EL EFECTO VENEZUELA EN LA ISLA

Largas filas para cargar nafta y las paradas de ómnibus llenas de gente, preocupación y hasta temor. Las medidas anunciadas el miércoles en Cuba para enfrentar una nueva crisis de combustible regresan a los cubanos a los “días negros” del Período Especial.

“¿Preocupada?, aterrada. Cuando se anuncian medidas de este tipo, el cubano se eriza de los pies a la cabeza, porque resulta inevitable que evoques los días negros y muy tristes del Período Especial (crisis económica de los 90)”, declaró a la AFP Katia Morfa, de 36 años, que madrugó este jueves para que su hija Lucía (7) llegara temprano a la escuela.

Su rutina de llevar a la niña a la escuela, a unos 2 km de su casa, se ha complicado esta semana por la falta de transporte público en La Habana.

El presidente Miguel Díaz-Canel llamó la noche del miércoles en la televisión a una mayor “austeridad y ahorro” ante una crisis “coyuntural” de combustible. Díaz-Canel culpó de esta crisis al embargo que Estados Unidos aplica contra la isla desde 1962 y que la administración de Donald Trump ha recrudecido con nuevas sanciones por el apoyo de Cuba al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.

Inmediatamente después de la comparecencia de Díaz-Canel, muchos cubanos se apresuraron a abastecerse de combustible. En la calle, las medidas eran la comidilla.

Esta semana se notó además más gente en la calle “pidiendo botella” (como llaman los cubanos a hacer autoestop) y autobuses urbanos desbordados.

Díaz-Canel trató de alejar el fantasma de la crisis de los años 90 generada por la caída del bloque comunista soviético y cuya crudeza dejó un trauma en la memoria de los cubanos. “No estamos en Período Especial”, dijo el mandatario en su mensaje.

Díaz-Canel regresó este jueves a la televisión y desmintió rumores sobre restricciones extremas. “Nadie está pensando en medidas extremas”, aseguró.

Morfa también quisiera creerlo, pero subrayó: “Lo que vemos es que vamos por el mismo camino (por el) que llegamos a la otra crisis”. La voz de la mujer se quiebra al evocar lo dura que resultó para ella aquella época, con la edad que ahora tiene Lucía. “Largos apagones, mala alimentación, escasez de todo, enfermedades... No quiero que Lucía pase por algo así”, añadió.

Cuba tiene que importar el 60% del combustible que consume, alrededor de 9 millones de toneladas anuales, y produce el 40% a partir de un petróleo muy pesado que destina fundamentalmente a la generación de electricidad. Venezuela es su principal aliado económico y político, y su principal suministrador de petróleo.

El ministro de Energía, Raúl García Barreiro, también negó apagones como consecuencia de la actual crisis energética.

El ministro dijo que los apagones de los últimos días en La Habana y otras regiones son “como en cualquier otro país”, y los vinculó a problemas puntuales en las subestaciones y descartó que la generación de electricidad sea insuficiente.

La llegada de combustible diésel a Cuba se interrumpió el martes y el próximo buque está previsto para octubre.

“Si hay que hacer un programa de apagones va a ser informado en cada una de las provincias, pero estamos trabajando para que no haya apagones”, explicó García Barreiro, que acompañó al presidente Díaz-Canel en el programa televisivo.

El ministro pidió reducir el consumo y desplazarse “fuera de los horarios pico”.

Las autoridades darán prioridad, en la asignación de combustible, a la producción de alimentos y a garantizar los servicios básicos de salud y educación.