en el bar".
"Yo caí y me arrastré hacia afuera. La gente trataba de escapar", dijo Hanson a la cadena CNN, agregando que había "sangre por todas partes".
Rosie Feba estaba con una amiga cuando comenzaron los disparos.
"Ella me dijo que alguien estaba disparando. Todo el mundo se tiró al suelo", dijo Feba al cotidiano Orlando Sentinel. "Le dije que no creía que fuera cierto, pensé que era solo parte de la música, hasta que vi fuego saliendo de su arma".
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Rehenes.
"La situación giró hacia una toma de rehenes", dijo el jefe de Policía de Orlando, John Mina, en conferencia de prensa. "Hacia las 5:00 se adoptó la decisión de rescatar a los rehenes que estaban allí".
"En un momento, el sospechoso volvió al club, donde se produjeron más disparos", agregó.
No estaba claro si las víctimas murieron durante la toma de rehenes o si algunos fallecieron en el enfrentamiento del atacante con la Policía.
La Policía entró al lugar usando explosivos y rompiendo la pared con un camioneta blindada conocida como BearCat. El sospechoso murió en medio de una ráfaga de tiros, según el relato policial.
Mina indicó que alrededor de 30 personas fueron rescatadas durante la operación.
Se trató del segundo ataque en la ciudad en poco más de 24 horas, luego del asesinato el viernes de la cantante Christina Grimmie, exconcursante del show "The voice", por un hombre de 27 años que la atacó al término de un concierto y luego se suicidó.
El teatro donde Grimmie fue atacada está situado a unos seis kilómetros del Pulse Nightclub.
Las armas de fuego fueron usadas en 11.200 asesinatos en 2013 en EE.UU., pero hasta ahora no han llevado a la adopción de medidas efectivas para limitar su uso, en un país donde se protege su tenencia.
Cientos para donar sangre.
Los llamamientos a donar sangre para los más de 50 heridos en la matanza perpetrada en una discoteca gay en Orlando (centro de Florida), han tenido eco y las necesidades actuales están cubiertas, anunció un banco de sangre de esa ciudad.
El banco OneBlood de Orlando dijo en un comunicado que está ya "a plena capacidad", y pidió a los donantes que ayuden en los días venideros para mantener el nivel, con el fin de seguir ayudando.
El cirujano Cheatham, que subrayó que estaban operando a muchos de los heridos en el hospital más cercano al lugar de la matanza, pidió a la gente que no fuera al centro médico a donar sangre y plasma, sino que lo hiciera en organizaciones como OneBlood. Muchos medios mostraron imágenes en las que se veían largas colas de personas a las puertas de este lugar.
MATANZA YIHADISTAAFP, EFE, REUTERS