El mandatario decidió evitar al Congreso, de mayoría republicana y en contra de endurecer el control de armas. Licencias para los vendedores y revisión de antecedentes para los compradores se encuentran entre las medidas.

La Casa Blanca reveló este martes medidas sobre control de armas que exigirán que más comerciantes obtengan licencias para venderlas y más compradores se sometan a revisiones de antecedentes. El presidente Barack Obama dijo que podrá implementar estas acciones sin la aprobación del Congreso.

El Buró de Control de Bebidas Alcohólicas, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF, por sus siglas en inglés) ahora exigirá que las personas que vendan armas en tiendas, exhibiciones o a través de internet obtengan licencias y realicen revisiones de antecedentes, dijeron funcionarios.

La ATF estaba concluyendo una norma que exige revisiones de antecedentes para los compradores de armas peligrosas a fundaciones, corporaciones u otras entidades legales también.

Obama, quien habló con periodistas antes de que las medidas se hicieran públicas, dijo que los decretos eran consistentes con la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que protege el derecho a portar armas.

"Estas no son sólo recomendaciones que están dentro de los límites de mi autoridad legal y de la rama ejecutiva, sino que también tienen el respaldo de la abrumadora mayoría del pueblo estadounidense, incluidos los propietarios de armas", dijo Obama durante una reunión con la fiscal general Loretta Lynch y otros asesores.

Obama está desatando una tormenta política al omitir al Congreso con las medidas, que posiblemente enfrentarán demandas en los tribunales. Los republicanos afirman que Obama está haciendo una mala utilización de sus poderes.

Las acciones de fabricantes de armas como Smith & Wesson Holding Corp y Sturm Ruger & Co Inc subieron el lunes, en una sesión en la que el mercado sufrió mermas, ante las expectativas de un aumento de las ventas de armas, como ha sucedido anteriormente en momentos en que la Casa Blanca ha evaluado reformas a la venta de armamento.

Ante la ausencia de medidas del Congreso, el presidente pidió en los últimos meses a sus asesores que revisen nuevas formas en las que podría utilizar su autoridad ejecutiva para volver más estrictas las normas sobre armas de forma unilateral, sin requerir la aprobación de los legisladores luego de que múltiples tiroteos generaron indignación en todo el país.

La Casa Blanca ya había preparado una propuesta sobre el tema, pero tenía preocupaciones de que pudiese enfrentar demandas en tribunales y de que fuera difícil de aplicar.

La Asociación Nacional del Rifle, el mayor grupo de activistas a favor de las armas, es temida y respetada en Washington por su capacidad para movilizar a los dueños de armamento. El Congreso no ha aprobado una ley importante sobre control de armas desde la década de 1990.

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