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Ortega prohíbe a comisión de la OEA viajar a Nicaragua

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El presidente Daniel Ortega en una situación difícil. Foto: AFP

CRISIS

Entre los diplomáticos vetados estaban el delgado de Estados Unidos y el uruguayo Gonzalo Koncke.

Nicaragua prohibió este sábado el ingreso de siete diplomáticos que buscaban impulsar un diálogo con el régimen de Daniel Ortega, entre ellos el embajador de Estados Unidos ante la OEA, Carlos Trujillo, y el diplomático uruguayo Gonzalo Koncke, jefe de gabinete del secretario general Luis Almagro.

Trujillo, Koncke y otros cinco diplomáticos tenían previsto viajar a Nicaragua para intentar dialogar con Ortega y buscar una salida a la crisis que comenzó con las protestas del 18 de abril de 2018 y que ha dejado cientos de muertos, presos y desaparecidos, además de miles en el exilio.

Algunos de los diplomáticos a los que Ortega decidió impedir el ingreso a Nicaragua forman parte de una comisión creada a finales de agosto.

Si esa comisión fracasa y Ortega se niega a dialogar, la OEA podría suspender a Nicaragua, la mayor sanción que tiene la organización y que, en 70 años de historia, solo ha usado en dos ocasiones: con Honduras, en 2009, después del golpe de Estado; y con Cuba tras el triunfo de la Revolución de Fidel Castro, en 1959.

La comisión está integrada por Trujillo y otros cuatro miembros: el subsecretario de Asuntos de América del Ministerio de Exteriores de Argentina, Leopoldo Francisco Sahores; la representante de Panamá en la OEA, Elisa Ruiz Díaz; así como Sébastien Sigouin, responsable de Centroamérica en el ministerio de Exteriores de Canadá; y la embajadora ante la OEA de Jamaica, Audrey Marks. Además, Koncke y un funcionario encargado de prensa acompañaban a esa comisión.

Ortega considera que las protestas que estallaron el 18 de abril son un “golpe de Estado” y reconoce solo 200 víctimas mortales. Algunos organismos locales cuentan hasta 595, mientras que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contabilizó 328.

El rechazo de Ortega al ingreso de la comisión de la OEA es por “temor” a que se sepan “sus mentiras y artimañas” sobre la crisis en Nicaragua, aseguró Unidad Nacional Azul y Blanco, la organización más amplia de opositores nicaragüenses. Por su lado, la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) llamó a una “revolución pacífica”, basada en los valores morales, y a “romper el círculo de la violencia”, para superar la profunda crisis sociopolítica que vive el país.

Organizaciones humanitarias atribuyen al régimen de Ortega ejecuciones extrajudiciales, que incluyen asesinatos con francotiradores, decapitaciones de campesinos o muertes por omisión.

El papel de la CEN en la crisis de Nicaragua ha sido clave, ya que la mayoría de sus obispos y sacerdotes intervinieron para salvar a cientos de manifestantes durante ataques de oficialistas y luego el Episcopado sirvió como mediador en el primer diálogo nacional, que culminó cuando Ortega los acusó de “golpistas”.

Grupos de manifestantes reclamaron una “Nicaragua libre” ayer domingo, cuando el país celebró el aniversario número 198 de su independencia de la Corona española.

“¡Democracia sí, dictadura no!”, “¡Viva Nicaragua libre!” o “¡Pueblo, únete!”, fueron algunas de las consignas que gritaron los manifestantes en varios puntos del país.

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