FALTA DE ACUERDO

M5S y Liga negocian el nombre del nuevo jefe de gobierno.

El Movimiento 5 Estrellas (M5S) pidió ayer lunes unos días más para formar un gobierno de coalición con otro partido antisistema, la ultraderechista Liga, a falta de acuerdo sobre los detalles de su programa y la identidad de su futuro jefe.

"Como estamos escribiendo lo que será el programa de gobierno para los cinco próximos años, es importante para nosotros terminarlo bien, y por eso pedimos unos días más", declaró Luigi Di Maio, líder del M5S, tras reunirse durante 45 minutos con el presidente Sergio Mattarella.

El jefe de la Liga, Matteo Salvini, se entrevistó luego a su vez con el presidente, y aseguró tras el encuentro que el M5S y su partido aún debían solucionar puntos importantes antes de alcanzar un acuerdo de gobierno.

Salvini habló de "visiones distintas" en "algunos puntos importantes como las infraestructuras", y también en temas como la inmigración o las relaciones con la Unión Europea (UE).

El nombre del futuro primer ministro sigue siendo una gran incógnita. Cada bando se opone firmemente al nombramiento del líder del otro. La prensa asegura que ambas formaciones buscan una personalidad que no esté demasiado vinculada al M5S y a la Liga, capaz de sentar autoridad en el plano internacional y de defender ante Bruselas el tono euroescéptico del nuevo ejecutivo.

Di Maio explicó que había acordado con Salvini no mencionar a ningún candidato antes de hablarlo con el presidente que, como prevé la Constitución, debe aprobar y designar al primer ministro.

Repitió, sin embargo, que el "contrato de gobierno" sería sometido al voto por internet de los militantes del M5S, según un procedimiento clásico de este movimiento nacido en 2009 como una expresión de rechazo hacia la clase política tradicional. Respecto al contenido del acuerdo de gobierno, la síntesis no es sencilla entre la Liga, una formación nacionalista cercana al Frente Nacional francés, que conquistó el próspero e industrializado norte con la promesa de recortes masivos de impuestos, y la formación antisistema M5S, sensible a los problemas sociales del sur pobre de la península, que prometió un salario ciudadano y que suele ser ambivalente frente a la Unión Europea.