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De “niño soldado” a criminal de guerra: la historia de Dominic Ongwen

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Dominic Ongwen: falta definir cuántos años pasará en la cárcel. Foto: AFP
(FILES) This file photo taken on December 06, 2016 shows Dominic Ongwen (C), a senior commander in the Lord's Resistance Army (LRA) in the court room of the International Criminal Court (ICC) in The Hague. - The International Criminal Court on Thursday convicted Dominic Ongwen, a Ugandan child soldier-turned-Lord's Resistance Army commander, of war crimes and crimes against humanity. (Photo by Peter Dejong / ANP / AFP) / Netherlands OUT
PETER DEJONG/AFP

CASOS DE DELITOS DE LESA HUMANIDAD

Condena de la Corte Penal Internacional al jefe del Ejército de Resistencia del Señor de Uganda. El magistrado necesitó dos horas para la lectura pública de la sentencia.

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Dominic Ongwen

tiene actualmente 45 años. Cuando era niño fue secuestrado por un grupo guerrillero ugandés y terminó como líder del Ejército de Resistencia del Señor (LRA, por sus siglas en inglés). Ayer jueves fue condenado por crímenes de guerra por la Corte Penal Internacional (CPI).

El juez de la CPI Bertram Schmitt necesitó dos horas para la lectura pública de la sentencia y narró las atrocidades cometidas entre 2002 y 2005, años en los que Ongwen ascendió en la cadena de mando del grupo armado.

“Se estableció su culpabilidad más allá de toda duda razonable”, dijo el juez Schmitt, al detallar los crímenes cometidos por soldados liderados por Ongwen, apodado la “hormiga blanca”.

En total fue hallado culpable de 61 cargos, entre ellos asesinatos, reclutamiento de “niños soldados” y violaciones, incluyendo la primera condena por embarazos forzosos de víctimas de esclavitud sexual.

En el veredicto se explicó que, como comandante del LRA, Ongwen tuvo a su disposición a siete mujeres, de las cuales nombró “esposas” a cinco.

“Mantuvo sexo por la fuerza con cuatro de ellas”, dijo el juez, que recordó las palabras de una testigo que señaló que las violaciones ocurrían “cuando Ongwen quería”.

Las siete mujeres “eran objeto de palizas con bastones y palos a las órdenes de Dominic Ongwen” y algunas de ellas terminaron “inconscientes, incapaces de caminar y con cicatrices permanentes”, añadió el magistrado Schmitt.

El juicio comenzó hace cinco años en la CPI y es único porque es la primera vez que comparece alguien que ha sido víctima y al mismo tiempo autor de crímenes de guerra y de lesa humanidad.

Dominic Ongwen fue secuestrado de niño por el LRA, de camino al colegio.

“El tribunal es consciente de que ha sufrido mucho”, declaró el juez Schmitt. “Sin embargo, se trata de crímenes cometidos por Dominic Ongwen como adulto responsable y comandante del Ejército de Resistencia del Señor”, agregó.

Ongwen negó “en nombre de Dios” los cargos y sus abogados pidieron su absolución alegando que fue víctima de la brutalidad del grupo rebelde.

Según la ONU, el LRA mató a más de 100.000 personas y secuestraron a 60.000 niños en operaciones que se extendieron a otros tres países africanos: Sudán, la República Democrática del Congo y la República Centroafricana.

Este juicio marca “una etapa importante porque es la primera y la única vez que se juzga un caso del LRA en el mundo”, declaró a la AFP Elise Keppler, subdirectora del programa de justicia internacional de Human Rights Watch.

Con Ongwen como comandante, el LRA hizo reinar el terror en el norte de Uganda, sobre todo con las matanzas en campos de refugiados. Al comienzo del juicio, la acusación mostró videos grabados después de un ataque contra el campo de refugiados de Lukodi, a unos 20 km de la capital regional, Gulu. Se ve a niños destripados y cuerpos calcinados de bebés.

Los abogados de Ongwen insistieron en que su cliente debía ser considerado una víctima del LRA por el lavado de cerebro de los “niños soldados”, algunos de los cuales se vieron obligados a matar a sus propios padres.

“El tribunal no halló evidencia ante el reclamo de la defensa de que sufría una enfermedad mental o que cometió los crímenes bajo coacción”, dijo el juez Schmitt.

Dominic Ongwen se rindió en 2015 a las fuerzas especiales estadounidenses que buscaban a Joseph Kony, fundador del LRA, en la República Centroafricana, y fue trasladado a la CPI, con sede en La Haya, para ser juzgado.

La CPI dará a conocer en una vista posterior cuántos años deberá pasar en prisión Ongwen.

El LRA, un Grupo de inspiración cristiana

El Ejército de Resistencia del Señor (LRA, por sus siglas en inglés), fue fundado en 1987 por Joseph Kony, un exmonaguillo católico convertido en profeta autoproclamado. Lanzó una rebelión contra el presidente Yoweri Museveni en el norte de Uganda. Joseph Kony sigue prófugo y sobre él pesa una orden de detención de la CPI. A solicitud de Uganda, el abogado argentino Luis Moreno Ocampo,?fiscal de la CPI? tomó conocimiento de las graves denuncias sobre violaciones al derecho humanos. En octubre de 2005 se emitieron las primeras órdenes internacionales de búsqueda y captura contra los líders del LRP.

Otras condenas de la CPI

La condena a Dominic Ongwen es la quinta pronunciada por la Corte Penal internacional (CPI) por crímenes de guerra. Las otras fueron:

Thomas Lubanga. En julio de 2012, el exjefe de guerra congoleño Thomas Lubanga, detenido en 2006, se convirtió en el primer condenado en la historia de la CPI, que entró en funciones en 2003. Fue condenado a 14 años de prisión por reclutar “niños soldados” en la guerra que devastó la región de Ituri, en el noreste de la República Democrática del Congo. Trasladado en diciembre de 2015 de La Haya, sede de la CPI, a Kinshasa, fue liberado en marzo de 2020.

Germain Katanga. Entregado en 2007 a la CPI, Germain Katanga, apodado Simba (”León” en suahili) por su ferocidad, fue condenado en marzo de 2014 a 12 años de prisión por complicidad de crímenes de guerra y de crímenes contra la humanidad, en el ataque a una localidad en Ituri que causó 200 muertos en 2003. Trasladado a Kinshasa en diciembre de 2015, fue liberado en marzo de 2020, un día después de Lubanga.

Ahmad Al Faqi Al Mahdi. En septiembre 2016, el yihadista maliense Ahmad al Faqi al Mahdi fue condenado a nueve años de prisión por lo ataques contra la mezquita Sidi Yahia y nueve de los mausoleos de Tombuctu, integrantes del patrimonio mundial de la humanidad de la Unesco. Era miembro de Ansar Dine, uno de los grupos vinculados a Al Qaeda.

Bosco Ntaganda. En noviembre de 2019, el exjefe de guerra congoleño Bosco Ntaganda, apodado “Terminator”, fue condenado a 30 años de cárcel, la pena más severa impuesta jamás por el CPI. Había sido declarado culpable de 18 cargos de crímenes de guerra.

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