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Netanyahu aseguró los apoyos para gobernar

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El primer ministro va camino a su quinto mandato, superando al histórico Ben Gurión. Foto: Reuters

LAS ELECCIONES EN ISRAEL

El primer ministro tendría 65 bancas en un Parlamento de 120; Benny Gantz reconoció su derrota.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se garantizó un tránsito seguro a la reelección ayer miércoles, ya que los partidos religiosos derechistas se disponen a darle la mayoría parlamentaria. Con más del 97% de los votos contados, el partido Likud de Netanyahu va camino a lograr el apoyo suficiente para controlar 65 de los 120 escaños de la Knesset y liderar la próxima coalición de gobierno. De confirmarse, Netanyahu lograría un récord de cinco mandatos como primer ministro, superando al legendario David Ben Gurión.

"El pueblo de Israel me ha respaldado para un quinto mandato, y me ha expresado una confianza todavía mayor", dijo el actual primer ministro, quien admitió que ya inició contactos con otros partidos de la derecha en busca de una coalición.

Más de 6,3 millones de electores fueron convocados el martes para elegir a los 120 diputados. La participación fue del 67,9%, contra 71,8% en las legislativas de 2015.

El presidente Donald Trump, que apareció en carteles de campaña de Netanyahu, le telefoneó para felicitarle por la reelección, dijo el primer ministro, que agradeció a su aliado estadounidense por su "tremendo apoyo para Israel".

Trump, en declaraciones en la Casa Blanca, dijo que la reelección de Netanyahu aumenta las probabilidades de lograr la paz entre Israel y los palestinos. "Ha sido un gran aliado y es un amigo. Me gustaría felicitarle por una contienda bien pensada", afirmó.

El presidente de Israel, Reuven Rivlin, dijo en Twitter que la próxima semana empezará a reunirse con los partidos políticos que lograron escaños parlamentarios para escuchar a quién respaldan para el cargo de primer ministro.

La elección legislativa del martes fue vista en general como un referendo sobre Netanyahu y su historial frente a las acusaciones de corrupción. Pese a todo, ganó cuatro escaños más que su coalición saliente, según datos de la Comisión Central de Elecciones, empatando a 35 con el nuevo partido Azul y Blanco del exjefe del Ejército Benny Gantz.

Gantz, a quien algunos sondeos a boca de urna dieron una ligera ventaja por lo que reclamó la victoria en la noche electoral del martes, dijo ayer miércoles respetar "la elección del pueblo".

El exmilitar insistió en que Azul y Blanco presenta un "nuevo camino, una nueva lengua y una nueva unidad" entre la fragmentada sociedad israelí, y valoró que el primer ministro ha recabado el voto de los "extremistas".

Benjamin Netanyahu. Foto: AFP
Benjamin Netanyahu. Foto: AFP

Netanyahu acumula 13 años en el cargo de primer ministro (1996-99, y desde 2009) mientras que Gantz, general y exparacaidista, tiene la experiencia militar de haber sido comandante de una unidad de fuerzas especiales y exjefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa. Pero hasta hace seis meses era en Israel un desconocido como político.

Las otras dos formaciones más votadas han sido los partidos ultraortodoxos, Shas y Judaísmo Unido Por la Torá, con ocho asientos cada uno y socios tradicionales de Netanyahu.

La Unión de Partidos de Derecha, liderada por Rafi Peretz y con cinco diputados, anunció su apoyo a Netanyahu aunque pide al menos dos ministerios, mientras que el exministro de Defensa, Avigdor Lieberman, con otros cinco escaños de Israel Nuestro Hogar no ha comprometido su apoyo aunque sí ha rechazado aliarse con Gantz. "Las opciones existentes son unirme a Netanyahu o quedarme en la oposición", adelantó.

Otra posible suma serían los cuatro diputados de Kulanu, cuyo líder Moshe Khalon entró anteriormente en la coalición de Netanyahu como titular de Finanzas.

El Partido Laborista ha descendido a su mínimo histórico con solo seis diputados, mientras que el pacifista de izquierdas Meretz ha entrado por la mínima con cuatro diputados.

Las listas electorales Hadash-Taal y Raam Balad, que representan a la minoría árabe en Israel alcanzaron seis y cuatro escaños respectivamente, aunque se registró un amplio descenso en la participación en las regiones árabes.

La recién creada Nueva Derecha del titular de Educación, Naftalí Benet y la ministra de Justicia, Ayelet Shaked, estaba quedando ayer fuera del Parlamento al no superar el 3,25% de votos exigido por ley, a la espera de los resultados definitivos.

Reacciones palestinas.

El presidente palestino Mahmud Abas expresó el martes su deseo de que estas elecciones traigan paz. La dirigente palestina Hanan Ashraoui fue más dura al considerar que los israelíes "eligieron para representarlos un parlamento de abrumadora mayoría de derecha, xenófoba y antipalestina".

Antes que ella, otro responsable palestino, Saeb Erakat, dijo que en el nuevo parlamento solamente 18 de los 120 diputados israelíes apoyaban la solución de los "dos Estados".

Por su parte, el islamista Hamas, que controla la Franja de Gaza, consideró que el ganador de las elecciones no tiene diferencia. "Todos los partidos sionistas representan la cara de la misma moneda, que es la ocupación", indicó.

"King Bibi", maestro en el juego de las alianzas

A pesar de las sospechas de corrupción y una férrea competencia del nuevo partido centrista Azul y Blanco, Benjamín Netanyahu logró que su partido, el derechista Likud, se mantenga en el poder. El Likud y Azul y Blanco obtendrían la misma cantidad de bancas en el Parlamento israelí (35 cada uno), pero Netanyahu, al que sus seguidores llaman King Bibi, tiene grandes posibilidades de formar la próxima coalición gubernamental.

El resultado de estas elecciones fue una prueba del respaldo que tiene Netanyahu, de 69 años, a pesar de las graves acusaciones en su contra y del impacto que tendría un quinto mandato para el proceso de paz con los palestinos. "Será un gobierno de derecha, pero seré un primer ministro para todos", dijo ayer Netanyahu.

En el sistema electoral proporcional de Israel ningún partido obtuvo alguna vez la mayoría de las bancas. Las principales formaciones hacen alianzas para conseguir al menos 61 escaños de los 120 de la cámara.

La derecha debería sumar unas 65 bancas, contra 55 para el centro y la izquierda, lo que corresponde más o menos a la composición del Parlamento saliente. "Volvió a demostrar su dominio en el juego de las alianzas entre las diferentes tribus políticas de Israel, en esto no tiene parangón", dijo Ofer Zalzberg, del grupo Internacional Crisis Group.

Pero en los próximos meses tiene dos temas mayores. El fiscal general anunció en febrero su intención de procesarlo por corrupción, fraude y abuso de confianza. El fiscal fijó al 10 de julio la fecha para una última audiencia antes de decidir si lo procesa. Esta victoria podría incluso reforzarlo según los analistas ya que incluso se habla de adoptar una ley que impida que un dirigente sea procesado durante su mandato. El segundo tema es el futuro del conflicto israelí-palestino. El esperado plan de paz de Donald Trump tiene que ser anunciado en las próximas semanas. Netanyahu ya dijo no sacará "siquiera a una persona" de las colonias en Cisjordania. (AFP)

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