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Paso crucial de Trump y Kim

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Kim Jong-un y Moon Jae-in hacen el simbólico corte del postre en el banquete, en Panmunjom. Foto: Reuters

EL MUNDO ESPERA CON ANSIEDAD LA CUMBRE

EE.UU. cree que la presión económica obliga al dictador a hablar de la desnuclearización.

Kim Jong-un y Moon Jae-in hacen el simbólico corte del postre en el banquete, en Panmunjom. Foto: Reuters
Kim Jong-un y Moon Jae-in hacen el simbólico corte del postre en el banquete, en Panmunjom. Foto: Reuters

En la hora pico, el movimiento en la capital de Corea del Sur llega al frenesí y parece estar al borde de una sobredosis de cafeína. Por eso, fue notable ver a los usuarios de los medios de transporte público detenerse para fijar la atención en pantallas de televisión gigantes Samsung que mostraban el desarrollo de las escenas en la Zona Desmilitarizada, donde el tiempo se había detenido en 1953, cuando se firmó el armisticio.

Kim Jong-un, en un traje negro de estilo Mao, cruzó una demarcación de cemento para ingresar al territorio de Corea del Sur, en lo que constituyó la primera vez que un líder de Corea del Norte lo hizo desde la guerra catastrófica y sin final hace siete décadas. Le dio la mano al presidente surcoreano, Moon Jae-in y lo guió de vuelta hacia el territorio de Corea del Norte.

Fue un recordatorio, si es que aguien lo necesitaba, deque Kim, de 34 años, ha jugado el papel de maestro de coreografía con pasos de baile sorprendentes al borde de un precipio nuclear.

Kim dejó en silencio a quienes pensaron que es desmasiado joven y desalmado para ejercer el mando de un país al haber ejecutado a su tío, envenenado a su medio hermano, instalado a sus propios generales y acelerado el programa nuclear y de misiles de Corea del Norte.

Después de dedicar 2017 a demostrar que su nación atrasada podía lanzar misiles a través del Océano Pacífico y hacer pruebas con un arma muchas veces más poderosa que la bomba atómica lanzada contra Hiroshima, Kim aprovechó una invitación de Corea del Sur para participar de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018 y de pronto se presentó como el estadista. El viernes, dio nuevos indicios de que su arsenal nuclear puede estar en la mesa de negociaciones, si se llega al precio apropiado.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump insiste en que las propias acciones que hizo son las responsables, junto con sus amenzas de "fuego y furia" y, lo más importante, las sanciones intensificadas, de haber obligado a Kim a llegar a este momento. En parte, está en lo cierto: Trump ha mostrado una energía al enfrentar a Corea del Norte que el presidente Barack Obama nunca mostró. Pero, los expertos en desarme que vieron el encuentro de los líderes coreanos en la Zona Desmilitarizada, coinciden en que Kim impulsó los hechos.

Kim aprendió el arte de la sorpresa, al igual que su abuelo, Kim Il Sung, el fundador de Corea del Norte, que es el ejemplo que sigue el joven líder. Kim Il Sung tomó por sorpresa al mundo al invadir el Sur, en junio de 1950.

El encuentro realizado el viernes, logró todo lo que se esperaba para preparar la próxima cumbre que tendrá como protagonistas a Kim y Trump. Los surcoreanos señalan que ese será el momento para lograr un acuerdo nuclear, algo que solo puede ocurrir si un presidente de Estados Unidos está en la sala de reuniones.

Dudas.

El interrogante es si Kim realmente está pronto para hacer un acuerdo o si, en cambio, apuesta —como cree la mayoría de los expertos— a lograr apoyo para normalizar la economía de Corea del Norte y mantener al menos partes de un temible arsenal que él considera ha sostenido en el poder a su familia.

El acuerdo difundido en la tarde del viernes, cuando los dos líderes coreanos se aprestaban a participar de una cena con abundante simbolismo sobre las tradiciones comunes entre Norte y Sur, dice poco sobre el tema nuclear. Fija una fecha límite para completar algún tipo de arreglo de paz —no necesariamente un tratado— a fines de este año. Pero, no define un cronograma de desnuclearización. Ese es un punto crucial, porque hasta ahora, la posición del gobierno de Trump ha sido que el Norte, primero, debe entregar todas sus armas y que cualquier conversación sobre tratados, comercio o alivio a las sanciones, puede hacerse solo cuando las armas, el uranio y el plutonio, así como los misiles, estén seguros fuera del país.

Los asesores de Moon insistieron en que la vaguedad del acuerdo difundido el viernes es una virtud y no un defecto y que le corresponderá a otros definir los detalles. Pero también insisten en que Kim está impulsado por imperativos diferentes a los de su padre y su abuelo. "Quieren una Torre Trump y un McDonalds", insistió Moon Chung-in, asesor especial del presidente de Corea del Sur, en una entrevista con Christiane Amanpour, de CNN.

Quizás así sea: el hotel más famoso en Pyongyang, la capital del Norte, se inclina de manera peligrosa. al extremo de que nunca se abrió. A Corea del Norte tampoco se la conoce por tener cadenas de comida rápida. Si se le pregunta a las personas que han visto anteriores iniciativas de paz, si creen que este acuerdo dará un resultado diferente, expresan serias dudas de que Kim esté dispuesto a abandonar su programa nuclear a cualquier precio.

Ciudadano de Seúl pasa frente a la reproducción de la primera página de un diario. Foto: AFP
Ciudadano de Seúl pasa frente a reproducción de la primera página de un diario. Foto: AFP

Lo evaluó.

Entre los escépticos está el nuevo secretario de Estado, Mike Pompeo, quien hizo una visita secreta a Pyongyang en el fin de semana de Pascuas, con la finalidad de evaluar la sinceridad de Kim. El verano pasado, Pompeo, que en aquel tiempo todavía se desempeñaba como director de la CIA, argumentó que la única manera de tratar con Corea del Norte era separar a Kim de sus armas.

El viernes, en su primera jornada completa como Secretario de Estado, Pompeo sugirió en la OTAN por primera vez que el líder de Corea del Norte estaba pronto para un acuerdo. "Tengo la sensación de que lo encara son seriedad", dijo a los periodistas. "La presión económica aplicada por un esfuerzo global liderado por el presidente Trump, le ha llevado a creer que está en su mejor interés sentarse a la mesa para hablar de la desnuclearización".

Sin embargo, hablar es diferente de desnuclearizar.

Todo lo que ha pasado apunta a que crece el desafío para Trump cuando se encuentre con Kim, probablemente a comienzos de junio. Debe establecer el proceso para desmantelar realmente las armas, remover del Norte los stocks de combustible de uranio y plutonio para la fabricación de bombas y aplicar un programa de verificación, que será uno de los más complejos de la historia, teniendo en cuenta la vastedad de las montañas en Corea del Norte.

En sintesis, Trump debe lograr mucho más de lo que obtuvo Obama en el acuerdo con Irán, que el presidente cree es fallido y debe ser abandonado.

La agencia norcoreana destaca el logro común

La agencia noticiosa oficial de Corea del Norte calificó ayer sábado como un "nuevo hito" el resultado de la histórica cumbre de las dos Coreas.

"Corea del Norte y Corea del Sur afirmaron el objetivo común de conseguir una península de Corea no nuclear a través de su completa desnuclearización", señaló la agencia estatal norcoreana KCNA. Asegura además que ambos países comparten la idea de que "las medidas adoptadas por el Norte y el Sur son significativas para la desnuclearización de la península" por lo que "acordaron cumplir con sus responsabilidades ".

Definen detalles para la discusión

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tuvo ayer sábado una "larga y muy buena" conversación con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, y aseguró que está ultimando los detalles para reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong-un.

"Acabo de tener una conversación larga y muy buena con el presidente Moon de Corea del Sur. Las cosas van muy bien, se está estableciendo el momento y lugar de la reunión con Corea del Norte", afirmó Trump en Twitter.

El mandatario indicó que también ha informado "de las negociaciones en curso" al primer ministro japonés, Shinzo Abe, al que recibió a mediados de mes en su club privado de Mar-a-Lago (West Palm Beach, Florida).

Por su parte, el secretario de Defensa, James Mattis, conversó con el ministro de Defensa surcoreano, Song Young-moo, para hablar de los resultados de la cumbre entre los líderes de las dos Coreas, Kim Jong-un y Moon Jae-in, quienes sellaron un acuerdo para lograr "la completa desnuclearización" de la península coreana.

Según el Pentágono, tanto Mattis como Song expresaron "un compromiso serio con una resolución diplomática que logre la desnuclearización completa, verificable e irreversible" de Corea del Norte.

El Gobierno de Estados Unidos. ha recibido con optimismo ese acuerdo y el propio Trump ha considerado que es la responsabilidad de su país tratar de conseguir la desnuclearización de la península coreana, según dijo el viernes en una rueda de prensa en la Casa Blanca con la canciller alemana, Angela Merkel.

Entones, desveló que está evaluando "dos o tres" lugares para su reunión con Kim, que se producirá a finales de mayo o principios de junio. Hace algo más de una semana, Trump dijo que se estaban evaluando cinco posibles localizaciones, y descartó que una esté en Estados Unidos. FUENTE: EFE

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