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Organización de las Naciones Unidas enfrenta desafíos como nunca en sus 75 años de vida

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El presidente Donald Trump habla en la ONU, en septiembre de 2019. Esta vez será virtual. Foto: AFP.

ANIVERSARIO 

Por primera vez, ante el COVID-19, la Asamblea General usará un modelo híbrido entre lo virtual y lo presencial.

La pandemia del coronavirus marca la 75 edición de la Asamblea General de la ONU, que reunirá esta semana a líderes de todo el mundo en un inédito formato virtual y en un momento especialmente turbulento en la escena internacional.

La cita, que cada septiembre convierte por unos días a Nueva York en la capital global de la diplomacia, será este año una versión descafeinada de sí misma, con la sede central de Naciones Unidas medio vacía y los tradicionales discursos de los jefes de Estado y de Gobierno limitados a grabaciones en video.

Para mantener un atisbo de normalidad, la organización ha preferido no saltar directamente al ciberespacio, sino que usará un modelo híbrido, en el que el hemiciclo de la Asamblea estará ocupado por un diplomático de cada país y allí se proyectarán las intervenciones de los jefes de Estado y de Gobierno.

El presidente estadounidense, Donald Trump, que había manifestado su deseo de viajar a Nueva York y ser el único líder que hablase en directo, finalmente también intervendrá por video, según anunció la Casa Blanca en las últimas horas.

“Esta Asamblea General claramente será como ninguna otra”, admite Stéphane Dujarric, el portavoz del secretario general, António Guterres, quien abrirá en persona los discursos el próximo martes.

Muchos diplomáticos, incluido el propio Guterres, reconocen que el formato presenta dificultades a la hora de hacer avanzar cuestiones complicadas. “Para ser efectiva, la diplomacia necesita contacto personal”, dijo a los periodistas esta semana el político portugués.

Mientras, el novedoso formato, que permitirá a los líderes intervenir cómodamente desde sus despachos, hará que la Asamblea General cuente este año con un número récord de mandatarios.

Se espera a 119 jefes de Estado -cuando lo habitual son unos 70 u 80- y a 54 jefes de Gobierno. Entre ellos, se prevé que intervengan algunos líderes que llevan varios años sin hacerlo, como los presidentes de China, Xi Jinping, y de Rusia, Vladímir Putin.

Complicado.

Las reuniones de alto nivel se abrirán mañana lunes, con una cumbre para conmemorar el 75 aniversario de Naciones Unidas, una fecha a la que la organización llega en un momento especialmente complicado.

En medio de un auge de políticas nacionalistas y aislacionistas, la organización se está viendo atacada desde distintos frentes y, en muchas áreas, su trabajo se ve obstaculizado, sino totalmente paralizado, por las diferencias entre las potencias del Consejo de Seguridad y el creciente choque entre Estados Unidos y China en la esfera internacional.

Los 193 países tienen previsto adoptar una declaración que negociaron durante meses y que aporta pocas medidas concretas. “Son cuatro páginas de tópicos”, resume en declaraciones a Efe el experto Thomas Weiss, profesor del Centro de Graduados de la Universidad de la Ciudad de Nueva York .

El martes arrancará la Asamblea General en sí, con una agenda muy cargada en la que además de Xi y Putin intervendrán el presidente de Estados Unidos, Donald Trump; el líder iraní, Hasan Rohaní; el turco, Recep Tayyip Erdogan; el francés, Emmanuel Macron; y varios presidentes de países latinoamericanos.

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