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El Papa en un gueto gitano: marginar no resuelve nada

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El papa Francisco saluda a fieles durante su visita a Eslovaquia. Foto: AFP
Pope Francis waves from an open vehicle to greet the faithful celebrating a Byzantine divine liturgy on September 14, 2021 in Presov near Kosice, Slovakia. - The Pope is on a four-day visit in Slovakia, where he met with Holocaust survivors and will also see members of the Roma community. (Photo by Tiziana FABI / AFP)
TIZIANA FABI/AFP

VIAJE DE FRANCISCO

“Marginar a las personas no resuelve nada. Cuando se alimenta la cerrazón, antes o después estalla la rabia. El camino para una convivencia pacífica es la integración”, defendió Francisco.

El papa Francisco reivindicó la “integración” de los gitanos y recordó que “marginar a las personas no resuelve nada”, en un encuentro este martes con la comunidad romaní de la ciudad eslovaca de Kosice.

En las semanas previas a la esperada visita del pontífice, las autoridades de la ciudad limpiaron el barrio, repararon la carretera que conduce a él y restablecieron el suministro de electricidad.

“Marginar a las personas no resuelve nada. Cuando se alimenta la cerrazón, antes o después estalla la rabia. El camino para una convivencia pacífica es la integración”, defendió Francisco, tras haber escuchado los testimonios de los habitantes.

En este barrio, Lunik IX, considerado un verdadero gueto en el corazón de Europa y donde miseria y superpoblación son males crónicos, se hacinan 4.500 personas en un espacio con capacidad para la mitad de habitantes.

Numerosas viviendas sociales no tienen electricidad, ni gas ni agua corriente y sufren cortes con frecuencia por el impago de facturas.

“Queridos hermanos y hermanas, demasiadas veces han sido objeto de preconceptos y de juicios despiadados, de estereotipos discriminatorios, de palabras y gestos difamatorios”, lamentó el Papa.

También les animó “a ir más allá de los miedos” a través del “trabajo honesto, en la dignidad de ganarse el pan cotidiano”.

Ante el Papa habló un matrimonio gitano que consiguió integrarse y salir de Lunik IX, Nikola y René Harakaly, que se presentaron ante el papa con sus dos hijos, Filip y Simon. “Santo Padre, nuestros padres, hermanos y amigos siguen viviendo en este barrio. Esperamos que su visita traiga nueva esperanza y pasión por la transformación interna”, desearon.

La mayoría de los gitanos, aislados por vallas, se tuvo que conformar con ver al papa desde lejos, mientras se escuchaban danzas y coros en la tradición romaní centroeuropea.

Casi un 20% de los gitanos de Eslovaquia viven en una pobreza extrema, en más de 600 barriadas, especialmente en el sur y el este de este país de la zona euro de 5,4 millones de habitantes.

El este de Eslovaquia es una de las zonas con menos PIB per cápita de la Unión Europea.

El papa comenzó su jornada en la ciudad de Presov, a unos 40 km de Kosice, donde celebró una misa según el rito bizantino en la que participaron unos 30.000 fieles que lo aclamaron al paso del papamóvil.

Se trata del primer viaje al extranjero de Francisco, de 84 años, desde su operación de colon a principios de julio. Hasta el momento se lo ha visto en buen estado de salud.

Francisco cerró la jornada con una reunión con jóvenes en un estadio de Kosice.

Los gitanos están considerados como la minoría étnica más populosa del continente, con grandes comunidades que viven en Europa central y oriental. Medio millón de romaníes murieron a manos de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, lo que equivale a una cuarta parte de la población.

En 2016, un informe de la UE reveló que un 54% de los gitanos en Eslovaquia habían sido víctimas de discriminación por su pertenencia étnica.

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