Nuevas tragedias siguen ensangrentando las rutas de la desesperación de los refugiados: una niña siria de 4 años murió ahogada ayer ante las costas turcas, pocas horas después de que un joven sirio pereciese electrocutado en el túnel bajo el canal de la Mancha entre Francia y Reino Unido.

El nuevo drama en el mar Egeo se produjo al naufragar la embarcación en la que viajaban 15 sirios con destino a las islas griegas. La Guardia costera turca intervino frente a la costa de Cesme, en la provincia de Smirne, salvando a otros 14 inmigrantes, entre ellos 8 menores, pero por la pequeña no se pudo hacer nada.

Los equipos de rescate recuperaron su cuerpo, arrastrado por la corriente hasta la playa de Altinkoy, justamente como había sucedido el 2 de septiembre pasado con Aylan Kurdi, el niño de 3 años originario de Kobane, cuya foto en la playa de Bodrum había conmocionado al mundo entero. Más de dos semanas después se registra otra muerte. Ya otra tragedia parecida se había registrado hace tres días, cuando 22 personas que se dirigían a la isla griega de Kos, de las cuales cuatro eran niños, murieron en un naufragio.

Crisis de refugiados