VIOLENCIA

Hombres armados atacaron un bar de la ciudad de Coatzacoalcos, al este de México, y mataron al menos a 26 personas -10 mujeres y 16 hombres- y dejaron 11 heridos de gravedad, un hecho que estaría relacionado con disputas entre bandas del crimen organizado.

El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que las autoridades federales investigarán el ataque como el producto de posible contubernio entre la fiscalía del estado de Veracruz, que abarca a Coatzacoalcos, y el crimen organizado.

El ataque es el más reciente que golpea a Veracruz, una de las zonas más violentas del país por su ubicación geográfica en el Golfo de México, que los narcotraficantes usan con frecuencia para el trasiego de drogas a Estados Unidos y es escenario de extorsiones y secuestros de migrantes. Coatzacoalcos es una ciudad costera de 235.000 habitantes frente al mar Caribe

El escenario de la masacre fue el bar Caballo Blanco. Los atacantes, ocho hombre, abrieron fuego contra los asistentes para después provocar un incendio con bombas molotov.

López Obrador aseguró que, según las primeras investigaciones, uno de los presuntos responsables de la masacre había sido detenido en julio pasado y dejado libre. “Esto es el fruto podrido de la política económica que se impuso, la política del pillaje”, aseguró.

“Este contubernio, esta asociación delictuosa entre criminales y autoridades, en el caso de que así se demuestre, es corrupción, y es lo que tenemos que ir combatiendo”, apuntó.

El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, dijo que uno de los atacantes sería Ricardo N, alias “La loca”, detenido en julio y puesto en libertad en menos de 48 horas por la fiscalía del estado. La fiscalía de Veracruz aseguró en un comunicado que es “absolutamente falso” que “La loca” haya estado bajo su custodia. “Una tragedia no debe utilizarse para distorsionar hechos ni confundir a la opinión pública”, dijo.

“Los sujetos llegaron en varios vehículos, con armas largas y cortas. Amarraron a los vigilantes de la entrada y tomaron el control del acceso principal”, contó un testigo aún incrédulo por la escena dantesca.

Poco antes de la masacre, circuló en las redes sociales un fuerte video en el que sujetos armados degüellan a dos hombres, siendo uno de ellos Agustín Javier Ronson González, dueño del bar Caballo Blanco.

En las imágenes aparecen dos hombres arrodillados, con las manos atadas y con los ojos tapados. Uno de los asesinos lanza un mensaje de advertencia: “Esto les vas a pasar a todos los ‘chapulines’ aquí no se vende material sin sello. (...) Todo el sur ya tiene dueño, ya se la saben”. En el mundo del narcotráfico, un “chapulín” es alguien que deserta de un cartel u opta por independizarse.