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Natal, ciudad militarizada por guerra entre narcos

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Desde el viernes, los militares controlan el centro histórico de Natal. Foto: EFE

Las Fuerzas Armadas patrullan pero no entran a las cárceles.

Militares brasileños comenzaron a patrullar las calles de Natal, en el nordeste de Brasil, cuando se cumple el octavo día de rebelión en la cárcel de Alcaçuz, todavía bajo control de las bandas de narcotraficantes que se enfrentaron en un sangriento motín que dejó 26 muertos.

Mientras los reclusos seguían moviéndose libremente por la cárcel, los primeros efectivos de las fuerzas armadas comenzaron a desplegarse el viernes por la noche por puntos turísticos de esta ciudad tropical que en los últimos días sufrió actos de vandalismo.

Hoy domingo se completará un contingente de 1.846 militares que operará durante diez días en Natal.

Pero ninguno de ellos entrará a los presidios en conflicto, tal y como había avanzado la Presidencia al aceptar la petición del gobernador de Río Grande do Norte, cuya capital es Natal, de "envío inmediato" de efectivos a la ciudad.

"Las Fuerzas Armadas no van a sustituir a las policías de los estados. La participación de los militares les liberará para actuar en otras áreas. No vamos a permitir que el crimen impere", afirmó el ministro de Defensa, Raul Jungmann, en su visita este viernes a Natal. "No entraremos en ningún presidio donde exista la posibilidad de rebeliones, de inestabilidad o de crisis", añadió.

Los militares accederán a los penales que los órganos de inteligencia consideren estables y ni siquiera en ellos tendrán contacto con los reclusos o las facciones, sino que, para evitar enfrentamientos, se limitarán a revisar los centros.

El viernes todavía podían verse en una terminal de la ciudad los esqueletos calcinados de varios de los 21 autobuses que fueron quemados la noche del miércoles en Natal, y en otras cinco localidades del estado de Río Grande do Norte, en protesta por la transferencia de 220 presos de Alcaçuz a otras unidades.

La seguridad de la ciudad, sin embargo, seguía dependiendo de la tensa calma que se vivió el viernes, cuando la cárcel volvió a convertirse en un campo de guerra. Enfrentados salvajemente desde la masacre, miembros del denominado Sindicato do Crime RN y del Primer Comando de la Capital (PCC) se lanzaron a una batalla campal en el patio con palos, piedras y armas blancas. Para tratar de separar los bandos, la policía lanzó balas de goma y gases lacrimógenos desde los muros que rodean el penal.

Los ánimos se calmaron en la tarde con la entrada de varios policías del Batallón de Operaciones Especiales, que abandonaron después la prisión.

Medios locales y familiares de los presos señalaron que hubo muertos durante el enfrentamiento, pero la información no fue confirmada oficialmente. En la tarde del viernes, los bomberos descolgaron en camilla por los muros de la cárcel a tres reclusos heridos, uno de ellos con una lesión por bala. Durante el día se pudo ver de nuevo a los internos caminar por la prisión y subirse a los tejados para hablar por el celular o saludar a sus familiares apostados en el exterior del presidio, repartidos también por bandos.

La guerra por el control del tráfico de cocaína entre presos del PCC y las facciones rivales, empezando por el Comando Vermelho y sus aliados como el Sindicato do Crime, dejó ya cerca de 140 muertos desde inicios de año.

Primer Comando vs. Comando Vermelho.

El Primer Comando de la Capital de São Paulo y el Comando Vermelho de Río de Janeiro, las dos mayores facciones del crimen organizado en Brasil, están en una guerra abierta por el control del narcotráfico en la región. Las rebeliones en las cárceles brasileñas son parte de esa guerra.

El Primer Comando nació en los años 90 y hoy tiene más de 20.000 integrantes. El Comando Vermelho surgió a fines de la década de 1970.

Los dos grupos narcos tejieron alianzas con otras organizaciones criminales. El Primer Comando se unió a los Amigos dos Amigos o el Terceiro Comando Puro, ambos disidentes del Comando Vermelho. Y lo mismo ocurrió en el sentido opuesto en otras regiones de Brasil, como la amistad del Comando Vermelho con el Primeiro Grupo Catarinense del estado de Santa Catarina o la ahora famosa Familia do Norte del Amazonas.

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Desde el viernes, los militares controlan el centro histórico de Natal. Foto: EFE

NARCOTRÁFICO Y CORRUPCIÓN EN BRASIL

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