GIRA POR ASIA
Francisco cierra hoy sábado en Bangladés su gira por Asia.
El papa Francisco pronunció finalmente el término "rohinyá", que había evitado durante su gira por Birmania por consejo de la iglesia local. Ayer viernes en Bangladés se reunió con integrantes de esta perseguida minoría musulmana a la que pidió perdón.
"En nombre de todos los que los persiguieron, que les hicieron mal, en particular ante la indiferencia del mundo, les pido perdón", dijo. "No cerremos nuestros corazones, no miremos para otro lado. La presencia de Dios hoy se llama también rohinyá", subrayó.
El éxodo de esta minoría musulmana constituyó la línea roja del viaje del Papa en Asia, iniciado el lunes en Birmania y que termina hoy sábado en Bangladés.
Al término de un encuentro interreligioso en Dacca, una delegación de refugiados rohinyás formó fila para hablar unos minutos con el pontífice, que los escuchó asintiendo con la cabeza, con tristeza y tomándoles de la mano.
El director de Caritas, James Gómez, explicó a EFE que se trataban de dos familias, un grupo de 16 personas en total, entre ellas dos mujeres y un bebé y una niña huérfana. Vestida con una falda roja con grandes lunares blancos, Sahwat Ara, de 12 años, explicó a los periodistas que había perdido a sus padres, a sus dos hermanos y a dos tíos en un ataque del Ejército birmano el 28 de agosto. Pudo escapar junto a su tío Jaffar Alam, de 24 años, que quedó herido de bala y muestra su enorme cicatriz en el brazo, pero tuvo más suerte que los 30 que capturó el Ejército ese día y que fueron fusilados.
El papa Francisco siempre fue pugnaz desde el Vaticano sobre la suerte de los rohinyás, incluso antes de la huida masiva de más de 620.000 personas que se refugiaron en Bangladés los últimos tres meses. Este éxodo forzado fue calificado de "limpieza étnica" por la ONU.