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El Papa y el imán de Al Azhar piden libertad de culto

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Ambos líderes religiosos luego de firmar el "Documento de Fraternidad Humana". Foto: Reuters

En Emiratos Árabes Unidos

Francisco oficiará hoy martes una misa para 130.000 fieles en Emiratos, la mayor concentración en el país.

El papa Francisco y el gran imán de Al Azhar condenaron ayer lunes toda discriminación contra las minorías religiosas, en el segundo día de una visita histórica a Emiratos Árabes Unidos. El texto llamado "Documento de Fraternidad Humana" es una declaración de intenciones de ambos líderes religiosos, en representación de "los musulmanes de Oriente y Occidente, junto con la Iglesia Católica y los católicos de Oriente y Occidente".

En él destacan que "nunca se autoriza a nadie a utilizar el nombre de Dios para justificar la guerra, el terrorismo o cualquier otra forma de violencia" y afirman que "quien mata a una persona, mata a la humanidad, y quien salva a una persona, es como si salvara a toda la humanidad".

El papa, vestido de blanco, y el gran imán sunita del instituto egipcio Al Azhar, el jeque Ahmed al-Tayeb, de negro, se mostraron juntos de manera fraterna, frente a la gran Mezquita Zayed —una de las más grandes del planeta—, y luego se besaron en la tribuna de la conferencia interreligiosa, bañada por una lluvia de hojas de olivo.

Este encuentro y diálogo interreligioso había sido impulsado por el papa y el gran imán de Al Azhar, institución más importante del islam sunita.

"¡Al Salamò Alaikum!" ("¡Que la paz esté con vosotros!"), arrancó Francisco su discurso, en que reforzó la idea de la fraternidad, pero que incluyó referencias directas a la realidad cotidiana de los habitantes de Oriente Medio.

Se trató de un discurso de alto significado, ya que fue pronunciado en una región donde aún se constatan desigualdades evidentes y abundan las denuncias de discriminación religiosa. Arabia Saudita, por ejemplo, prohíbe la práctica de cualquier religión que no sea el islam, pero el papa hizo una encendida defensa de la necesidad de garantizar la libertad religiosa.

Más derechos.

En su participación en el encuentro interreligioso, el Pontífice formuló un pedido para otorgar "el mismo derecho a la ciudadanía" a personas de diversas religiones. "Deseo que, no solo aquí, sino en toda la amada y neurálgica región de Oriente Medio, haya oportunidades concretas de encuentro: una sociedad donde personas de diferentes religiones tengan el mismo derecho de ciudadanía", manifestó.

En su discurso, Francisco insistió en la justicia en general: "una justicia dirigida solo a miembros de la propia familia, compatriotas, creyentes de la misma fe es una justicia que cojea, es una injusticia disfrazada", señaló.

El pontífice evocó también la no violencia, la paz y el desarme, expresando firme oposición a la utilización de la religión para fines que no sean pacíficos.

Para Francisco, "no hay violencia que encuentre justificación en la religión". "La fraternidad humana nos exige, como representantes de las religiones, el deber de desterrar todos los matices de aprobación de la palabra guerra", indicó.

En la visión del pontífice, la guerra es sinónimo de "miseria" y "crueldad". Por eso, llamó la atención sobre cuatro países que sufren "las consecuencias nefastas" de conflictos: Yemen, Siria, Irak y Libia.

Hoy martes, Francisco celebrará una misa multitudinaria que se presenta como la mayor manifestación jamás organizada en este país, con la presencia de más de 130.000 fieles.

Hay cerca de un millón de católicos en este país, adepto a un islam más bien moderado y cuya sociedad está bastante abierta al mundo exterior. La mayoría de católicos son trabajadores asiáticos, que practican su religión en ocho iglesias.

Al contrario que su vecino saudita, Emiratos Árabes Unidos quiere proyectar una imagen de país tolerante.

No obstante, las autoridades controlan las prácticas religiosas y reprimen la contestación política o la explotación de la religión, incluso por los adeptos de un islam político, encarnado por los Hermanos Musulmanes.

Desde el inicio de su pontificado, el papa ha viajado a varios países cuya población es mayoritariamente musulmana, como Egipto, Azerbaiyán, Bangladés y Turquía. En marzo viajará a Marruecos.

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